Los pilares de la nueva era. Quique Setién, que debuta mañana con la UD ante el Villarreal, desnuda su hoja de ruta y matiza que "no hay intocables". "Aquí no hay ningún intocable, aquí el único intocable que habrá será el presidente, todos somos empleados para lo que nos manden. Intocable no es, ni Araujo ni Nauzet, porque me has nombrado esos dos, a ninguno".

La etiqueta del Celta

Anuncia que habrá "cambios" y reconoce que es prematuro medirse al Villarreal. "No sé si vamos a alcanzar tan pronto el nivel del Celta, pero hubiera sido un partido como el Villarreal-Celta (de la pasada jornada). De ida y vuelta, que hay juego y fútbol. A mí me gustaría alcanzar ese nivel, pero todavía no me puedo poner a la altura".

Política de ajustes

Un viaje hacia la perfección. Del infierno a la zona tranquila de la tabla con nuevos registros en el césped. "Sí que habrá, tengo todavía dudas en esta transición de conceptos del equipo de la semana pasada hasta hoy. Para jugar como queremos necesitamos asumir riesgos, pero todavía es algo pronto para aventurarnos a marcar las pautas (...) Respecto a los cambios, aquí no hay ninguna cara nueva. No es fácil en pocos días hacerse una idea clara de qué jugador por puesto es mejor que otro. Tengo algunas dudas".

Defensa y medular

En relación a las bajas por sanción de Culio y Wakaso, se mostró enigmático con los recambios de cara al pulso ante el Submarino Amarillo (mañana, 15.00 horas en El Madrigal). "Les estoy pidiendo que esto requiere pensar más que correr. Los jugadores se dejan llevar por impulsos (...) No es una cuestión de correr, es pensar y asociarse con el compañero. Necesito más tiempo; lo podemos conseguir".

¿Cómo piensa frenar a Soldado y al ataque del Villarreal? Setién fue categórico. Aquí está su credo milagroso: "Con trabajo, atención y responsabilidad. Trataremos de ser un equipo consistente sin balón. La portería hay que mantenerla a cero mientras no tengamos los registros (claros). Jugar es más complicado que contener", detalló.

Carentes de ritmo

De cara a su estreno en la máxima categoría, desecha utilizar el término "revolución" en el caso de que apueste por jugadores proscritos con Herrera -como Vicente, Asdrúbal o Momo-. "Arranco de cero, no me quiero hacer una composición, es importante haberlos visto, ver quién está en condiciones físicas para 90 minutos. Hay jugadores que les falta un punto de continuidad e intensidad, pero por un aspecto físico. Seré muy exigente y trataré que todo el mundo esté en las mejores condiciones (...) Algunos aún no lo están".

Héroes para 38 partidos

Estira su discurso de acero. Busca atletas para 38 jornadas, un curso entero al máximo de intensidad. "Hay jugadores que tienen que estar mejor, porque les he visto rendir a un magnífico nivel. Sabes perfectamente en el trabajo diario quién está bien y quién no (...) Les digo a los jugadores que los quiero para 38 partidos, no para 10 o para 15 minutos. Tenemos que estar en condiciones para disputar 90 minutos en 38 partidos".

Urticaria a los tres centrales

En un alarde de sinceridad confirmó que no es un técnico de apostar por tres centrales (su táctico es 4-2-3-1 con variantes). "A mí la defensa de tres centrales nunca me ha gustado, para desarrollar el juego que quiero es complicada. Defensivamente, a pesar de haber tres centrales hay muchos despistes. Me siento muy cómodo con una defensa de cuatro, no descarto que en un momento determinado del partido metas a un central a defender los últimos minutos? Pero mi mecánica de funcionamientos no es así". Sobre el estado del césped, a pesar de su leve mejoría, no quiso utilizarla como excusa: "No es una disculpa, al Villarreal le perjudicará más".