Siete Palmas, el Picadilly Circus de la pasión amarilla. Doble ración en el 'boulevard' mundial del pío pío. La disputa del Herbalife Gran Canaria-Baloncesto Sevilla, tercera jornada de la Liga Endesa, que terminó a las 14.00 horas, y el inicio del UD-Villarreal (15.00), congregó a unas 27.000 almas en las inmediaciones del complejo deportivo. El 'súper domingo' dejó historias de fidelidad eterna al cuadrado, había tiempo para alentar a los gigantes de García Reneses, que se impusieron con apuros, y a la galaxia de Quique Setién, que arrancó un punto ante el Submarino.
Tambores y bocadillos
Clotilde Sánchez, presidenta de la Peña Juanito Guedes de la UD Las Palmas -que forma parte de la Federación de Peñas- alentó al Herbalife y al cuadro de Setién en esta jornada maratoniana. Llegó al Gran Canaria Arena en torno a las 10.00 horas, con una representación que superaba el medio centenar de compañeros de grada, y salió del estadio -a unos 50 metros del parqué- sobre las 18.00. Ocho horas por un sentimiento. "Tenemos el corazón dividido; estamos a muerte con el 'Granca' y nuestra UD. Esta jornada de domingo pone a prueba el compromiso y el amor por el amarillo. En nuestro caso, venimos a todos los partidos del club de baloncesto, somos abonados a los dos equipos. Siempre con los tambores y los bocadillos de tortilla y pechuga de pavo".
Natural del Lomo Apolinario, esta catedrática de grada de 60 años, lleva tres décadas pendiente de las aventuras del equipo claretiano. "Desde que jugaban en Tamaraceite, estamos con ellos. Copas del Rey, Liga Endesa, Eurocup... Hay tiempo para estar con los dos, la UD nos ha dado tardes de gloria y también tiene nuestro amor".
Clotilde disfrutó del 'súper domingo' con su peña, en compañía de un grupo que colecciona capítulos de gloria tanto en el Centro Insular de los Deportes de la Avenida Marítima como en el Insular. Pero Armando Perdomo se refugia en la intimidad de su familia. Abonado a la UD y al 'Granca', presenció el duelo de la Liga Endesa desde la parte alta del graderío. "Aquí faltan unos prismáticos", bromea.
Se dejó la garganta alentando al líder de la Liga Endesa. Era solo el calentamiento. Lo hizo con su mujer Tere Mellado y su hija Paula Perdomo -que tenía la camisa del delantero Sergio Araujo-.
Armando va equipado para cada escenario. En el pabellón de vanguardia lució la camisa naranja oficial de la pasada final de la Eurocup, con una bufanda que hace ilusión a la fecha más importante en la historia del Herbalife. Pero en el partenón de Siete Palmas, para ver el UD-Villarreal, se puso su camisa de Valerón. "Esto es droga pura, de la saludable directa al corazón. Granca y nuestra Unión Deportiva. Es un domingo mágico, en el que han disfrutado mujeres y niños. De todas las condiciones, una fiesta mayúscula". También tiró de bocadillos: "Es el alimento estrella".
El partido de baloncesto congregó a 7.624 espectadores por los 18.517 del UD-Villarreal. Junto al parqué, palpitaron una cascada de camisas del 'pío pío'. Fórmula mixta. En el estadio, bailaban prendas con iconos del balón naranja como Greg Stewart o Willie Jones. "Deberían jugar siempre el mismo día, apenas separados por una hora. Es el mejor parque temático del orgullo amarillo", añade Armando.
