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La caja de estabilidad

Setién enfoca el orden táctico a partir de centrales y el doble pivote

La caja de estabilidad

Quique Setién entiende el equilibrio de un equipo de fútbol a partir de cuatro pilares. Los dos centrales y los dos mediocentros forman lo que denomina 'la caja de estabilidad', los cimientos que garantizan el buen funcionamiento del colectivo, en el aspecto ofensivo pero sobre todo en el defensivo. En el despegue de su proyecto en la UD busca como primera piedra asegurar la portería de Javi Varas a partir del rigor táctico. Y ahí hay cuatro piezas que él considera fundamentales para que todo fluya.

Se ha encontrado Quique Setién en su llegada a Las Palmas con una sangría defensiva y ausencia de equilibrio en el centro del campo, que es una de sus obsesiones: "Hemos sido sólidos en defensa y no nos han creado ocasiones, que era lo que más me preocupaba", valoró en rueda de prensa tras el empate ante el Villarreal. Tiene claro que, para implantar su sello de fútbol virtuoso y ofensivo hay que hacerlo a partir de un engranaje fiable, trabajado y riguroso.

Sus primeros elegidos tras una semana de entrenamiento fueron Aythami Artiles, Pedro Bigas, Roque Mesa y Vicente Gómez. Los dos centrales tuvieron continuidad por delante de David García y se consolidan a la espera del regreso de Antolín Alcaraz, cuando Setién tendrá que tomar una decisión definitiva. Mientras, el doble pivote fue la sorpresa. Ausentes Culio y Wakaso por sanción, titulares para Paco Herrera en la anterior cita, el cántabro también dejó fuera a Hernán Santana, que ya estaba recuperado de sus molestias.

Doble pivote de estreno

En todo buen 4-2-3-1 que se precie es fundamental un buen entendimiento en el doble pivote. Es obligatorio que abarquen campo, que estén concentrados en las ayudas, que se conozcan y que tengan las ideas claras. Son el corazón y los pulmones del equipo. Una mala actuación individual de los dos centrocampistas es casi sinónimo de derrota. Si no están atentos en defensa e inspirados en ataque, será cuestión de tiempo que el equipo se rompa.

Para esa tarea tan importante Quique Setién escogió en su debut a dos jugadores que apenas habían jugado en esa demarcación en toda la temporada. Roque Mesa llevaba más de un año moviéndose en otras zonas del campo, ya sea como interior derecho o incluso de extremo. Mientras, el de Schamann no había sido titular este curso y le eligió por delante de Hernán Santana, uno de los más regulares del curso en la UD.

Ambos jugadores, de una clara vocación ofensiva, dieron orden a un conjunto que hizo aguas la semana anterior ante un rival de menos poderío. Vicente Gómez ocupó un rol más posicional mientras que Roque, cuando tocaba salir con el balón jugado, se movía unos metros por delante.

En esa estructura también tiene mucha relevancia el mediapunta -el domingo fue Tana-, figura que considera de mucho peso en la salida de balón. Ese es precisamente uno de los deberes más importantes que le va a poner Setién a sus jugadores. Analizó el técnico tras el empate que la conexión entre los centrales y los mediocentros tiene que mejorar para que el balón empiece a circular con más limpieza desde atrás. Quique Setién no pierde el tiempo a la hora de buscar su columna vertebral en la UD Las Palmas.

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