¿Qué le ofrece deportivamente la UD Las Palmas para aceptar el reto de entrenar en Primera?
La oferta de Las Palmas para mí es un lujo, no voy a negarlo. El club me ofrece unas posibilidades que nunca he tenido, entrenar en Primera, a unos futbolistas extraordinarios y además en una sintonía con mi manera de entender el fútbol. Siempre he sabido el fútbol que se aprecia aquí, es una afición entendida. La gente aprecia el fútbol y lo pone por encima de muchas cosas, igual que yo, y no en todos los sitios tienes la posibilidad de que se den estas circunstancias.
Llega con una idea preconcebida, pero cuando empieza a trabajar con el equipo ¿qué es lo que más le agrada?
Lo que más me agrada, y ya se lo he dicho a ellos, es trabajar con futbolistas de este nivel. Entienden la esencia del juego y así todo es mucho más fácil. Las explicaciones las entienden a la primera. Luego está por supuesto el acierto en la ejecución de las acciones, pero lo entienden enseguida. Ayer [el domingo para el lector] hemos propuesto sobremanera el orden porque desde el principio es importante darle consistencia al equipo. Si empiezas a encajar goles pierdes la confianza y todo es mucho más difícil. Vamos a esperar hasta que mecanicemos bien los registros para ser más atrevidos, adquirir más riesgos y poder jugar mejor. Yo quiero que el equipo vaya en bloque al ataque y vaya en bloque en defensa, que no pierda el equilibrio, como el Villarreal, que es una referencia buena. La idea es esa, los jugadores lo entienden y tienen una predisposición extraordinaria.
En un equipo que está en una situación complicada en la clasificación, ¿qué es lo más difícil de hacerles ver?
No sé lo que piensa cada uno en su interior, pero yo desde luego me he olvidado de la clasificación. No voy a dejar de hacer las cosas porque estemos donde estamos. Tengo que conseguir que el equipo juegue bien, porque si juega bien las posibilidades de ganar van a aumentar. No hay nada que deba alterar esa circunstancia. Tenemos que adquirir eso para luego ganar los puntos, que sé que son vitales y mi futuro depende de los puntos. Pero en mi interior los puntos no son tan importantes. En mi interior lo importante es que el equipo juegue bien, y con eso estoy absolutamente obsesionado. Y voy a tratar de que los futbolistas lo vean como yo y se dediquen a jugar independientemente de la clasificación.
¿Qué significa para usted jugar bien?
Es tener protagonismo, tener la pelota y crear ocasiones cuando la tengamos. Y, como hay equipos que van a ser mejores que tú y te van a someter, jugar bien también es defender, ser firmes y que no te creen ocasiones de gol, como ocurrió contra el Villarreal. Y ahora vamos a ir al Bernabéu y quiero que no nos creen ocasiones de gol, o al menos en un gran número.
¿Ya ha podido hablar con Paco Herrera?
Todavía no, pero lo haré. Quiero sentarme con él cuando tenga un poco de tiempo.
De su trabajo, ¿qué es de lo que más se puede aprovechar?
De todo. La parte que he podido aportar al trabajo que ya había es muy pequeña. Les he dado unas premisas en cuanto al orden, porque vi el último partido y el equipo se desordenó mucho. Y no creo que puedas empezar algo sin el orden. Para crear algo tiene que ser a partir de la portería a cero, y para ello tiene que haber un orden y un compromiso de todos. Y en Getafe no lo hubo, pero en otros partidos sí. De hecho antes del partido contra el Villarreal les pusimos a los jugadores cinco o seis cortes de partidos anteriores y les dije que eso era lo que queríamos hacer nosotros. No hay mucha diferencia.
Si usted hubiera podido elegir, entre los conjuntos de Primera que luchan por la permanencia, su equipo ideal para entrenar, ¿se habría quedado con la UD?
Seguramente. Es uno de los equipos en los que más fácil me hubiera resultado llegar a lo que yo quiero. Hay otros equipos que están ahí abajo que me gustan menos que Las Palmas, que los jugadores, cuando un compañero tiene el balón, muchos otros se desentienden. Y aquí hay muchos futbolistas que saben qué hacer con el balón, que lo quieren y que son felices con el balón en los pies, no corriendo detrás de él.
El mercado de invierno está a la vuelta de la esquina. ¿Con los mimbres que tiene ahora mismo le da para implantar su idea y conseguir el objetivo?
No tengo todavía argumentos suficientes para contestar. Lo importante es que los jugadores entiendan lo que quiero y no sé si los que están van a ser capaces de hacerlo. Si no lo consiguen evidentemente habría que traer a alguien, pero van a tener su tiempo para demostrar que no es necesario.
Estuvo seis años en Lugo y todo el mundo lo elogiaba. ¿No tuvo la oportunidad de dar el salto a Primera antes?
No he entrenado en Primera porque no he querido. Cuando ascendí al Racing en la 2001-02 salí del equipo porque para mí era mucho más importante el proyecto que había diseñado para el futuro del club que estar en el banquillo. Y coloqué al entrenador del filial. Para mí entrenar en Primera o en Segunda no me produce una satisfacción plena. A mí lo que me gusta es entrenar a buenos jugadores, pero esa circunstancia no siempre es posible.
Pero ir el sábado al Santiago Bernabéu le pone, ¿no?
Claro que me pone, como a cualquiera. Es mejor ir al Bernabéu que a un campo de césped artificial, está claro. Pero me refiero a que mi ego personal ya lo llené cuando era futbolista. Yo no soy un entrenador vocacional, soy entrenador porque me permite estar cerca del fútbol y de los futbolistas, y porque no me gustan los despachos. Tengo que vivir de algo y de esto es de lo único que sé.
¿Se marca como objetivo ser el entrenador de una UD consolidada en Primera?
Sí, yo siempre que llego a un sitio pienso que me voy a quedar toda la vida. Y espero el día que me vaya dejar un buen recuerdo.
¿Cuánto tiempo se exige a sí mismo para que la UD muestre en el campo lo que usted tiene en la cabeza?
No puedo establecer plazos. Creo que lo que pretendo no es nada complicado, en absoluto. Como estoy convencido, me va a resultar fácil convencer a los futbolistas. Necesito su implicación, que el estado de ánimo y el nivel de confianza de todos sea alto, y esto se consigue con buenos resultados. Por eso lo del otro día nos refuerza.
Seguramente lo que más necesite es paciencia. ¿Le preocupa que la gente mire la clasificación y eso condicione su trabajo o a los futbolistas?
Tengo que jugar con eso. Llego en un momento difícil, pero mirar la clasificación no nos va a resolver nada. Tú no vas a ganar porque quieras ganar, tú vas a ganar si haces las cosas bien. La fórmula ya está elegida y ahora vaya como vaya la vamos a continuar. Yo para jugar de otra manera no valgo y si el club quiere jugar de otra manera tiene que traer a otro entrenador. Yo sé transmitir lo que llevo dentro y en lo que creo. Lo que le digo a los futbolistas es que no la peguen hacia arriba de cualquier manera si la pueden parar y darle el balón a un compañero. Eso lo tienen que tener claro, y si es de seguido ese jugador acabará en la grada. O yo me tengo que ir, que es otra opción.
Cuando se sienta a ver fútbol por la tele, ¿le gusta lo que ve?
La mayor parte de lo que veo no me gusta. Entiendo que todo vale, porque han ganado Mundiales Italia y Brasil con estilos diferentes. Mourinho, por ejemplo, con un estilo totalmente diferente al que propongo, ha ganado todo. Pero no me gusta. A mí me gusta ver al Barcelona, o el año pasado al Albacete de la segunda vuelta.
Es que hay muchos entrenadores que como se les exige ganar buscan solo ganar.
Sí, yo respeto a todo el mundo. Pero el espectador pide pasar un buen rato y yo también. Y nosotros deberíamos tener un compromiso con tratar de ofrecer no solo resultados sino también juego, fútbol. Ya sé como está montado esto y cuál es la exigencia, pero también tiene un componente lúdico. La gente paga mucho dinero por ver fútbol, por eso yo me voy satisfecho a casa cuando mi equipo ha jugado bien, gane o pierda.
¿Pagaría una entrada por ver jugar a Tana?
Claro. Por eso ha jugado Tana. Tiene unas condiciones extraordinarias y esta semana me ha encantado, lo que le he visto me ha llamado la atención. Y por eso le he puesto. Yo nunca he entrenado a un jugador como Tana o como Jonathan, por poner otro ejemplo. Son futbolistas que tienen velocidad, maniobra, visión de juego y que no pierden el balón. Salen de situaciones comprometidas y son capaces de hacer cosas diferentes. O por ejemplo Valerón. Joder, es que Valerón ha sido mi ídolo. Yo me he sentado en el sofá en casa, he visto a Valerón y he llorado por las cosas que ha hecho. Y ahora estoy con él y tengo que tratar por todos los medios de que eso no me influya porque ahora tengo otras responsabilidades. Quien juega en su puesto tiene el mismo derecho a que le considere de la misma manera, por eso al que vea que mejor esté es quien va a jugar.
Aparte de Tana ha recuperado a gente para la causa como Vicente, El Zhar o Garrido. ¿Qué les ha visto?
Les he visto, como a todos, entrenar con muchas ganas. Yo he partido de unos principios que creía fundamentales para este partido y para el futuro, que era establecer un orden. Y han sido los futbolistas que he entendido que más orden me podían dar. Aunque en algunos casos he tenido que tirar una moneda al aire para decidirme, como entre Dani y Garrido. Necesito un poco más de perspectiva. Vicente es un chaval responsable, es táctico. Sé que le gusta irse hacia adelante, pierde la posición y llegar. Pero si le dices que tiene que guardar la posición, que bascular y cerrar, está pendiente de hacerlo. Seguramente eso Hernán también me lo podía haber dado, no tenía claro a quién poner de los dos.
La idea ya ha dicho que es innegociable, ¿pero contra el Real Madrid va a ser más precavido?
Evidentemente la exigencia a la que nos va a someter el Real Madrid es más alta que con cualquier otro equipo. Con cero ocasiones te hacen dos goles. Entonces tenemos que tener un nivel de tensión, de concentración y compromiso defensivo cuando tengan el balón muy serio. Y no quiere decir que haya que dar patadas, simplemente estar bien colocados y cerrar líneas de pase. Y cuando tengamos el balón trataremos de hacerles correr y tener personalidad para no quitármelo de encima. El Madrid tiene sus virtudes pero también algunas debilidades y vamos a tratar de aprovecharlas.
Cuando una alineación funciona muchos entrenadores no la tocan. ¿Es de esos?
No, no. Un jugador puede jugar muy bien este partido e ir en el próximo al banquillo o a la grada. O de la grada pasar a jugar. Si están todos bien cualquiera puede jugar. Quiero darle protagonismo a todos, todos van a tener la oportunidad de jugar y de demostrar sus condiciones.
Hay tres jugadores especialmente polivalentes en la UD: Roque, Wakaso y Culio. ¿En qué posición les gusta más?
Es una suerte contar con futbolistas que puedan jugar bien en cualquier posición. Pero hay puestos específicos en los que uno rinde más que en otros. Wakaso es muy intenso y con muy buenas condiciones, pero tiene que tener un pelín más de pausa. Todavía tiene que entender lo que yo quiero y veremos dónde responde mejor. Igual que Culio, que es tremendamente competitivo pero tiene algún defecto que trataré de corregir, como es que a veces retiene demasiado el balón y a mí me gusta darle velocidad. Si él se adapta, si mejora eso, será un futbolista extraordinario donde le pongas. Pero tiene que ir acomodando su manera de entender las cosas a la mía.
Por abajo está todo muy parejo. Dentro de ese grupo que pelea por la permanencia, ¿en qué es mejor la UD, cuál es su punto fuerte?
Tengo fe en que tenemos muy buenos jugadores. Jugadores desequilibrantes, posicionales, con una capacidad de trabajo importante. No sé si son mejores que los demás o no porque hay que demostrarlo. Creo que tenemos equipo suficiente para no sentirnos inferiores a esos rivales. Y si hacemos las cosas bien, si jugamos mejor que ellos, vamos a tener más posibilidades de ganarles.
Tres partidos seguidos sin marcar y segundo equipo menos goleador. ¿Le preocupa?
La cuestión de los goles es siempre circunstancial. Puedes tener tus rachas y depende mucho del estado de ánimo. Este es un momento en el que no tienes ese punto de chispa o de lucidez, pero eso va y viene. Yo me preocuparé de que los jugadores tengan un estado de ánimo alegre y optimista.
¿Y cuál es el estado de ánimo de Sergio Araujo?
Ahora no es el más óptimo porque los jugadores interiormente saben si han jugado bien o no. Y no es fácil modificar el pensamiento de uno cuando está convencido de algo. Él sabe que es un muy buen jugador pero en diez meses de competición no siempre estás bien. Y ahora hay otros jugadores que están bien, por ejemplo Javi Varas, Tana o Nabil. Jonathan también me ha gustado mucho. Él no está muy contento con su actuación pero yo estoy encantado y ya se lo he dicho. Se ha comprometido con el equipo y no ha perdido el orden ni balones. Hay que seleccionar bien cuándo uno tiene que ir hacia arriba y cuándo tiene que pararse y jugar fácil. Y el otro día lo hizo perfecto.
