La larga duración de la lesión de James Rodríguez preocupa, y mucho, no sólo al Real Madrid, sino también a los responsables de la selección nacional de Colombia que dirige el argentino José Pekerman. Y ello porque, a la vuelta de la esquina, los cafeteros tienen dos partidos vitales en su camino para la clasificación al Mundial 2018, frente a Chile y Argentina, los días 12 y 17 de noviembre.

Según señala el portal deportivo SportYou, esa preocupación es igualmente el motivo del enfado existente por parte de los cafeteros con el Real Madrid: el regreso de James a los terrenos de juego después de mes y medio aún no está muy claro -parece que tampoco jugará el sábado frente a la UD Las Palmas-. De ahí precisamente parte el enojo colombiano, pues temen que el Real Madrid esté gestando una treta para evitar que el centrocampista acuda a esos dos importantes choques de cara al Mundial 2018, que se disputan justamente unos días antes del partido más importantes de la primera parte del campeonato para el cuadro de Rafa Benítez: el clásico del fútbol español, frente al Barcelona, del 21 de noviembre en el Santiago Bernabéu.

James Rodríguez es pieza fundamental en ambas escuadras, y Pekerman piensa llamarle -apurará al máximo la convocatoria- para esos dos importantes compromisos. Pero el problema que existe es que en Colombia piensan que el Real Madrid va a apurar también al máximo el darle el alta al jugador -que de momento entrena ya con el grupo desde ayer y evoluciona muy favorablemente-, para así evitar que viaje con su selección.

Está claro que el Real Madrid, habida cuenta de que la lesión que arrastra el colombiano se produjo precisamente con su selección durante el parón por los compromisos internacionales, quiere minimizar riesgos y no quiere perder al jugador para toda la temporada, por lo que no está muy claro que James acuda a esos cruciales partidos con el combinado cafetero.

Ahí habrá, pues, algo más que palabras. Un tira y afloja entre merengues y cafeteros, con el jugador de por medio. Un pulso cuya solución no se atisba de momento y que pudiera hacer saltar la polémica, porque el virus FIFA conlleva y acarrea muchos disgustos, principalmente para los clubes.