El primer golpe sobre la mesa del renacentista Setién. Al Bernabéu con los artistas y el eco de un descarte como anuncio de la nueva era. Llamada al juego de seda, adiós al músculo. El preparador de la UD Quique Setién ofreció ayer su primera lista de citados (20) de cara a un desplazamiento y prescindió por decisión técnica de Wakaso (titular ante Sevilla, Barça, Eibar y Getafe con 347') y Asdrúbal (aún inédito).
Los amarillos, ya en Madrid, ultiman en la Ciudad Deportiva de Las Rozas (10.00 horas) el asalto a su feudo maldito ante el dragón blanco del Real Madrid. En esa relación de 20 jugadores -habrá que descartar dos más para esta décima jornada- se caen por lesión Ángel López y Antolín Alcaraz. Con ese abanico de 22 rostros, Setién no encuentra acomodo al último fichaje Wakaso, indiscutible para Herrera, y que llegó del Rubin Kazán para tapar la baja de Javi Castellano en la medular.
Como principales novedades, figuran el regreso de Culio, sancionado ante el Getafe, y de Dani Castellano, descartado ante el Submarino Amarillo el pasado domingo. Con solo diez días en el cargo, Setién abandera un estilo barroco, con el balón como protagonista, inquebrantable ante la exigencia del rival merengue, líder con 21 puntos. Invicto (seis victorias y tres empates), aún no ha recibido un tanto en el Santiago Bernabéu en esta campaña liguera. La última derrota en la fortaleza blanca se remonta en la competición doméstica se remonta al 13 de septiembre del 2014 ante el Atlético de Madrid (1-2). En duelo oficial, hay que viajar a marzo de este año, ante el Schalke 04 en la Liga de Campeones (10 de marzo).
Cambio en el dibujo
Pero la UD de Setién esquiva el pánico para escapar de las garras del gigante. Prima la obsesión por el toque y el registro asociativo. En esa lucha táctica, el preparador cántabro fulmina de un plumazo a una de las estrellas del plantel que llegó como salvador de la patria: Mubarak Wakaso. El internacional ghanés, cedido por el Rubin Kazán, completó la plantilla el 31 de agosto (ficha número 24).
La lesión de Hernán y el descenso del nivel competitivo de Culio, dejaron a Wakaso como el amo y señor de la parcela central en el antiguo régimen con Herrera -destituido tras el naufragio en Getafe-. En el Coliseum, vio la quinta amarilla (encadenó cinco jornadas amonestado), y pasa de estrella a proscrito.
La 'eliminación' del ghanés para un partido de envergadura como el del Bernabéu coincide con la resurrección de Vicente en la sala de máquinas -como se vio ante el Villarreal-. Se trata de un relevo jerárquico, que viene acompañado del gran momento de forma de Roque Mesa (en una posición de '6', más retrasado que con Paco Herrera).
Matizando que no es Paco Jémez y tampoco "un suicida", Setién reflexiona sobre reforzar la medular con un trivote en su aventura por una filosofía ultraofensiva. Ese giro táctico se perfila como la única novedad en relación a lo escenificado ante el Villarreal de Marcelino. Ganaría protagonismo, por tanto, Hernán o Culio junto a Vicente y Roque.
Conforman la expedición Raúl, Simón, Vicente, David García, Nauzet, Willian José, Araujo, Momo, Varas, Hernán, Roque, Aythami, Pedro Bigas, Culio, Viera, Valerón, Garrido, Dani Castellano, Tana y El Zhar. En el cuartel general de la capital de España -el NH Abascal-, Setién ultima el segundo capítulo de su revolución. Le espera un Madrid imperial, un ser despiadado, con Cristiano como estandarte de fuego. Pero esta UD presume de libro de estilo: a la guillotina con poesía. Luz verde a los renacentistas. Adiós al músculo.
