Paso a paso, el laboratorio cambia de color. Y entra en un universo de confort. El campo número 2 de Barranco Seco, que fue replantado el pasado verano, ya luce el color verde. Es el principio del fin de un proceso complejo de reconstrucción que ha convertido la zona habitual de parking, desde la pasada temporada, en otro campo de entreno para el primer equipo, filial y los rivales en la máxima categoría.

Estará listo en enero del 2016 para tratar de no usar en exceso y así aligerar el principal. Además, la UD, que mañana lunes entrena desde las 10.30 horas, a puerta cerrada, también dispone de un nuevo sistema de riego y abono. Unas máquinas de última generación que serán piezas capitales para que la superficie siga como una alfombra.