Combustible mágico. Gasolina súper para asimilar el nuevo credo de Setién. ¿Qué significa para el segundo triunfo liguero sobre la Real -44 días después del sellado ante el Sevilla-?
Era una victoria capital para coger tranquilidad y no desesperarnos. Además, nos sirve para reafirmar las ideas que tratamos de asimilar con el nuevo míster. Los resultados positivos son la mejor vía.
De la grada, descartado en el Camp Nou ante el Barça o en el Coliseum de Getafe, al césped -titular las últimas tres jornadas-. Y lo hace con maestría para lucir el cartel de estrella del nuevo proyecto. Desvele el secreto.
Más que la estrella...Yo creo que no hay figuras, en todo caso la estrella es el equipo. Estamos en el mismo sitio porque todos empezamos de cero. Con la llegada del nuevo entrenador (Setién), nos ha puesto directrices para que todo sea más fácil: jugar lo más fácil posible. Estamos muy bien en líneas generales, todos destacamos. ¿Pasar de jugar a no jugar? Me ha pasado en muchas ocasiones en mi carrera. Estuve tranquilo porque sabía que esto llegaría. Y no me relajo. Sigo luchando duro en cada entrenamiento.
Ya es su sexta campaña en el primer equipo, ¿por qué le cuesta tanto adquirir regularidad? Es el momento de ser un fijo.
Mi mejor año fue el maldito curso del Córdoba (2013-14, firmó 39 partidos, 28 de titular). Sabía que jugando en mi posición de mediocentro, todo llegaría. Podría recoger el premio a mi trabajo, encima con la fórmula que tiene el míster de entender el juego, me viene bien (...) Me lo tomo con tranquilidad, estamos empezando, solo llevo tres partidos de inicio. Es muy pronto. Queda muchísima Liga por delante y vamos a sufrir (...) Descansar y trabajar duro, para poder viajar a Valencia -la próxima jornada el sábado 21 de noviembre-. Me centro en entrenar para seguir en el once.
Setién le entrega galones y es el estandarte de la UD en la medular. Marca la temperatura de los partidos. ¿Se siente como líder?
Siempre pienso en el equipo, todos estamos haciendo buenos partidos y es la única clave. Que yo haga un buen partido depende de Roque, todos nos ayudamos y vamos a una. Cada uno sabe lo que tiene que hacer, el equipo crece desde la base y el conjunto. No por las individualidades y no soy el líder.
Mestalla es una caldera. Hay una guerra civil abierta entre el técnico che Nuno y la grada. ¿La UD está preparada para la hazaña, tras caer en el Calderón, Campo Nou o Santiago Bernabéu?
Allí están las cosas complicadas. No terminan de arrancar pero tiene un auténtico equipazo. Así como un presupuesto espectacular. Vamos con nuestras armas, a no ponernos nerviosos, a tratar de hacer nuestro partido. La meta es repetir lo que hicimos en el Bernabéu pero con más profundidad. Tenemos dos semanas por delante para preparar el partido bien e ir a puntuar porque somos capaces de hacerlo.
¿De qué vale puntuar en Mestalla si luego no se hacen los deberes contra Eibar, Rayo o Levante en Siete Palmas? El triunfo sobre la Real es el único ante un rival de la liga de los modestos.
Es importante puntuar y estar atentos al gol average, puede ser clave en las últimas jornadas en estos campeonatos tan ajustados. Hay que ganar a todos los que se pueda y sacar puntos. Y ya veremos dónde nos pone la clasificación.
Araujo: de los pitos a la ovación. ¿Entiende a la afición?
Es normal, el chico es muy joven todavía y la gente le 'aprieta', es lógico. Lo que tiene que hacer es centrarse, jugar al fútbol, que se le da muy bien. Fijarse en su juego. Lo demás irá cayendo solo.
Setién insiste que usted es su timonero. El cerebro. ¿No se pierde su gran faceta realizadora?
Me pide equilibrio. Cuando lo vea claro, que tire para arriba. El pasado viernes tuve una oportunidad para hacerlo y fue el gol de Jony -Viera en el 1-0-. Haré lo que el técnico quiera y me iré soltándome poco a poco. Quiere que dé salida al balón.
Su entendimiento con Tana, Araujo y Viera es perfecto. Una sociedad industrial de talento.
Es muy fácil, son buenos y unos peloteros espectaculares. Es tan fácil como dársela a ellos, que harán la jugada perfecta. Son un lujo.
