Las seis pieles del alfil de oro. El extremo zurdo de la UD Jerónimo Figueroa Momo ha completado dos encuentros de amarillo en esta liga de las estrellas. Participó en el debut ante el Atlético en el Calderón -con 26 minutos- y el pasado viernes, ante la Real Sociedad, entró en el 67 por Viera. Computa 50' con su sexto equipo en Primera. Todo un récord en el vestuario de la UD, donde solo Valerón y Ángel, que ha defendido cuatro escudos en la mejor liga del mundo, le plantan cara.
En el expediente del ejecutor de Las Torres figuran 73 partidos en el Olimpo del balón con Albacete (24), Deportivo (5), Racing (13), Xerez (2), Betis (2) y UD (2). En esta condición de nómada cinco estrellas, ha logrado tres tantos y los tres al Málaga en La Rosaleda. Uno militando en el conjunto manchego -noviembre del 2004 con triunfo (0-2)- y dos con los azulinos del Xerez en marzo del 2010 (victoria por (2-4), con una diana de penalti, su gran especialidad). Ha tenido como enemigos a Simeone, Torres, Beckham, Ronaldo, Raúl, Guti, Figo, Zidane, Villa, Kluivert, Saviola, Ronaldinho, Xavi, Deco, Iniesta, Silva, Higuaín, Kaká, Özil o Cristiano Ronaldo.
En el curriculum también figuran tres ascensos con Xerez (2009) -en su mejor campaña profesional con 17 dianas-, Real Betis (2011) y UD (2015). Por lo tanto, ha logrado catapultar a tres escudos del infierno de plata para luego saborear la gloria del glamour. En el lado más dramático, perdió esa plaza en el cielo en dos precedentes macabros con el Albacete (2004-05) y Xerez (2009-10). En el curso del conjunto manchego estaba cedido por el Dépor, y en lo referente al azulino, tras la pérdida de la categoría se marchó al Betis de Mel como el primer refuerzo de caviar para la temporada 2010-11, que terminaría con el título de campeones de plata.
Estreno en el Pizjuán
Momo, junto a Rubén Castro, que le acompañaría en el Dépor, Albacete, Racing y Betis, dejó la UD con el cartel de mimbre atómico. Figura incisiva, con un desborde brutal, brilló en la 2003-04 de amarillo con 36 partidos y 3 tantos. Fue traspasado al club gallego de Lendoiro junto al Moña pero sería cedido al club manchego -con el punta 'ratonero' del barrio de La Isleta-.
En el Albacete -con 22 años- se estrenó en Primera ante el Sevilla de Alves, Navas, Sergio Ramos, Baptista y Darío Silva con derrota por la mínima (1-0). Momo saltó al césped del Sánchez Pizjuán en el 57 por Mingo en un proyecto que estaba dirigido en el banquillo por José Manuel González (que fue destituido en la jornada 24). Curiosamente, en esa jornada también se estrenó en la máxima categoría Rubén Castro, que ahora es el pichichi histórico del Betis y que contabiliza 220 encuentros en Primera con el cuadro del Heliópolis -y 73 tantos-.
Acabó con 16 encuentros de titular y una notable actuación ante el Madrid de Casillas, Roberto Carlos, Guti, Figo, Owen y Ronaldo en el Carlos Belmonte.El descenso fue como una guillotina y regresó a la disciplina del Dépor de Caparrós.
En Riazor no pudo triunfar. Completó un choque de la Intertoto y cinco jornadas de Liga -154 minutos-. Coincidió con Valerón, Manuel Pablo y el inseparable Rubén. De A Coruña se marchó al Racing, donde estiró su progresión en el planeta del caviar en la 2006-07. Completó la cifra de 13 encuentros, con 5 victorias, y generó el caos en el Camp Nou con 25 minutos de magia en el templo culé.
Tras tres temporadas consecutivas en Primera, Momo dio un paso atrás en su carrera que le cambiaría la vida. Se hizo inmortal en Chapín. Con el Xerez, tras eludir el descenso a la Segunda B -2007-08-, logró 17 dianas en el universo de plata y un ascenso imperial como figura (en aquel plantel militaba Aythami Artiles que brilló en la zaga). Con Esteban Vigo besaba su primer ascenso e iniciaba el cuarto proyecto en la liga de los ases. Pero la filosofía de fútbol total saltó por los aires, tres entrenadores (Ziganda, Poyatos y Gorosito) y descenso. Momo logró dos tantos en 26 encuentros. Viajó con el Betis a Primera y jugó dos ante el Real Madrid y Rayo. Regresó a la UD a lo grande, a las órdenes de Juan Manuel, y tras padecer la cruenta puñalada del 22-J ante el Córdoba, regresó al paraíso con Herrera con 7 goles. Es la película del alfil de las seis camisetas de Primera. La amarilla es la más especial, la que completa su alma de conquistador. Su única obsesión: la permanencia.
