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Las estrellas sonríen de nuevo

Araujo y Viera, la pareja de los 3,5 millones, no marcaban en un mismo partido desde junio

Jonathan Viera y Araujo celebran el gol del de La Feria a la Real Sociedad. EFE

Hubo un momento en la recta final de la temporada pasada en el que la UD Las Palmas se sentía capaz de todo porque tenía a dos jugadores en un estado de forma extraordinario. Fue después de la derrota en Leganés, el momento más complicado del curso y que estuvo a punto de llevarse por delante a Paco Herrera, cuando Sergio Araujo y Jonathan Viera asumieron el liderazgo. Los dos jugadores, que se encontraban por entonces cedidos, estaban obsesionados con el ascenso para jugar de amarillo en Primera. Y marcaron el camino.

En las cuatro jornadas posteriores a la debacle en Butarque el conjunto insular encadenó una racha de victorias que le sirvió para atar el factor campo en la promoción y rebosar el tanque de la confianza. Y entre los dos anotaron nueve goles en esas cuatro jornadas -cinco Araujo y cuatro Viera, que además repartió dos asistencias-. Con ellos en forma y la defensa recuperada para la causa el Valladolid y el Zaragoza parecieron menos 'cocos' que antes. Así, la UD se desquitó del 21-J contra el Córdoba y firmó un ascenso heroico con goles de ambos en la final de la promoción.

Teniendo en cuenta el temporadón que firmaron la UD Las Palmas desembolsó 3,5 millones de euros para que fueran de su propiedad y encabezaran el proyecto. Incluso por Araujo recharazon una oferta mareante.

El mensaje fue claro: no era necesario hacer caja para fichar porque las estrellas ya estaban en casa. Fue un esfuerzo histórico en la entidad insular que les hizo ser las estrellas del regreso a Primera. Pero a los dos, pese a que Viera comenzó a un nivel espectacular, les ha costado dar asistencias y marcar goles en este inicio de curso. Así ocurrió hasta el viernes, cuando la UD cogió aire con una victoria y recuperó a sus dos estrellas. Tienen margen de mejora, deben tener más presencia en el juego, pero volvieron a celebrar goles y a sentirse importantes, la primera piedra para que vuelvan a dar victorias y a ser decisivos.

Más acompañados en ataque

El cambio de entrenador ha cambiado la imagen de todo el equipo, y para ellos no iba a ser menos. Jonathan Viera está más arrinconado en la banda izquierda, tiene que mantener más orden defensivo y dispone de menos libertad de movimientos. Mientras, Sergio Araujo, ante su falta de protagonismo, se vio relegado al banquillo en un partido de Liga por primera vez en su etapa de amarillo. Pero el encuentro del viernes supuso un punto de inflexión para ambos.

Y es que la contrapartida al mayor sacrificio que tienen que realizar ambos tras la llegada de Quique Setién es que están más acompañados en ataque. Con el sistema anterior tanto Araujo como Viera eran un oasis, estaban muy lejos del resto y tocaban el balón a kilómetros de distancia del área rival. Pero con el 4-2-3-1 están muy cerca de Tana y Nabil El Zhar, un mediapunta y un extremo. Además, en el doble pivote Roque y Vicente siempre apuestan por la combinación de balón y asociarse, lo que permite a la UD llegar en más ocasiones al área contraria. Y ahí, al final es cuestión de tiempo que la calidad de ambos aparezca.

Lo hizo ante la Real Sociedad, cuando no cuajaron un partido redondo pero marcaron por el simple de hecho de tener cada uno una oportunidad muy clara. Algo que echaban de menos cuando apenas se les acercaba Roque y a veces David Simón para combinar cerca del área contraria. El planteamiento de cinco defensas lastraba su inspiración y el equipo amarillo era uno de los menos goleadores, pero ahora la UD está en el camino de cambiarlo.

Y para ello necesita a sus estrellas, los hombres que marcaron diferencias en Segunda con 15 goles en los últimos once partidos de la temporada. Ahora, aunque el salto de categoría es notable, suman 5 en Primera entre los dos en los once primeros encuentros. La UD reclama que den puntos, y el viernes ya dieron tres. Es el camino.

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