La resignación del búfalo. Asdrúbal Padrón, titular en el histórico 21-J ante el Zaragoza en el Gran Canaria -el día de la gloria del ascenso-, hace las maletas. El mercado de invierno, que se abre el próximo enero, es el destino de un futbolista salvaje, dotado de un gran potencial, y que permanece inédito tras el salto de categoría. Ni Paco Herrera -las ocho primeras jornadas- ni Quique Setién -las tres últimas ante Villarreal, Real Madrid y Real Sociedad- han convocado al artillero de Guanarteme. En el Calderón, en la primera jornada de competición ante el Atlético, entró en una lista de 19, y terminó presenciando la derrota en el palco del estadio del Manzanares. Una bestia, como deja patente en cada entrenamiento, y que ya ha sido tentado por hasta cuatro equipos de la categoría de plata. En Segunda, ya suspiran por su pegada de acero.
El héroe del Molinón
Con 58 partidos de amarillo, Asdrúbal ha logrado 9 goles. Debutó el 31 de agosto del 2014 ante el Eibar en el Gran Canaria, de la mano del técnico Sergio Lobera, junto al también canterano Tana. Y fue salvadora. Se vistió de héroe al sellar el empate en el 89 ante el equipo vasco.
En su primera aventura profesional con la UD, con solo 22 años, alcanzó la cifra de 31 duelos oficiales (1.525'). Adornó su carta de presentación con 6 tantos. El más importante el del Molinón, que abrió la puerta de la gran final ante el Córdoba en el playoff de la 2013-14. Y que terminaría de forma trágica, con la puñalada del 22-J ante el Córdoba.
Con Herrera, en el curso del ascenso, marcó de chilena ante el Numancia en la Copa del Rey, y ante el Leganés en el último suspiro. Otro tanto bendito en su expediente y que selló el triunfo sobre la bocina. Ante el Barça B conquistó el último trozo de gloria como ejecutor. Completó 15 de Liga y dos de Copa en la pasada 2014-15 y en el playoff cambió su rol de forma radical. De mimbre residual a protagonista con 96 minutos ante Valladolid y Zaragoza. En la ida de la final, conformó el ataque junto a Viera y Sergio Araujo.
Del éxtasis al culebrón. Su renovación se convirtió en el Falcon Crest de Pío XII. En la misma línea de Hernán, Roque, Simón, Vicente, Tyronne o Héctor, el club amarillo hacía oficial la ampliación de contrato de Asdrúbal hasta 2018.
Sin opciones de estrenarse en la máxima categoría, salvo milagro o volantazo de Setién, el búfalo se deja el alma en Barranco Seco. Ha pasado por todos los eslabones de la cadena de la UD y tiene la sangre amarilla. El Tenerife se quiso hacer con sus servicios como cedido el pasado enero, pero el de Guanarteme dio calabazas al ogro del Teide. Toni Cruz, director general deportivo, considera al punta como "un elemento de enorme valor". Su salida en calidad de préstamo parece imparable. El búfalo quiere minutos.
