- Cinco de febrero de 1997. La noche del Mestallazo. ¿Qué recuerda de aquella vuelta de los octavos de final, en la que se obró el milagro?

- Fue una eliminatoria especial, de esos partidos que nunca logras olvidar. Nadie creía en nosotros, había llegado un nuevo entrenador como Paco Castellano y decían que estaba decidido y sentenciado. La prensa se preguntaba por qué preparábamos los penaltis en Barranco Seco. Al final hicimos historia, con una gesta que hizo muy feliz a toda la afición.

- Superó a Zubizarreta en el 0-2 y luego llegaron los penaltis. Usted estuvo perfecto.

Es un campo impresionante, el Valencia no estaba bien, nosotros de Segunda, ellos de Primera, se daban todos los elementos para la épica. Con el 0-1 de Paquito ya se escucharon los primeros pitos. Ya había ese runrún; te llega, percibes las dudas en el ambiente, el miedo cambia de escenario. Nos salió un partido increíble a nivel coral. Todos estuvimos perfectos. Formar parte de la historia, y poder hacer felices a tantos aficionados fue algo único. Sobre todo ahora, cuando ya estás retirado, poder contarlo y recordarlo con el paso del tiempo: 18 años después, te emociona.

- ¿Cómo fue su gol: el 0-2? Le hizo un quiebro a Zubi de primer nivel, fue como reírse de uno de los mitos de la portería, figura antes con el Barça y la selección.

- Fue un contragolpe, y para nada fue para reírme de él. Lampón abrió para Valerón, vio el hueco y me dio un pase perfecto. Logré finalizar bien el contragolpe, fue uno de los goles de mi vida. No lo podré olvidar jamás,

llegamos a la afición de la UD, fue como cuando eliminamos al CD Tenerife o como un ascenso. Fue muy importante para el club, para la afición, para todos, en un año difícil. Logramos tocar el cielo en la Copa del Rey y luego la fiesta fue impresionante. Nos recibieron como héroes. Nos habíamos metidos en los cuartos de final de la Copa del Rey. Éramos protagonistas de gestas como las de antaño, las de de otra época.

- Usted ya había sido sustituido por el 'Turu' Flores. ¿Qué pensó cuando llegó la tanda de los lanzamientos de penalti?

- Sabíamos que Zubi tenía dificultades, nos aprovechamos de eso. Estábamos esperanzados de que si llegábamos a los penaltis, los podíamos eliminar.

- ¿Fue cierto lo del ensayo en Barranco Seco?

- Verdad como un castillo, fue una realidad como un castillo. Lo hicimos en Barranco Seco y los periodistas se quedaron asombrados. En el fondo siempre tienes esperanzas, nadie daba un duro por nosotros. Teníamos una posibilidad entre cien pero salió. Nos ganamos nuestra posición en la historia, fruto de la pasión y el convencimiento.

- ¿Cómo ve a la UD de Setién, reforzada tras el último triunfo ante la Real Sociedad? ¿Están capacitados para repetir el 0-2 de aquel 1996 pero en Liga?

- Ojalá que la UD pueda repetir ese 0-2 porque necesita victorias, tiene que 'rascar' lejos del Estadio de Gran Canaria. Hay que comenzar a ganar porque con solo los de casa no te da para la salvación. Si a los diez de la parte baja les quita los puntos de casa, ¿dónde se quedan? Es muy complicado, porque el Valencia tiene un equipazo, hay que aprovechar los nervios, el clima de tensión con el técnico actual Nuno. Ese runrún, que es parecido al que nos encontramos en 1997. Con respeto al rival y a su potencial, para mí, es un estadio asequible. Hay que firmar un partido perfecto, redondo porque hay que ganar ya fuera de casa.

- ¿Qué pasa con Sergio Araujo, que ya es cuestionado por su estado de forma y aportación goleadora? Ante la Real marcó y pasó de los pitos a los aplausos. Usted ha sido criticado y también venerado. ¿Afectan las críticas y pitos?

- Claro que sí, afirmativo, las críticas duelen. Él tiene que percatarse de que es un nuevo año, un nuevo curso en otra categoría, lo que hiciste en el pasado [marcó 25 goles el argentino] ya no vale. Del pasado y de la historia no se puede vivir. Este Isla es muy 'pequeñita' y se sabe todo. Si no se cuida, deberá tomar medidas urgentes. La afición no perdona, cuando no marcas te sientes desplazado y puedes pasar un año muy duro cuando no llegan los goles. Te machacan, la afición no es tonta y se enteran de todo. Araujo tiene que darle la vuelta a la tortilla, está capacitado y se encuentra en el camino. Tiene muchas condiciones. Es un jugador imporante, pero más lo es el equipo. ¿Las críticas? Siempre te llegan y duelen, los jugadores no vivimos en burbujas o en otro planeta.

- ¿Qué le falta a la UD Las Palmas para alcanzar la permanencia?

- Ganar partidos, que los jugadores crean en sí mismos y esa fe ciega te da las victorias. Rascar fuera una para iniciar racha de resultados positivos a domicilio. Es importante que ellos crean en sí mismos, ellos tienen que decirse a sí mismos que pueden ganar a los ogros de la competición. Que luzcan personalidad, que no pierdan ante el Getafe como el 4-0. Que encaren, que busquen el uno contra uno, el equipo tiene que crecer con la competición. Debe plasmar en el césped una evolución y se está logrando. Poco a poco. Porque en el caso negativo, el curso puede ser muy largo y duro. Pero hay que ganar fuera de casa.