Eder Sarabia es uno de los protagonistas silenciosos en la UD Las Palmas en las últimas semanas. El segundo entrenador amarillo tiene mucho protagonismo en los entrenamientos, más que otros técnicos en su mismo cargo, y se ha ganado el respeto de todo el vestuario. Quique Setién tiene plena confianza en él y en muchas sesiones es incluso Sarabia quien más voces da en Barranco Seco.
Eso ha sorprendido a muchos, pero no a Manu Sarabia, su padre, que se encuentra en Gran Canaria visitando a su hijo: "Cuando Quique le dijo hace un par de años que quería que fuera su segundo cuando dejara el Lugo, allí no iba a cambiar porque es muy leal, era porque le conoce y sabe lo que le puede aportar. Se reparten las tareas y tiene total confianza en su trabajo. En el día a día se lo está demostrando. Sé de su capacidad y de su personalidad", asegura la leyenda del Athletic y 15 veces internacional con España.
Manu es el nexo que unió a Quique Setién con Eder, ya que mantiene una gran amistad desde que ambos coincidieran como jugadores en el Logroñés. Quique ha visto crecer a Eder, cómo las lesiones truncaron su carrera como futbolista y también su precodidad y su talento en los banquillos, lo que le llevó al juvenil del Villarreal, donde batió los récords del club.
Los jugadores, enchufados
Ahora, en su primera experiencia como profesional está dando la talla. Por eso Manu se ha encontrado a su hijo "muy feliz, como me imaginaba, porque está haciendo lo que más le gusta y en Primera División", indica. También destaca el exjugador el compromiso que aprecia en el vestuario: "Me habla maravillas de todos los jugadores, son unos excelentes profesionales y están entrenando genial, están implicados", explica.
Esa implicación la ha podido presenciar en vivo el lunes y el martes en doble sesión: "Les he visto entrenar y es una gozada, se ve a futbolistas concentrados en la idea de juego que quiere el entrenador, en las directrices que manda y se esfuerzan al máximo. Eder está encantado con todos, está muy confiado en ir mejorando día tras día", continúa.
Así, Sarabia confía en la permanencia del equipo: "Sinceramente veo al equipo el año que viene en Primera. Y esa opinión está basada en lo que he visto y en lo que me cuentan Quique y Eder. Están muy ilusionados", destaca. Y es que Manu, que tiene claro su deseo de que en el Athletic-UD de enero quiere que gane su hijo, ve al conjunto insular mejorando en cada partido.
"Se está plasmando la idea de Quique. El trabajo que hizo Herrera fue impresionante y Quique, que es inteligente, lo que ha hecho es aprovecharse de ese trabajo y darle su idea personal. El equipo ha ido progresando. El día de la Real vi muchas fases de juego que se asemejaban a lo que Quique pretende", explica.
Manu guarda otro gran recuerdo de la Isla, uno de los mejores de su carrera, pues el primero de sus dos títulos ligueros lo firmó en el Estadio Insular. "Por mi cabeza ha pasado eso, sobre todo porque en Barranco Seco entrené el día antes de ser campeón. Eso me lleva a recuerdos muy bonitos. Además contra Las Palmas siempre he jugado bien y algunos de los jugadores que más me gustaban estaban en la UD como Tonono o Guedes", sentencia.
