La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

UD Las Palmas La entrevista

"Admito que a veces he sido pasota y también caprichoso"

Tana vive los días más felices de su carrera deportiva y echa la vista atrás, a su recorrido como futbolista

Tana Domínguez, en un momento de la entrevista en Barranco Seco. QUIQUE CURBELO

¿Se acuerda dónde estaba hace cinco años?

Estaba en el Vecindario en Segunda B. Me encontraba muy bien tanto a nivel físico como futbolístico, pero por razones de no gustar al entrenador de entonces jugaba muy poco. Después, por estar en desacuerdo con algunas cosas, me fui en diciembre y un mes más tarde pasé al C de Las Palmas, que estaba por entonces en segunda regional. Fue un cambio drástico pero yo siempre he confiado en Tonono y en lo que él me decía. Además había un equipazo y me encantaba el entrenador, Santi Calvo. Estuve entrenando en enero y el plazo de fichajes se cerraba el 31 pero en los dos o tres últimos días no fui a entrenar porque todavía no me habían hecho ficha y pensaba que no les estaba convenciendo. Pero el último día de plazo Tonono me llamó y firmé.

¿Y si Tonono no le hubiera llamado ese día qué habría hecho?

No lo sé. En la vida hay muchos 'y si'. También podría preguntarme qué hubiera pasado de no haberme lesionado cuando me fui al Valladolid con 16 años, a lo mejor habría estado con 18 años en Segunda. Eso nunca se sabe. Lo importante es que estoy aquí y que lo estoy disfrutando.

¿Ha pensado en algún momento de su carrera en dejar el fútbol?

No en dejarlo de manera definitiva, pero sí hubo un momento en el que no veía un futuro claro y me planteé darle más importancia a otras cosas en lugar de al fútbol.

¿A qué cosas?

Al trabajo, porque durante ocho meses trabajé como pintor, a los amigos, a la novia... a todo lo que a veces el fútbol te quita. En ese momento, viendo lo que me estaba pasando con el fútbol, sí me llegué a plantear dejarlo en un segundo plano.

¿Cuál fue ese momento?

Fue cuando superé la etapa de juvenil, que empecé en el Villa en Tercera División. Fue una temporada mala porque pasé por tres equipos. Después de pasar por los dos primeros pensé en dejar el fútbol a un lado durante los seis meses que quedaban hasta que acabara la temporada. Pero al final me llamó Félix Oramas, el padre de Asdrúbal, y me dijo que le ayudara en el Agaete. Jugué en regional, estuve allí cuatro meses en los que Félix, que como entrenador y como persona me ayudó muchísimo, me volvió a dar ánimos y confianza. Además el club se portó muy bien conmigo y creo que yo también con ellos, que les ayudé a salvar la categoría.

A lo largo de su carrera ha vivido muchas situaciones límite, ya sea por lesiones o por desconfianza de los entrenadores, y sin embargo aquí está. ¿Cree en el destino? ¿Está tocado por una varita mágica?

No sé si están las cosas predestinadas o no, es algo que se me escapa. No lo pienso mucho, pero sí es verdad que he pasado momentos muy difíciles y creo que lo que me ha hecho seguir así es el trabajo, aparte de mi fútbol. Mucha gente piensa que el fútbol es un don y otros que el 50 por ciento es un don y el otro 50 hay que trabajarlo. Yo siempre pienso que estoy ahí por mis condiciones pero también porque trabajo mucho.

¿Se acuerdo mucho hoy en día de esos momentos duros?

Por supuesto. Me acuerdo muchas veces y en el sentido positivo, riéndome y vacilando. Son los momentos que te ayudan a seguir hacia adelante y a ser más fuerte mentalmente.

¿Cómo era el Tana de esos malos momentos?

Admito que ha habido momentos en mi carrera en los que he sido pasota, en los que he sido también caprichoso. Ha habido momentos en los que ha habido pequeñas cositas, pero no grandes, que tenía que haber hecho de manera diferente. Cosas que pensaba que no tenían importancia pero cuando llegas al mundo profesional te das cuenta de que sí importan.

¿Se arrepiente de esas cosas?

Todos tenemos cosas de las que no nos podemos sentir orgullosos y de haber tomado malas decisiones, pero no me gusta arrepentirme de nada.

¿Cuándo maduró?

No me gusta decir que he madurado, uno nunca deja de aprender cosas. Creo que nadie puede decir que ayer era inmaduro y hoy ya no lo es. Sí que estoy más maduro pero espero que me quede mucho para madurar porque eso significa que me queda mucho por aprender.

¿En todo este viaje quiénes han confiado siempre en usted?

Mi familia, por supuesto, son los que más me han apoyado. Y muchos entrenadores, desde Rafa Suárez con el que fui a Brunete, que siempre me felicita después de los partidos. Félix Oramas por supuesto porque me ayudó en esa época en la que me había planteado tomarme el fútbol de otra manera, también Santi Calvo en el regional C, que todo el mundo decía que era como mi padre, porque me daba confianza para jugar y mucho cariño en lo personal. En el club también Juan Manuel Rodríguez, que vio algo en mí y tomó la decisión de subirme al primer equipo. Y por supuesto Tonono, que desde que me fui hace muchos años siempre me insistía en volver. Y cuando no me quedaba otra opción me dejó volver y me dio toda la confianza.

¿Cómo recuerda sus años en el regional C y en el filial?

Era una situación complicada en el sentido de que no entiendes bien las cosas. Por un lado está el club, que te da todo el apoyo, pero por otro el entrenador no te da minutos, que es un poco lo que ha pasado con Paco. Pero siempre tenía al regional C. Eran dos vestuarios diferentes, me lo pasaba bien y estaba contento, pero cuando llegaba el fin de semana en el B jugaba muy pocos minutos.

¿Cuál ha sido el peor momento de su carrera deportiva?

He tenido momentos malos, pero también buenos como que de repente venga Setién, me ponga y salga todo bien. Otros momentos malos han sido la lesión de pubis, que cuando pasó nunca imaginé que fuera tan larga y que tendría que pasar por el quirófano. Otro también fue ese primer año como regional cuando empiezas en Tercera, no juegas casi nada y te vas a Preferente. Allí te ocurre lo mismo y al final te ayuda un amigo como Félix, porque si no seguramente a otro equipo no hubiera ido.

¿Cómo es un día normal en su vida actualmente?

Por la mañana entrenamiento, luego a casa a comer. Después toca descanso, a veces pocas horas y otras veces más. Y después quedar con amigos, a veces a jugar a los videojuegos y otras a tomar algo, aunque yo no tomo nada. Pero voy por estar con ellos y por verlos. Luego a cenar y a casa.

¿A qué hora se acuesta?

Depende del día y de lo que haya en la tele, pero entre las 11 y media y las 12 y media.

Tiene la etiqueta de no ser serio fuera del campo. ¿Hay motivos para que tenga esa etiqueta?

Yo creo que no. En mi vida he sido de todo menos fiestero. No he sido precoz en las fiestas ni en el alcohol. No sé por qué me habrá pasado eso ni por qué existen esos rumores. Quizás es porque había gente que quería que ese rumor se extendiera, pero sí es verdad que de la noche a la mañana me han puesto como un borracho y que salgo todos los días. Nunca me he bebido una cerveza y el primer cubata lo probé con 18 o 19 años, cuando a los 15 años hoy en día hay jóvenes que beben todos los fines de semana. Yo siempre he sido deportista y responsable. Ahora uno crece y está claro que le gusta salir y divertirse, pero no como para tener esa etiqueta.

Lleva tres partidos consecutivos jugando después de no ir convocado en toda la Liga. El entrenador ha cambiado, ¿pero Tana también?

Creo que soy el mismo. Ha cambiado la confianza, pero sigo siendo el mismo que no jugaba, el que apoyaba a los compañeros cuando no tenía minutos y el que trabajaba en cada entrenamiento.

Cuando conoció el nombramiento de Quique Setién, antes de sus primeras charlas con él, ¿esperaba que su situación cambiaría tanto?

Para nada. Pensaba que no me conocía de nada y que podía tener alguna oportunidad, pero que sería poco a poco. Para nada pensaba que en cinco o seis días pasaría a ser titular contra el Villarreal.

Y de repente en Primera con un partido incluso en el Bernabéu. ¿Le ha dado vértigo?

No. Quizás es por el tiempo que llevo sin jugar o por los años que han pasado que me han dado más madurez, pero no tuve vértigo en ninguno de los tres partidos. En el primer año sí que algún estadio o alguna afición me daba vértigo pero ahora me lo estoy tomando con relajación, saliendo al campo a hacer lo que sé y a darlo todo.

De momento es la sensación en las últimas semanas, es la novedad. Pero si se sigue consolidando en el once llegará la responsabilidad y la presión. ¿Se siente preparado?

Sí, totalmente. Quizás por la madurez que he cogido, por mi manera de pensar sé que tengo responsabilidades pero cuando salgo al campo me quito esa presión y pienso solo en jugar el partido.

¿Prefiere jugar en la mediapunta, en la banda izquierda o en la derecha?

Dependiendo del equipo puedo estar más cómodo en una posición o en otra. De momento estoy jugando de mediapunta y estoy a gusto. Hacía años que no jugaba ahí, prácticamente desde que salí de Tercera. Siempre ha sido mi posición y estoy muy a gusto.

¿Cómo recuerda la jugada de la asistencia a Araujo?

Pensaba que había sido una jugada más elaborada y cuando la vi me llevé una gran sorpresa de que fuera una jugada rápida. Me desmarqué por el centro para que Simón tuviera pase y cuando me la dio solo vi a Araujo, que tenía al central por delante, y se la intenté poner ahí.

¿Qué porcentaje de Tana se está viendo?

No lo sé. Ahora me encuentro físicamente muy bien, en mi mejor momento desde que empecé con la lesión del pubis. Futbolísticamente también me siento muy bien. Sería matarme a mí mismo decir que estoy a un alto porcentaje de mi rendimiento, sería peor para mí. Me gustaría decir que jugando así estoy en un porcentaje medio y que me queda mucho por mejorar.

Su cien por cien es un misterio porque nunca ha tenido continuidad en el fútbol profesional. ¿Usted conoce su techo?

No, la verdad que no. Nadie se puede poner un techo. Solo he jugado tres partidos y estoy ahora empezando a tener continuidad. Está claro que es un misterio porque no he hecho una temporada entera. Si puedo meter seis goles no te voy a decir que mi techo son tres y si puedo dar diez asistencias no voy a decir que mi techo son seis. Ponerme techo sería tirarme piedras contra mi propio tejado.

Ha sido el jugador que más ha corrido en los dos partidos en los que ha salido como titular. ¿Se esperaba ese dato?

No me lo esperaba, sobre todo porque hay compañeros que corren mucho. Sí salí con ganas de comerme el campo pero no con la intención de correr más que nadie. Será por la posición, que tanto en ataque como en defensa tengo que estar siempre en movimiento.

¿Qué le pide Setién?

Me pide lo mismo que a todos, que es su filosofía de juego. Como mediapunta tengo sobre todo que apoyar siempre a los compañeros, proteger el balón y jugarlo con criterio. Y también a veces arriesgar un poco, no podemos jugar solo a no perder el balón.

¿Ya está renovado?

No, todavía no, pero ya el presidente lo ha dicho todo. Ya ha dicho muchas veces que es solo cuestión de tiempo. Por lo que pasó hace un par de meses se paró un poco pero ahora que estoy jugando y si las cosas siguen así lo que antes era un hecho pronto se firmará, seguro.

Compartir el artículo

stats