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El resurgir de las cenizas de Momo

El extremo de Las Torres, fijo en la grada con Herrera, tuvo el tanto de la gloria en Mestalla

A un centímetro del castañazo. La película de la resurrección del alfil de oro en Mestalla. La aparición de Jerónimo Figueroa 'Momo' como titular ante el Valencia, el pasado sábado, dejó un fotograma de rabia e impotencia. Lamento en un escenario mundialista, mágico y cuna de pistoleros diabólicos como Kempes, Piojo López o Villa. En el jardín de David Silva -firmó 164 duelos con el Valencia y 30 goles-, Momo bailó con la mística.

Tras una gran acción individual en el segundo tiempo, minutos antes de ser sustituido (75'), dejó fuera de combate a los dos zagueros con una pisada mágica y el remate se marchó rozando el travesaño en el corazón del área local. Con el meta Jaume casi batido, el habilidoso jugador zurdo malogró una de las ocasiones más claras para liquidar al gigante del templo del murciélago tras lograr el Viera el empate.

Ardía Mestalla, en una guerra sin cuartel con el cuestionado Nuno, y Momo firmó una actuación destacada en el costado derecho -a pierna cambiada en el ataque amarillo junto a Viera, Tana y Araujo-. Se retiró en el 75 para dejar su puesto a Nabil El Zhar. Rostro agrietado por la desazón al ver como se escapaba el tren perfecto para reventar al Valencia bajo el terror y el pánico.

La inclusión de Momo en la propuesta inicial confirma la apuesta ciega de Setién por un mimbre de jerarquía -con tres ascensos a Primera, uno de amarillo-. Con Paco Herrera, el de Las Torres solo jugó 26' en la primera jornada ante el Atlético de Madrid en el Calderón. Luego encadenó siete jornadas en la grada con el técnico catalán, que sería despedido el 19 de octubre, tras la debacle ante el Getafe (4-0).

El aterrizaje del cántabro le hizo regresar a una lista ante el Villarreal, aunque no llegó a jugar. Ante el Real Madrid en el Bernabéu fue uno de los descartes, junto a Dani Castellano. Y el 6 de noviembre, ante la Real Sociedad (2-0), completaba 23 minutos en el final de la pesadilla.

Pero fue en Mestalla, cuando tramó la venganza perfecta. Fue titular ante el Valencia y enterró 5 meses y 16 días de tinieblas. Una eternidad. La última aparición inicial del alfil de oro fue ante el Deportivo Alavés -además con el brazalete de capitán- en la última jornada de la pasada campaña regular 2014-15. Completó los 90 minutos y marcó un tanto de penalti. Luego sumaría 28 minutos en el 'playoff' ante Real Valladolid (23') -en la ida de las semifinales en Pucela- y Real Zaragoza (5') -en la ida de la final en La Romareda-. Sería descartado el 21-J, para presenciar el histórico salto al cielo del balón junto a la portería de Naciente, en ese minuto 84 que abrió la puerta de la leyenda.

Acaba contrato en junio

En el expediente del zurdo respiran 127 duelos con la UD. Es un referente. Momo afronta su séptima temporada, en dos etapas, en el club isleño. Debutó en febrero del 2003, de la mano de Uribe ante el Elche en el Martínez Valero, y en la pasada fue el tercer máximo realizador.

Hizo carrera en Primera con Albacete, Dépor, próximo rival amarillo, Racing, Xerez, Betis y ahora la UD. Es el ejecutor diabólico de las seis camisetas en el latifundio del glamour. Contabiliza 73 duelos en la máxima categoría -3 de amarillo- y ha logrado tres dianas. El pasado sábado jugó su segundo partido en Mestalla, ya que el anterior se remonta a septiembre con el Xerez (con otro valioso empate 2-2).

A sus 33 años, termina su vinculación contractual con la UD en junio del 2016. Desde la dirección deportiva de la entidadse ha acelerado la ampliación de otro referente como Aythami Artiles y el caso de Momo espera sobre la mesa. Sus lágrimas el 22-J ante el Córdoba llegaron al corazón de la marea amarilla, que le idolatra como uno de los estandartes de magia y coraje.

"Ascender con la UD y jugar en Primera de amarillo es lo máximo", ha reiterado el alfil, que sintoniza a la perfección con Quique Setién.

Lectura constructiva

En zona mixta no ocultaba su frustración. El dolor del gladiador. "Fue una pena. Intento ajustarla, el portero -Jaume- tapa bien pero me voy muy rascado. Me queda un sabor agridulce por su gol tempranero que nos retrasó a la hora de arrancar. Las ocasiones fueron llegando (...) Nos vamos con pena por las ocasiones falladas, pero un punto en Mestalla es muy importante para seguir trabajando. Lo hemos dado todo y ha sido espectacular".

Operación resurgir de las cenizas. Momo está de vuelta. Con su futuro en el alambre, cautiva por entrega. Acarició el tanto de la gloria en el coliseo de Kempes y Silva.

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