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UD Las Palmas Copa del Rey (1/16 de final, ida)

Roque, el mejor regalo

El mediocentro amarillo regaló al pequeño la equipación oficial de la UD "Quiero conocerte. Eres el mejor del mundo", afirmó Yauci en un vídeo al jugador "Fue muy emotivo. Su sonrisa, su humildad increíble, es auténtico", apuntó su madre Pepi El centrocampista de la UD Las Palmas sorprende a Yauci, un niño del Risco de San Nicolás, en su séptimo cumpleaños

Yauci Garabote (i) con su ídolo, Roque Mesa, en su séptimo cumpleaños en la sala Catapum, en Miller Bajo. PEPI RODRÍGUEZ

Pocos son los afortunados que reciben un regalo tan emotivo. No era un coche, no era una videoconsola ni en un DVD de Peppa Pig o Bob Esponja. No venía envuelto en papel de colorines, sino en carne y hueso. Era Roque Mesa. Yauci Garabote, un niño del Risco de San Nicolás, recibió la visita sorpresa del centrocampista de la UD Las Palmas en la fiesta de su séptimo cumpleaños el pasado 14 de noviembre. El destino quiso que se encontrarán en la sala de juegos infantil Catapum, en Miller Bajo.

"Estoy en las nubes", comentó el pequeño a su madre. Pepi Rodríguez contactó con la mujer del jugador teldense, Patricia Blanca, por Facebook. "Es mi cumpleaños y mi deseo es conocerte y decirte que eres el mejor jugador del mundo", expresó el chiquillo en el vídeo que le mandaron. La respuesta no se hizo esperar. "En el vídeo desde su casa, Roque le dice: 'Felicidades, Yauci, espero que te lo pases bien con tus amigos y yo te prometo que algún día nos conoceremos", afirma la madre de Yauci.

Tres horas de ensueño

El novio de la prima de Pepi, Iván Sánchez, que compartió vestuario con él en el Levante UD hace seis años, hizo el resto. Habló con Roque y le faltó tiempo para preparar la gran sorpresa: presentarse en la fiesta de Yauci. Aquel sábado permanecerá grabado para siempre en su memoria y corazón.

Durante tres horas acompañó a Yauci y a su hermana Yumara, que también celebraba su cumple, en su día más especial del año, se fotografió con las familias de otros niños, firmó autógrafos, y nunca perdió la sonrisa. De la boca de Pepi sólo salen palabras de agradecimiento y admiración hacia un luchador nato, un humilde guerrero y uno de los artífices del ascenso a Primera División del club de Pío XII. El teldense, joya de la cantera grancanaria y titular indiscutible del plantel amarillo, gana en las distancias cortas.

"Yo pensaba que vendría al cumpleaños y se marcharía, pero se quedó toda la tarde allí y empezó a jugar al juego de la silla. Fue muy emotivo y bonito. La sonrisa, la humildad increíble de una persona. Es auténtico, es un amor de niño", comenta Pepi.

El abrazo de Roque y Yauci nada más verse fue la estampa de aquella mágica tarde. Cuando entró por la puerta, el pequeño soltó la pelota en la cancha de fútbol donde estaba jugando con sus amigos y salió escopetado hacia él. Uno de los pilares de la medular de la UD Las Palmas no acudió a la fiesta en Catapum con las manos vacías. Yauci ya disfruta de la equipación oficial del equipo gracias a él: medias, pantalón y la elástica con el nombre de Roque en la espalda.

"No se lo creía, no lo quiso coger, como diciendo 'es o no es'. No se lo esperaba. Estaba en las nubes, se le veía una cara de felicidad", asegura Pepi. No faltó ningún detalle futbolístico en la celebración. Hasta la tarta del evento portaba el rostro azucarado del jugador. Roque colgó las botas de gran centrocampista de Primera División por una tarde y mostró su lado más humano y generoso. "Roque no se separó del niño en ningún momento. Yauci alucinaba, no lo conocemos de nada. Lo de futbolista es una cosa aparte, pero lo que tiene sólo en el corazón es lo que le vale", señala la madre de Yauci.

"¡Pero mami, pero mami, pero mira todo lo que está haciendo ese niño, ese 15!". Así reaccionó Yauci cuando vio por primera vez jugar a la UD Las Palmas en el Estadio de Gran Canaria. Aquel choque contra el Zaragoza (5-3) el pasado 11 de enero, correspondiente a la jornada 20 de la División de Plata, marcó un antes y un después en su vida.

Adoración amarilla

Esa brillante actuación del mediocentro teldense, que tiró del carro de un equipo isleño mermado por tres tarjetas rojas, despertó la adoración del niño grancanario hasta la fecha. "Yauci se impresionó con esos niños de la Península tan altos al lado de Roque. Se echaba las manos a la cabeza, vibraba, se levantaba del asiento. Hizo un partidazo", comenta Pepi.

Las paredes de su habitación forman un auténtico mural monográfico del futbolista de 26 años. Pósters, fotos, cromos, ... un templo de admiración amarilla. "Está flipando con Roque, siente adoración con él, ni con Cristiano, ni nadie más, sólo con Roque", apunta Pepi.

Yauci vive en primera persona la pasión por el deporte rey. Juega en el equipo prebenjamín A del CD Guiniguada en varias posiciones. En el colegio Aguadulce cursa 2º de Primaria y todavía está flotando. "¡A su profesora Maribel la tiene loca!", asegura Pepi, que comparte ese fervor por la UD Las Palmas con su hijo. Cada mes de vez en cuando no falta una visita al feudo de Siete Palmas para ver al conjunto de Quique Setién.

En un encuentro disputado a principios de mes contra el FC Guanarteme, Yauci marcó dos goles, que dedicó a su ídolo. "¿Y pa' tu madre? Y me dijo: 'El tercero', pero nunca lo metió", señala entre risas Pepi.

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