La Provincia - Diario de Las Palmas

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La segunda unidad aprovecha el trago

Quique Setién comprobó ayer que tiene madera para sacar un plan B necesario tras el sábado

Asdrúbal Padrón anota el gol del empate de la UD Las Palmas ante la estirada del portero Oier, que le había parado el penalti, y la llegada de tres jugadores de la Real Sociedad. QUIQUE CURBELO

Pocos días después de que el Deportivo de La Coruña leyera la matrícula a la UD Las Palmas y evidenciara que necesita un plan B, la segunda unidad de los amarillos dio un paso al frente. Quique Setién tiene más madera de la que ha ardido en las últimas jornadas, y le faltó por poner en liza a Nauzet Alemán. En Asdrúbal Padrón y Juan Carlos Valerón puede encontrar verticalidad, uno la aporta con los pies y el otro con su cabeza privilegiada. Willian José, aunque ya había salido como titular, mostró tras dos partidos lejos de la convocatoria su disparo y juego de espaldas, aunque sigue negado de cara al gol. Hernán Santana exhibió su solvencia, Juan Emmanuel Culio su adaptación a lo que el cántabro está pidiendo a los mediocentros y El Zhar volvió a regatear y poner centros maravillosos, como el del segundo gol.

Viene como agua de mayo el buen papel de los que menos han contado para el cántabro en las últimas semanas. Y en algún caso desde que aterrizó en la Isla. Porque a la UD Las Palmas le han atacado de repente las lesiones -la más grave la de ayer de Bigas- y afronta un calendario muy cargado en diciembre. Los necesita Setién para rotar en Copa del Rey, pero también para encontrar alternativas cuando el rival le tenga atado de pies y manos, le impida el paso y se defienda con orden. Así ocurrió el sábado ante el Deportivo de La Coruña. Y dos de los mejores argumentos que tiene Quique Setién para sorprender como variantes son Juan Carlos Valerón y Asdrúbal Padrón, que ayer dieron un puñetazo sobre la mesa tras mucho tiempo lejos de los focos.

La enésima clase de Valerón

Hay jugadores que tienen una etiqueta pegada a su nombre. Una etiqueta que les define, que resume sus cualidades por la vía rápida. Y, aunque en muchos casos sea injusto o insuficiente, suele ser por algo y suele ser acertado. En el caso de Valerón y de Asdrúbal es la magia y la chispa, respectivamente. Porque nunca se agotan. Da igual que uno tenga 40 años y que el otro lleve 165 días sin jugar un partido oficial. Les puede faltar acierto, les puede faltar precisión, les puede faltar aire. Les puede faltar cualquier cosa menos la etiqueta. La llevarán consigo siempre porque es eterna en ambos casos.

Los dos, además, completaron los noventa minutos, algo que el 'Flaco' no había hecho desde el 16 de octubre del 2014, también en un partido de Copa del Rey contra el Numancia. Y precisamente en la segunda parte estuvo más participativo que en la primera. Una actuación para desafiar todos los tópicos de la edad y el físico. No está en plenitud, pero recordó a quien lo hubiera olvidado que en el fútbol no son todo piernas.

El 'Flaco' se autoreguló, en los primeros minutos, con la Real Sociedad acaparando la posesión de la pelota, no se fatigó en la presión. Esperó su momento y sus pocas apariciones siempre acababan con el balón cerca del área rival. Su clase de fútbol llegó tras el descanso, sobre todo cuando los amarillos se pusieron por delante en el marcador gracias al portentoso centro de El Zhar y el imponente salto y cabezazo de Hernán.

Congeló el tiempo el '21', asistido primero por Vicente Gómez, que entró por Bigas, y después por Roque Mesa, que ocupó el lugar del de Schamann en el centro del campo cuando éste se metió como central. Así, la UD se apoderó del balón y dejó noqueada a la Real Sociedad, que con Eusebio se ordena a través del cuero.

Los donostiarras, sin demasiadas urgencias ya que el 2-1 no es una amenaza definitiva, corrían detrás de los amarillos. Mientras eso ocurría llegaron varios pases de gol de Valerón. Los dos más claros fueron para Willian, pero el brasileño, acertado en otras acciones, no estuvo lo suficientemente atento como para aprovechar los dos caramelos. Pero el de Arguineguín tuvo para todos y también habilitó dentro del área a Asdrúbal, a Culio y hasta a Nili, que pidió penalti en su internada.

Asdrúbal cambia el guión

La inspiración de Valerón llegó tras el empate y la entrada de Vicente Gómez. Entre ambos mimaron la pelota y marcaron el camino. Pero para levantar a la UD de la lona en la que le tumbó la Real Sociedad con el gol de Bruma apareció la pillería de Asdrúbal. Con él en el campo siempre pasan cosas. Ayer, ese espíritu que le acompañanará siempre provocó la jugada que cambió el guión.

Su ímpetu le hizo forzar el penalti que marcó y con el que la UD espabiló. Se adelantó a Carlos Martínez, estuvo más pillo, metió la pierna primero y el lateral mordió el anzuelo. Sus ansias de agradar y su personalidad le llevaron a coger la pelota en cuanto el árbitro pitó. Hernán y Willian se lo pidieron, pero era su momento, como en anteriores citas coperas habían sido la chilena al Numancia o el tanto en Sabadell. Ya ha marcado en las tres últimas ediciones de Copa.

Hasta que Oier adivinó el lado por el que Asdrúbal lanzó el penalti y el de Guanarteme embocó el rechace a los amarillos les costaba hacer circular la pelota. El empate les estimuló y se igualó el encuentro. Es lo que tiene contar con un futbolista infatigable en el esfuerzo. Acapara elogios de compañeros y cuerpo técnico por su trabajo diario y de los aficionados por su sacrificio dentro del campo.

Había comenzado el partido por la izquierda, a veces cambió de banda con El Zhar y acabó el duelo por la derecha tras la entrada de Jonathan Viera, el mismo con el que compartió ata-que en su último partido oficial, el del ascenso. Han pasado muchos meses pero Asdrúbal sigue tan pesado como siempre.

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