Más que por la derrota en sí, ¿cree que el paso atrás más evidente ante el RCD Espanyol fue en el juego del equipo?
Sí. Lo analizamos después del partido y el juego, hay que admitirlo, no fue bueno. Sobre todo por lo que nos habíamos acostumbrado a ver en las últimas semanas. De todo se aprende y, tras esta derrota, hay que quedarse con que si no se puede jugar bien hay que ser práctico. Si no se puede ganar jugando bien, pues entonces hay que ganar jugando mal. O no perder. Nos vamos a encontrar con este tipo de partidos más veces. Y no puede volver a pasar que el equipo caiga ante un rival que hace tan poco para ganar. Nos expusimos muchísimo sin tener ningún beneficio. Eso hay que corregirlo y ser más prácticos en este tipo de partidos.
En Cornellà la UD Las Palmas recordó al equipo de principio de temporada, al que los rivales le superaban con poco.
A nosotros nos tiene que dar igual el rival. Es cierto que de haber ganado nos habríamos puesto a un punto del Espanyol, justo la semana que cambia de entrenador. Pero es cierto que nos ganó con muy poco. No se vio mucho fútbol durante el partido. Ellos, durante la segunda parte y tras el 1-0, tuvieron ocasiones porque nosotros nos abrimos. Con tan poco no nos pueden hacer un gol, no nos pueden hacer daño. En una palabra, tenemos que ser prácticos.
Se acaba el año y Las Palmas sólo ha sumado 13 puntos. Lo habitual, para la permanencia, es llegar a 42. ¿Hacen cálculos de la cifra que hará falta?
No, no los hacemos. No sé cuántos puntos harán falta. Todo dependerá, en parte, de los puntos que sumen los de arriba. Nos hubiera gustado, como es lógico, sumar seis puntos antes de cerrar el año. O, como mínimo, haber sacado un empate en Barcelona y ganar al Granada en casa. Este partido nos trastoca un poco. Sobre todo por cómo se da. El empate, visto con perspectiva, lo hubiéramos dado por bueno. Ahora no quiero ver el duelo contra el Granada como una final; sí como un partido importante. El camino deberá ser recuperar el tono que dimos ante el Betis.
¿Y que la derrota en Cornellà quede como un accidente?
Sí. Sobre todo porque el equipo había jugado bien en las últimas semanas. Mire, en lo que nos tenemos que fijar es en lo que hicimos en Anoeta ante la Real Sociedad en la Copa del Rey. Cuando las cosas no nos salieron bien, el equipo tuvo capacidad para sufrir. Y eso es lo que hay que hacer siempre, no solo en la Copa. Si el rival, en un momento concreto del partido, es mejor que tú, hay que saber sufrir. Con ese poquito que tuvieron ellos no nos pueden ganar. En esos casos, hay que dar un pasito atrás, juntar las líneas y saber sufrir. Para salvarnos hay que saber interpretar cada momento.
¿Notó mucho el equipo la ausencia de Jonathan Viera?
Johnny [como conocen a Jonathan Viera en el vestuario] es muy importante para nosotros, pero las decisiones las toma el entrenador. Eso se acepta y punto. Además, Johnny no va a estar en todos los partidos que nos quedan por diferentes circunstancias, igual que otros que caerán por lesiones o sanciones. Y nos tendremos que adaptar. La plantilla es larga y competitiva. Saldrán otros y lo harán bien. Eso seguro. Por ejemplo, el sábado Nauzet Alemán, que sustituyó a Viera, lo hizo muy bien. El equipo está por encima de todo.
Al equipo, más allá de hacer goles, le cuesta generar ocasiones. ¿Preocupa en el vestuario?
Bueno, no mucho. Contra el Betis generamos muchas ocasiones y nos faltó concretar. Y ayer [el sábado para el lector] apenas creamos una ocasión de gol. No recuerdo una parada del portero del Espanyol. Con lo poco que hizo el rival y con lo poco que hicimos nosotros se diera ese resultado dice mucho. Cuando las cosas no salen, como apunté antes, hay que ser fuertes defensivamente. No tenemos que estar tan expuestos. Tocar es la idea, pero hay partidos en los que no se puede y hay que saber sufrir. Un empate, fuera de casa, es bueno. Un puntito en Primera División cuesta un mundo conseguirlo.
Se acerca el mercado de invierno. El club quiere fichar, pero para que puedan entrar jugadores primero tendrán que salir otros. ¿Teme que eso pueda romper la armonía del grupo?
Eso pasa siempre en los vestuarios. Forma parte del negocio. Ocurre todos los veranos y todos los meses de enero. El club decidirá lo mejor para el equipo. En eso estoy seguro. Todo lo que se haga se hará con cabeza y por el bien del equipo. Al final, todo lo que sea para mejorar será bienvenido porque lo importante, al final, es que alcancemos el objetivo.
