Una noche de fiesta, a veces, suele preceder a una dura resaca. Que se lo pregunten a la Unión Deportiva Las Palmas que, desde el 21 de junio -cuando celebró a lo grande su ascenso a Primera División-, arrastra una especie de malestar general que apenas le ha permitido festejar su regreso a la élite: ahora mismo es penúltimo en la clasificación de la Liga BBVA, desde entonces sólo ha celebrado tres victorias y por el camino se ha quedado Paco Herrera -entrenador que sacó al equipo amarillo del pozo y que en octubre fue despedido-.
La Unión Deportiva afronta este curso su trigésimo segunda temporada en Primera División y su quinto regreso a la élite -tras seis ascensos, su primer año en la máxima categoría consta como debut, no como retorno-. Y, en el apartado de vueltas, el equipo amarillo ha firmado esta campaña -con la jornada 16 como punto de referencia- la peor en el apartado estadístico: menos victorias -sólo tres- y menos goles anotados.
A Las Palmas, a lo largo de su historia, no le ha dado vértigo asomarse a Primera División. Ha sido subcampeón de Liga, en 1968 peleó por el título de campeón con el Real Madrid hasta la penúltima jornada, se ha colado en varias ocasiones en competiciones europeas y sólo en una ocasión -en su debut en la élite- fue incapaz de mantener la categoría de inmediato tras un ascenso -y eso fue en 1952-.
En sus cinco saltos posteriores desde Segunda a Primera División, la Unión Deportiva fue capaz de asegurar la permanencia ese mismo año. Durante el curso 54-55, después de su primer ascenso y con Luis Valle como entrenador, Las Palmas, en la jornada 16, sumaba 13 puntos -las victorias computaban por dos puntos entonces- tras ganar cinco partidos y empatar otros tres. Ese año, el conjunto amarillo se salvó tras acabar en la duodécima plaza.
Una década después, ejercicio 64-65 y con Grech en el banquillo, la Unión Deportiva acumulaba 16 puntos tras la disputa de los primeros 16 encuentros, tras firmar seis victorias y cuatro empates. Aquel equipo, en el que ya empezaban a despuntar futbolistas como Paco Castellano, Germán Dévora o León, fue noveno al cierre del año.
Roque Olsen devolvió a Las Palmas a Primera División en 1985 y, durante las 16 primeras jornadas de la temporada 85-86 -con Pepe Alzate y Germán Dévora como entrenadores-, el representativo grancanario firmó un irregular inicio de curso que le amarraba a los puestos de descenso, pues en la jornada 16: era penúltimo, como ahora, con 11 puntos, pero había logrado un triunfo más que la UD actual -cuatro-. Aquella plantilla se salvó luego con Ruiz Caballero como técnico y tras superar a Real Madrid y Barça en el Estadio Insular.
En el penúltimo regreso, con Kresic en la campaña 2000-01, Las Palmas iba como un tiro en la jornada 16: sumaba 21 puntos -las victorias ya valían tres puntos- tras firmar seis triunfos y tres empates.
