Me llamo Jonathan Viera y juego donde quiero. El 28 de enero del 2012, el mediapunta de La Feria rechazó una oferta del Granada, que había alcanzado un acuerdo de traspaso con la UD, y se quedó en el banquillo amarillo en el Municipal de Santo Domingo. La negativa al club nazarí le dejó fuera de combate ante el Alcorcón en la disputa de la 22ª jornada que terminó con derrota (3-1). Su imagen en el banquillo fue interpretado como un pulso al presidente Miguel Ángel Ramírez tras dar calabazas al club nazarí, presidido por Quique Pina.

En la siguiente jornada, Viera la armó ante el Guadalajara y logró el tanto de la victoria (3-2), con un lanzamiento magistral de falta que terminó en la escuadra de la meta violeta. Tres puntos y un grito: '¡Yo juego aquí!', miranda a la grada Sur, junto a Roque Mesa. En mayo del 2012, el genio de La Feria era traspasado al Valencia por 2,5 millones de euros. Y ahora, en Primera, el Granada de nuevo se cruza en el camino de Romario. Expedientado y sancionado sin jugar en la última jornada ante el RCD Espanyol, mañana será la noche de Viera. Es el centro de todas las miradas, y se la ha visto especialmente motivado en las últimas sesiones de entrenamiento. Igual que en febrero del 2012, tiene que salir a la palestra a lucir su magia. Le espera la maquinaria de Sandoval y un Gran Canaria sendiento de goles y glorias. Los amarillos respiran de forma agónica en la zona de descenso. Y el príncipe del grito desafiante anda suelto.