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Análisis del Atlético (línea por línea)

El motor 'colchonero'

Simeone alterna con tres mediocentros o con un doble pivote y dos extremos

El motor 'colchonero'

El equilibrio sostiene al Atlético de Madrid en el punto más alto de la clasificación de Primera División. Pétreo en defensa -sólo ha encajado ocho tantos-, en ataque convierte en oro las pocas oportunidades de gol que tiene -con Griezmann de dulce-. Y en medio de esos dos polos, en el centro del campo, carbura el motor de un equipo que, de lejos, tiene pinta de inquebrantable. Ahí, en la medular, reside la clave para muchos de este Atleti con sello de autor: el del Cholo Simeone.

Pocos equipos tienen tantos centrocampistas y con tantas posibilidades como el Atlético. En nómina, la entidad rojiblanca presenta a Koke -indiscutible en los planes de Simeone-, Gabi, Saúl Ñíguez, Thomas, Tiago -de baja de larga duración-, Augusto Fernández -recién incorporado procedente del Celta-, Matías Kranevitter -que acaba de llegar desde River Plate-, Óliver Torres, Correa y Yannick Carrasco -los tres últimos, hombres de banda-.

Esa cantidad de opciones ha permitido rotar a Simeone y mantener al Atlético fresco y en pie en las tres competiciones: líder de la Liga, en octavos de final de la Liga de Campeones emparejado con el PSV Eindhoven y en cuartos de final de la Copa con el Celta en el horizonte. Con Koke y Gabi como piezas casi fijas dentro de su entramado, Saúl Ñíguez -poco a poco- se ha hecho con un hueco en las alineaciones rojiblancas para completar un centro del campo que, en las oraciones de la afición colchonera, ya toma la forma de una especie de santísima trinidad.

Variantes tácticas

Tanto mediocentro con tantas características diferentes da a Simeone la opción de jugar con varios dibujos tácticos: 1-4-3-3 (el más habitual) o 1-4-4-2. En las últimas comparecencias del Atlético en Liga, el técnico argentino alternó con esas alternativas. Frente al RC Celta, en Balaídos, plantó de entrada a cuatro centrocampistas, los cuatro de un perfil de contención: Gabi, Augusto, Saúl y Koke. Y el resultado, en Galicia, fue excelente para los intereses del conjunto rojiblanco: victoria, 0-2, con goles de Griezmann y Yannick Correa.

En los dos encuentros previos a la visita al Celta, Simeone repitió apuesta táctica: tres mediocentros para cubrir la espalda de sus tres delanteros y ayudar en las coberturas a sus defensas. Ante el Levante UD, en el Manzanares, el Cholo alineó de entrada a Gabi, Ñíguez y Koke -con Griezmann y Correa en los extremos y Jackson Martínez en punta-. Y siete días antes, en Vallecas frente al Rayo, calcó la fórmula con Ñíguez, Koke y Óliver Torres. En ambas ocasiones, el resultado fue positivo para los intereses rojiblancos: dos triunfos.

En La Rosaleda, ante el Málaga CF, el Atlético encajó una de las tres derrotas en Liga que aparecen en su casillero. Y aquel día, casualidad o no, a Simeone le dio por experimentar. El entrenador porteño probó con un dibujo táctico poco habitual en su hoja de ruta: 1-4-1-4-1, con Gabi por delante de la defensa -en una jornada en la que el mediocentro empezó el día en el colegio electoral al ser suplente en una mesa para los comicios del 20D- y una línea de cuatro mediapuntas formada por Griezmann -banda derecha-, Ñíguez y Koke -por dentro- y Correa -izquierda-. El ensayo acabó en error (de resultado): se impuso el Málaga con una diana de Charles.

Ante una UD Las Palmas que juega a partir de tener la pelota, superar a la línea de medios del Atlético será clave para los intereses amarillos. A Roque, Vicente y Tana les espera una dura jornada de trabajo en la oficina.

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