El entrenador de la Unión Deportiva Las Palmas, Quique Setién, se ha mostrado "orgulloso" por el partido "extraordinario" que, a su juicio, ha realizado su equipo ante el Atlético de Madrid pese a perder por 0-3 en el Estadio de Gran Canaria.

El técnico cántabro ha dicho que el conjunto amarillo "plantó cara" al líder durante el primer tiempo, "jugando muy bien y con ocasiones suficientes para habernos ido al descanso con ventaja, y no con el 0-1", tras el tanto convertido por Filipe Luis.

Setién cree que en ese primer gol "quizá pudimos defender mejor, lo tengo que analizar", y ha destacado la dificultad de haber competido ante un rival "con futbolistas más rápidos, gran calidad técnica y fuertes físicamente. A veces les exigimos a los jugadores más de lo que pueden dar".

El preparador montañés ha lamentado la ocasión que tuvo Roque Mesa, que pudo suponer el empate, "y a continuación nos hicieron el segundo". Pese a ello, cree que Las Palmas va por una "buena línea" porque este partido "no es un reflejo de lo que nos vamos a encontrar, hoy nos enfrentábamos al primer clasificado, un equipo que defiende muy bien, como ningún otro equipo".

En ese sentido ha destacado que incluso con 0-2 en el marcador, los rojiblancos "tenían a diez jugadores por detrás del balón, son tremendamente disciplinados, saben asegurar su portería".

Setién se ha quejado del mal estado del campo, que impide la propuesta de juego de su equipo, y también del árbitro, porque considera que consintió muchas faltas del rival "y solo sacó una tarjeta amarilla en el primer tiempo", a Augusto Fernández.

Además, a su juicio hubo penalti en un balón que golpeó en el cuerpo y después en la mano de Gabi, ya en el segundo periodo.

"El árbitro, aunque no ha influido en el resultado, no nos ha valorado con el mismo rasero, y últimamente no nos están ayudando mucho", ha lamentado.

Por último ha subrayado que mientras él sea el entrenador del equipo "vamos a seguir jugando así, sin dar patadones para arriba", al ser preguntado por los excesivos riesgos que asumen sus defensas para sacar el balón jugado desde atrás sobre un césped que continúa en mal estado.