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UD Las Palmas La contracrónica (Cuartos de final, ida)

Nili rompe el cascarón

El meta australiano del Valencia Mathew David Ryan no despeja el esférico, en la acción del 0-1, en el autogol de Zahibo. MANUEL BRUQUE

El último pasajero del mercancías de los meritorios. La noche de Nili Perdomo. El espigado lateral, un fideo irreverente, alcanzó ayer la matrícula de honor con un festival frenético de descaro. En la autopista derecha, hizo lo que le dio la gana. Cuestión de supervivencia, mejor atacar que esperar una puñalada por la espalda. Mejor morder, que ser devorado por una piraña en el verde del imponente Mestalla.

En el feudo mundialista, en el jardín de Mendieta o 'Piojo' López, el lateral del filial respiró como en el Anexo. Cabalgada tras cabalgada, dejó en evidencia a Piatti y a Gayá -pretendido por el Real Madrid-. Con David Simón como lateral zurdo, que acabaría jugando de marcador central por el flanco izquierdo, Aythami y David García acompañaron al benjamín de la convocatoria.

En su cuarta presencia en la Copa de las maravillas, Nili lució madurez y se sumó al área del meta Ryan como un cohete. Un misil de uranio al corazón del galeón de Neville. Bajo las tinieblas de un duelo plomizo, repleto de errores e imprecisiones, el latir frenético de la perla amarilla fue un paréntesis divino. Brilló ante el caos, en un encuentro extraño para la UD, que alcanzó el descanso con ventaja en el electrónico (0-1) sin tirar a portería. El primer lanzamiento llegaría en el 60'.

Con Araujo perdido, ahogado en su lucha con los dragones Mustafi y Abdennour, el peligro llegaba bajo la capa de un superhéroe inesperado. Luz para escapar del infierno.

En el 34' llegó la primera escapada de Nili. Eslalon al filo del abismo. Con el toque por bandera, siempre al límite, las arrancadas del lateral eran bombonas de oxígeno para los amarillos ante la presión de Alcácer, Rodrigo o Piatti. Una aventura en solitario por el Sáhara. Tras sortear a tres rivales, la acción se congeló a las puertas de la muralla che. Faltaba la puntilla, que llegaría en el 39, tras una falta lateral sacada por Momo y rematada a la red por Zahibo.

Con todo a favor, en el segundo tiempo, la UD padeció la ira del gigante. Un remate cruzado de Alcácer acabó en la red: 1-1. Raúl Lizoain, como ya hizo en el primer acto, sacó una mano milagrosa en un tiro a bocajarro del pistolero local.

En esa contienda de idas y venidas, de músculo y registros 'cancheros', se vio el renacer de otro meritorio. Culio, al alza, se creció en la batalla de contacto. Estaba en su salsa y recibió el premio de Setién: "Ha estado extraordinario". Sin la estética ni el verso del (1-1) liguero, la UD da un paso importante hacia las semifinales del torneo del KO.

No fue la mejor noche de la sinfonía de Setién, que además sufre el contratiempo de la pérdida -durante un mes- del arquitecto Vicente. En la tormenta de Mestalla, Nili presentó su curriculum. Una bala sin complejos con 244' en la cita de los sueños. El elemento sorpresa, que generó el caos en el volcán che.

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