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Fue en un palmo de terreno y en un pispás. Ocurrió todo tan rápido que los que no estuvieron atentos o pestañearon -como toda la defensa del Celta- se perdieron la acción. El reloj consumía ya los primeros segundos del descuento y atacaba la Unión Deportiva Las Palmas, volcada en campo contrario y con la pelota siempre al pie, sobre la portería del conjunto celeste -en inferioridad numérica desde el minuto 74 por la expulsión de Orellana- cuando entre Tana, Roque y Willian José se inventaron una maravilla completa: fue todo tan bonito como efectivo.

Tana, marcado de cerca por un rival y sin escapatoria, dibujó un taconazo que permitió a Roque plantarse en la frontal del área. Allí, el mediocentro picó el balón lo justo para que Willian José, más rápido y más pillo que nadie, colara la pierna izquierda, justo entre la lentitud del central Jonny y la duda del portero Sergio, para firmar un remate que vale oro: primero, porque permitió a la UD remontar y ganar ante el Celta (2-1) en el último suspiro de una cita en la que el conjunto que entrena Quique Setién fue mejor que su ilustre rival y, luego, ya de paso, porque los tres puntos sumados sacan al equipo amarillo de los puestos de descenso a Segunda. Una bendita locura. Todo.

Las Palmas, en la aventura por permanecer en Primera División, no anda sobrada. Va justa de casi todo. Cuenta con buenos porteros, necesita mejorar de manera imperiosa en defensa, tiene una buena cuota de talento en el centro del campo, mantiene un serio problema con el gol desde hace tiempo, presenta un alarmante número de jugadores poco productivos y vive desde agosto del año pasado con apuros clasificatorios. Pero a pesar de ese diagnóstico, pese a presentar un cuadro en apariencia tan raquítico que le condena desde hace tiempo al sufrimiento casi eterno, se permite algunos lujos como contar con futbolistas que marcan la diferencia en un escenario tan exigente como la Liga.

Pocos equipos pueden contar en sus filas con piezas como Varas, Bigas, Roque, Tana, Jonathan Viera o Willian José, jugadores que desequilibran un partido y dan puntos. Y a eso, un auténtico tesoro, se agarra el conjunto amarillo para sobrevivir en Primera, un ejercicio que anoche consumió otro capítulo con la victoria de la Unión Deportiva sobre el Celta, tras remontar el tanto inicial de Bongonda (min. 5) con goles de Jonathan Viera -de penalti- y Willian José -ya en el descuento-.

El duelo de ayer, ante uno de los mejores equipos de la Liga -por el fútbol desplegado y los resultados obtenidos hasta ahora; el equipo celeste es séptimo en la clasificación de la Liga- refleja a la perfección el perfil bipolar -casi disparatado- que presenta Las Palmas, capaz de lo mejor y lo peor en una sola tarde -y hasta en cuestión de segundos-. No hace prisioneros el Celta, reconocible a través del método del Toto Berizzo -con las ideas de Marcelo Bielsa como sustento de todo lo demás-. Presiona arriba sin regatear esfuerzos, mezcla futbolistas de calidad con jugadores de recorrido y fuerza. Y así, con ese plan, anda feliz: en la carrera por jugar la Europa League el curso que viene y plantado en las semifinales de la Copa.

Casi sin querer, en un pase profundo en apariencia inofensivo de Planas que dio por accidente en la pierna derecha de Wakaso, el Celta provocó una escabechina en la línea de retaguardia de la Unión Deportiva. El balón perdido pilló fuera de sitio a David Simón y David García, desajuste que dejó un pasillo amplio y profundo para que Theo Bongonda se lanzara hacia la portería de Varas. En la carrera, el extremo belga dejó atrás a Aythami Artiles, se plantó ante el portero, al que retó y superó en el arte del mano a mano (0-1, min. 5).

El gol del Celta retrató la empanada con la que Las Palmas se presentó al partido, una cita que sirvió para bautizar a Montoro como titular. El jugador valenciano, incorporado la semana pasada tras un discreto paso por el Almería, fue la novedad de un once que dio continuidad a los planes ya habituales de Setién. Escondido detrás de Roque -su compañero en el doble pivote- con el juego en movimiento, el centrocampista destacó a balón parado: colgó tres pelotas -tras dos faltas y un saque de esquina- que generaron las acciones ofensivas más relevantes de la Unión Deportiva en la primera mitad.

Con Montoro ya de titular nada más llegar, Setién apostó en la defensa por repetir con Aythami y David García como centrales pese al regreso de Bigas a una convocatoria -se lesionó el 3 de diciembre ante la Real Sociedad en un partido de Copa del Rey-. Y con Willian José alineado otra vez en punta, fue en la línea de mediapuntas donde al técnico cántabro le dio por experimentar: probó con Wakaso en la banda derecha para mantener a Tana en el centro y Jonathan Viera en la izquierda.

Penalti de Cabral

Tras un remate de Orellana que lamió el larguero (min. 8), el Celta cayó en la vulgaridad. Con 0-1 en el marcador y la semifinal de la Copa contra el Sevilla FC a la vuelta de la esquina, al conjunto gallego le dio un ataque de prudencia que animó a Las Palmas a estirarse. Al ver que el rival no mordía y los minutos caían, el equipo amarillo se sacudió los complejos. Intentó ser más profundo y vertical para superar la presión del adversario y no dudó en intentar acabar las jugadas de ataque -aunque fuera con disparos lejanos, una especie de fortuna a la que el representativo grancanario parece alérgico desde hace años-.

Jonathan Viera (min. 10), Tana (min. 11), Willian José -con un latigazo al larguero en el minuto 19- y Aythami -tras un córner en el minuto 28- rondaron el gol, premio que llegó pasada la media hora y tras un penalti por mano de Cabral. Sánchez Martínez, el árbitro testigo del 22J, decretó la pena máxima a instancias de su juez de línea -en una acción que el colectivo arbitral a veces castiga y a veces deja impune- y Viera, con temple y clase -casi caminando y sin perder de vista los movimientos del portero rival-, batió a Sergio para establecer el empate antes del descanso (1-1, min. 33).

Una paradoja revolucionó poco después el juego de Las Palmas. A Montoro, por los gestos de dolor, se le debió rasgar el abductor de la pierna izquierda y lo que en un principio parecía una desgracia se convirtió en una solución para dar con la tecla correcta. Con Valerón y Culio en el banquillo, Setién optó por dar entrada a Momo y variar el dibujo táctico. Mantuvo a Roque como único mediocentro y plantó cuatro mediapuntas por delante: Wakaso se mantuvo en la banda derecha, Momo se fue hasta el extremo izquierdo y a Tana y Jonathan Viera les tocó mezclar por dentro. La apuesta, improvisada, resultó ganadora.

La Unión Deportiva, a partir del triángulo que formaron Roque, Tana y Viera, se quedó con la pelota ante un Celta que, agazapado y a verlas venir, puso todos los huevos en el mismo cesto: la búsqueda de un contragolpe para asaltar el Estadio de Gran Canaria y ponerse a pensar en aventuras mayores. La jugada le salió rana al conjunto celeste, que se limitó a contener una buena versión de Las Palmas tras la expulsión de Orellana -vio la segunda amarilla en el minuto 74 por simular un penalti-.

Entró Bigas (min. 68) y la autoconfianza del equipo amarillo para sacar el balón jugado se disparó. No perdió el rumbo la UD pese al goteo constante de los minutos. Ni se desesperó ni abandonó el método para ganar: quiso siempre la pelota y por ahí, con Tana, Roque y Willian José empeñados en hacer magia con un golazo, firmó una victoria que sabe a gloria.

- Ficha técnica:

2. UD Las Palmas: Javi Varas; David Simón, David García, Aythami (Bigas, min. 68), Dani Castellano; Montoro (Momo, min. 42), Roque; Wakaso (Nauzet Alemán, min. 82), Tana, Jonathan Viera; y Willian José.

1. Real Club Celta: Sergio Álvarez; Jonny, Hugo Mallo, Cabral, Planas; Pablo Hernández, Radoja (Pape Cheikh, min. 85); Beauvue (Wass, min. 60), Orellana, Bongonda; y Iago Aspas (Guidetti, min. 66).

Goles: 0-1, min. 5: Bongonda. 1-1, min. 33: Jonathan Viera, de penalti. 2-1, min. 90: Willian José.

Árbitro: José María Sánchez Martínez (Comité Murciano). Expulsó por doble amonestación al jugador visitante Orellana (32 y 74). Además, vieron la tarjeta amarilla sus compañeros Hugo Mallo (min. 29) y Bongonda (min. 90+2), así como los jugadores locales David Simón (min. 16), Aythami (min. 42), Willlian José (45+1), Wakaso (min. 56), Roque (min. 66) y Momo (min. 81).

Incidencias: partido disputado hoy en el Estadio de Gran Canaria ante 18.473 espectadores, según informó el club local. Césped en irregular estado.