El Estadio de Vallecas, a donde la UD Las Palmas regresará este sábado en Primera División, se vivió uno de los capítulos que más escándalo ha generado en el club amarillo en toda su historia. Fue en la jornada 19 de la temporada 2000-01, la del regreso a la máxima categoría, en un partido que acabó 1-1 gracias a los goles de Pablo Lago y Bolo. Pero el resultado quedó en lo de menos esa misma noche cuando los programas deportivos de la radio española anunciaron una filtración desde el club franjirrojo.

Ocurrió que empleados de la entidad encontraron a la hora de limpiar el vestuario que ocupó la UD Las Palmas jeringuillas, un buen número de cápsulas y ampollas para inyecciones. Uno de los médicos del club era Eufemiano Fuentes, que había llegado con la temporada iniciada para encargarse del aspecto de la recuperación de los jugadores. Le recomendaron desde el cuerpo técnico, entonces liderado por Sergio Kresic y Fuentes, que ha estado implicado en varios casos de dopaje en el mundo del ciclismo, entró a formar del equipo a pesar de que Arturo Gómez, jefe de los servicios médicos, se había opuesto a su incorporación.

La UD Las Palmas quedó contra las cuerdas por la sospecha de dopaje y al día siguiente Eufemiano Fuentes, junto a Sabino López, Sergio Kresic, Arturo Gómez y el médico Javier Hernández convocaron a la prensa de manera urgente para explicar que era un complejo vitamínico y para reiterar que los métodos utilizados estaban dentro de las leyes del deporte, afirmación que con el paso del tiempo quedó fuera de toda duda.