¿Qué es lo que más le ha gustado de Gran Canaria y del club de momento?
La ciudad y el grupo. Y el clima también. He podido ver un poco de todo, solo cosas por encima, y está todo muy bien.
¿Cuál es la primera impresión que se ha llevado del equipo?
Que es un grupo muy unido y que está para pelear grandes cosas. Estamos en una posición no muy buena pero queda mucho.
¿Ha podido ver más partidos?
Sí, claro. He visto el partido del ascenso, con el gol de Araujo. Es un jugador magnífico. Y también Jonathan, son muy buenos.
¿Le atrajo el ambiente?
Fue una locura, sobre todo por lo que había pasado el año anterior contra el Córdoba. Y que se haya ganado así, en los últimos minutos, fue muy bueno.
¿Qué le ha dicho el entrenador en sus primeras charlas?
Que me ponga a punto lo antes posible para estar preparado para jugar.
¿Cómo es compartir un vestuario con Valerón?
Es algo muy lindo porque cuando era chico lo miraba por la televisión y ahora compartir vestuario con un jugador como él es muy lindo. Tengo que aprovecharlo.
¿Cuándo llegó la primera llamada de Las Palmas?
Escuché rumores pero traté de estar tranquilo. Me encontraba de vacaciones porque la Liga en Rusia estaba parada. Pero en Uruguay no descansé, me estaba entrenando con Defensor, mi antiguo club, para las ofertas que vinieran. Las Palmas es una oportunidad muy buena para conseguir minutos en la mejor Liga del mundo, para crecer en lo personal, para aprender muchas cosas y para ayudar al club.
¿Qué otras propuestas manejaba su representante?
De Francia y de España, la mayoría de Primera División.
Todo han sido elogios tras su llegada, sobre todo acerca de su futuro. ¿Cómo le sienta?
Pues que ahora me toca demostrarlo dentro de la cancha. Quique me ha dicho que me ha visto en muchos partidos y ahora tengo que hacerlo lo mejor posible.
Gente del club ve en usted un caso como el de Jeison Murillo. ¿Le enorgullece o le presiona?
Me enorgullece y no me presiona. La presión no la siente mucho porque está en mí demostrarlo o no. No pienso en lo que pueden pensar los demás, sino en dar el máximo que puedo aportar.
¿Cuál es el primer recuerdo que tiene con el balón?
Fue con 4 años y desde entonces no he parado. Al principio lo hacía simplemente porque me gustaba, para divertirme, pero poco a poco quise probar para ver hasta dónde podía llegar. Y ya en la adolescencia vi que podía alcanzarlo y seguí para adelante.
¿Cómo fue su infancia?
Fue muy buena. Le agradezco a mis padres y a Dios que nunca me faltó nada. En la casa siempre tenía comida. Éramos de nivel medio. Mis padres lucharon para que mi hermano, mi hermana y yo creciéramos bien.
¿Qué papel juega la religión en su vida?
Creo en Dios y le agradezco a él las cosas que he logrado en tan poco tiempo. Nunca me imaginé estar aquí viviendo del fútbol.
¿En qué momento pensó que podía llegar a ser profesional?
A partir de los 16 años. Me tocó irme de mi ciudad natal, de Rivera, hasta Montevideo. Estaba lejos de mis padres pero tenía que buscar mi futuro, aprovechar la experiencia al máximo.
Dejó su casa muy pronto para formar parte de la cantera del Defensor. ¿Cómo le fue?
El primer año fue complicado por la adaptación y por el hecho de extrañar a la familia. Pero al siguiente año arranqué jugando, tomé coraje y enseguida me llamaron a una preselección sub 20 de Uruguay teniendo 16 años.
¿Qué significa para un uruguayo jugar para su país?
Es inexplicable por cómo somos en Uruguay. Somos un país muy chico pero que con las selecciones llegamos a niveles muy altos. Cuando vistes la celeste es algo que siempre has soñado y lo dejas todo en cada partido.
Ya ha visto mundo a pesar de su juventud. ¿Qué distingue al jugador charrúa del de otras nacionalidades?
Digamos que el uruguayo siente más los partidos. Quizás te equivocas en un pase y te queda muy dentro, te afecta mucho y siempre quieres mejorar. Y esa garra que sale de adentro y te hace dejar el 120 por ciento en cada partido.
¿Cuál es su mejor experiencia como futbolista?
El Mundial sub 20. Quedamos afuera en los cuartos de final con Brasil por penaltis, pero esos recuerdos son muy buenos.
¿Siempre jugó de defensa?
No, no. De chico jugaba de volante central. Antes me gustaba más marcar goles pero ahora prefiero defender.
¿Cuáles son sus referencias en su puesto?
Godín, me fijo mucho en él porque es uno de los mejores defensas del mundo. Y también me gusta mucho el estilo de David Luiz, que quiere salir jugando con la pelota.
Y de repente Rusia. ¿En qué momento decidió irse?
Esa opción salió después del Sudamericano sub 20. Tenía otras opciones pero a nivel económico y de experiencia de vida era la mejor opción. Al principio jugué 6 o 7 partidos como titular e incluso la previa de la Europa League. Pero por cambios en la directiva empecé a tener menos minutos y decidí que para no estar sin jugar tendría que buscar otro destino.
¿Cómo es la vida en Rusia?
Bien, muy bien. Yo estaba en una ciudad moderna. Lo único complicado era el idioma y el frío.
Le gusta más la temperatura de Gran Canaria, ¿no?
(Sonríe) Sí, claro. Es hermoso.
¿Se ve aquí muchos años?
Sí. Me ha gustado la primera impresión de la ciudad y del equipo. Creo que es una buena oportunidad. Espero seguir mucho tiempo.
¿Siente que encaja en el proyecto de la UD Las Palmas?
Creo que sí, porque mi estilo de juego se basa en tratar de salir jugando y de tener el balón. Si Dios quiere va a salir todo bien.
¿Es el fútbol que más le gusta?
Sin duda. El estilo español, que se caracteriza por tener el balón ,es mi favorito. Es la idea que tiene el entrenador y espero adaptarme.
