El 19 de octubre del año pasado, tras caer goleado (4-0) ante el Getafe CF en el Coliseum Alfonso Pérez, la Unión Deportiva Las Palmas era penúltima -con cinco puntos- en la clasificación de la Liga BBVA y ocupaba plaza de descenso a Segunda División. Aquel tropiezo, en ese momento y en esas circunstancias, desencadenó la destitución de Paco Herrera y la contratación de Quique Setién como técnico. Hoy, casi cuatro meses después de aquel partido, tras perder en Vallecas el sábado ante el Rayo y luego de encadenar 15 jornadas desde el cambio de técnico, el equipo amarillo sigue anclado en el mismo punto cardinal: en una de las tres posiciones de la tabla, la antepenúltima, que sellan la pérdida de categoría a final de campaña.
Los números explican esa realidad. El representativo grancanario es tercero por la cola en la tabla porque hasta el momento, por ejemplo, ha sido incapaz de rascar una victoria lejos del Estadio de Gran Canaria en Liga, porque tiene un serio problema en ambas áreas -es el cuarto conjunto que menos goles anota (23) y el quinto que más tantos ha recibido (36) en Primera División- o porque en las últimas cinco semanas ha firmado -tras el Valencia CF- la peor racha de toda la categoría.
Pero si las estadísticas dan forma al mal estado actual de Las Palmas, las sensaciones que desprende el equipo amarillo propagan el estado de preocupación en torno al conjunto que entrena Quique Setién, que con el técnico cántabro al mando ha sumado 16 puntos en 15 jornadas, una cantidad insuficiente para huir de los problemas.
En Vallecas, ante el Rayo -un rival directo en la carrera por la permanencia-, la Unión Deportiva fue superada en todo -y por varios cuerpos de diferencia- por un adversario que fue mejor con la pelota al pie, que impuso su fútbol desde el primer minuto hasta el último, que marcó el ritmo del encuentro al presionar la salida de balón del equipo amarillo en el primer movimiento de defensa y que mantuvo siempre el nivel de actitud adecuado para ganar.
De Las Palmas poco se supo el sábado en Madrid, en una noche en la que certificó la regresión que había trazado -ligeramente- durante las últimas semanas y que algunos buenos momentos puntuales -como el empate en Copa ante el Valencia en Mestalla o el triunfo frente al Celta- habían logrado disimular.
El método de Setién, una idea -la de organizar al grupo a partir del balón- que el entrenador santanderino ya apuntó como innegociable antes y después de sumarse al proyecto amarillo, se ha desfigurado con el paso del tiempo. El plan, de entrada, mejoró el rendimiento de Las Palmas, pero ese impulso se ha diluido poco a poco. A veces cuesta reconocer a un equipo que durante el último mes de competición se ha quedado a medio camino en su huida de la zona caliente de la clasificación: pretendía salir del agujero a base de un fútbol ordenado a través de la posesión de la pelota y en parte de sus últimas citas ha sido un conjunto vulgar y apagado.
En la Unión Deportiva, dentro de la plantilla, hay dudas sobre la fórmula de Setién. Y esas sospechas, incluso, no se ocultan. "Cuando no se puede jugar hay que ser más eficaz, jugar más en largo", apuntó Aythami, en televisión, nada más finalizar el choque en Vallecas. El discurso del central no es nuevo. Después de perder en Cornellà ante el RCD Espanyol ya planteó una solución similar para situaciones concretas. "Si queremos salvarnos debemos ser más fuertes defensivamente. Hay que ser más listos en este tipo de encuentros", añadió el defensa de Arguineguín.
Diferencias internas
Tampoco hay una sintonía completa entre la comisión deportiva y Setién, distancia que se reflejó al cierre del mercado invernal de fichajes. Desde los despachos se le ofreció al técnico la posibilidad de contratar a un delantero para reforzar la plantilla, opción que el preparador montañés descartó al considerar que el equipo debía incluso perder alguna pieza para poder afrontar una gestión del grupo más saludable.
Desde la zona noble de la entidad, tras algunas palabras del técnico en Vallecas -"no tenía ningún mediocentro específico, ha jugado un jugador que suele jugar más arriba", señaló en sala de prensa cuestionado por la alineación de Valerón en el doble pivote-, recuerdan que fue el propio Setién el que apostó por tener una plantilla corta.
En este escenario, a la Unión Deportiva le toca salvarse.
