Una de las pasiones de Quique Setién, técnico de la UD Las Palmas, más allá del balompié es el ajedrez. La capacidad de resolución de los problemas, dificultades e intentar alargar situaciones límites para salir indemne o victorioso si no te has anticipado a alguna acción, son algunas de las premisas del juego. "En el tablero debes dominar siempre el centro, aunque luego te den mate por un lado, y en el fútbol también tienes que controlar el centro del campo para controlar la situación y tener más posibilidades de ganar el partido", explicó el técnico en una entrevista publicada en el diario Marca.
Ahí, en el centro del campo, donde se controla el partido, Setién vuelve a tener un problema esta semana. Un rompecabezas de difícil solución con las piezas que hay en el tablero. Porque una semana más, el técnico de la UD Las Palmas se encuentra con una falta notable de efectivos en el centro del campo. De cara a la visita al Ramón Sánchez Pizjuán del próximo domingo (15.00 horas, Canal Plus Liga), el estratega del cuadro amarillo tendrá que volver a lidiar con el mismo problema: cómo recomponer su centro del campo para hacerlo consistente y talentoso.
La baja de Vicente, su hombre de confianza y al que otorgó la manija en el centro del campo, ha trastocado todos los planes de Setién en la medular. De eso han pasado ya casi tres semanas y a juicio de las variantes utilizadas por el preparador santanderino, la solución, con las pocas fichas de las que dispone, se le resiste.
La falta de efectivos reduce aún más las posibilidades de Setién a la hora de elaborar un plan para hacer carburar una sala de máquinas que cree fútbol, algo básico para que su idea futbolística tome forma. Una semana más no podrá contar con Hernán. En el entrenamiento del pasado lunes, el futbolista del barrio de Zárate se limitó a hacer carrera continua con Jesús Suárez, readaptador del club.
Sus problemas en el gemelo no terminan de dejar que el canterano se reenganche con el grupo. Unas lesiones musculares que no han dejado tener continuidad al mediocentro en esta temporada.
Así, Roque se vuelve a convertir en el único mediocentro puro de la plantilla. En la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey, donde se lesionó Vicente, Setién colocó al 4 amarillo junto a Culio, con Valerón, Wakaso y Momo por delante. Desde la lesión de Vicente Gómez, la UD ha jugado cinco partidos con cuatro disposiciones distintas en el centro del campo. Acompañar al centrocampista de Telde se ha convertido en el principal problema del cuadro grancanario desde hace unas semanas.
A partir de ahí comenzó el baile de peones. Ante el Levante, el experimento con Valerón en el centro del campo fracasó. Wakaso, Tana y Viera por delante fueron insuficiente para mantener el control del esférico. La UD salió del Ciutat de Valencia con un 3-2. En el siguiente choque correspondiente a la vuelta de los cuartos de Copa del Rey, Emmanuel Culio fue el elegido para escoltar a Roque. Su error en el gol che le condenó para siempre. Con el sambenito a cuestas de la grada, el argentino se fue antes de que acabara la temporada.
Ahora, la opción del ex del Deportivo se esfumó. En ese partido debutó Ángel Montoro, el hombre elegido para sustituir a Vicente. En el siguiente duelo ante el Celta, el valenciano se posicionó en paralelo a Roque. El invento duró 40 minutos, los que tardó Montoro en lesionarse. Otro problema más para Setién. Durante la segunda mitad, con la entrada de Momo, Roque se quedó como único pivote, con cuatro hombres por delante.
Un giro arriesgado con el que la UD ganó el partido, el único desde que no está Vicente Gómez. En Vallecas la opción Valerón volvió a salir con idéntico resultado. Ahora Setién busca otro movimiento con el que salir del atolladero.
