Andrés Palop fue campeón de la Eurocopa en el 2008 y capitán del mejor Sevilla de la historia. Pero nunca pudo dar un paso atrás en su rendimiento porque ahí estaba Javi Varas. El ahora portero de la UD Las Palmas regresa este domingo al campo en el que vivió algunos de los mejores momentos de su carrera. Vuelve a un templo en el que desquició a grandes rivales como Leo Messi y en el que disputó la Liga de Campeones. Es un lujo para la UD y fue una de las revelaciones en el Sevilla e incluso en Primera desde el 2006.
Había aparecido de la nada Javi Varas, que llegó a competir en sus inicios en Regional Preferente y dos temporadas en Segunda B. La última de ellas fue con el Sevilla Atlético que ascendió a la categoría de plata. Fue uno de los que más lejos llegó de esa brillante generación ya que aguantó en el Sevilla hasta el 2014, con una cesión de por medio en el Celta.
Vivió algunos de los mejores capítulos de la historia del Sevilla, club con el que conquistó la Copa del Rey del 2010 y la Europa League del 2014. En esos títulos contribuyó disputando un partido en la Copa del 2010 y ocho partidos en el campeonato europeo, ninguno de ellos a partir de los octavos de final, cuando Beto había recogido los galones de Palop.
Sin hueco con Diego López
Pero Varas tuvo también sus papeles protagonistas. Disputó 87 partidos, incluidos tres de la Liga de Campeones, de los que ganó uno -al Stuttgart-, empató uno -al Stuttgart- y perdió otro -frente al Urziceni-. Llegó a desquiciar a Messi y Cristiano y acaparó portadas con actuaciones decisivas.
Pero con tanto cambio de entrenador -tuvo a Manolo Jiménez, Gregorio Manzano, Antonio Álvarez, Marcelino, Míchel y Unai Emery- y la llegada de Diego López y Beto se quedó sin hueco. Así, tras su exitosa cesión al Celta volvió pero no jugó y del Valladolid llegó a la UD. De nuevo en Primera. Y de nuevo en el Pizjuán.
