La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

David Silva y el juego limpio

El grancanario, que jugó cedido en la SD Eibar, rehusó marcar con un rival tendido en el suelo

David Silva y el juego limpio

Ipurua fue la primera parada en el fútbol profesional para el único jugador grancanario que puede presumir de ser campeón del mundo. En 2004, con 18 años, el Valencia CF decidió ceder a David Silva a la SD Eibar con un plan bien definido: curtir a un futbolista que había destacado en la cadena de filiales del club che y cuya proyección ya aventuraba tardes de gloria sobre un terreno de juego.

A las órdenes de José Luis Mendilibar, que un año antes había colado a la UD Lanzarote en la promoción de ascenso a Segunda División, Silva maravilló en una SD Eibar que jugó tan bien al fútbol y que ofreció un rendimiento tan alto que, en la última jornada del curso 2004-05 -en un partido ante el Racing de Ferrol- llegó a estar durante 10 minutos en Primera División.

Aquel encuentro, disputado en Ipurua, terminó con empate (1-1) y el sueño de la SD Eibar quedó en una especie de aspiración romántica -al final dieron el salto a la élite Cádiz, Celta y Alavés- que se concretó nueve años después, con el primer ascenso a Primera División del humilde conjunto armero.

En aquella SD Eibar, además de Silva, a las órdenes de Mendilibar empezaron a despuntar en el circuito profesional piezas como Iraizoz -actual portero del Athletic Club-, Kike Mateo -clave tres años después en el regreso del Sporting de Gijón a Primera- o Joseba Llorente -delantero que despuntó años después en el Valladolid y la Real Sociedad-.

1-1 en el minuto 92

La SD Eibar, en verano de 2005, se quedó a tres puntos de distancia del ascenso, una cantidad que pudo haber sumado en un punto concreto del camino. En la jornada 36, ya en el tramo final del curso, David Silva fue el protagonista de una jugada que dio la vuelta al mundo y subrayó el carácter del futbolista de Arguineguín.

En el Camp d'Esports, en un duelo ante la UE Lleida y con empate a uno en el marcador, Silva, con todo a favor para hacer el 1-2, tiró el balón fuera al estar un jugador rival lesionado en el suelo. Aquellos puntos pudieron valer un ascenso, pero recalcaron el carácter de Silva y de la SD Eibar.

Compartir el artículo

stats