Recambio para situaciones de emergencia. Desatascos Mauricio Lemos. El central uruguayo de 20 años, que debutó ante el Barça, completó los últimos 17 minutos ante el Eibar en Ipurua. Dos participaciones y 41 minutos como mediocentro defensivo. Fuera de su hábitat, el jugador cedido por el Rubin Kazan ruso se ha convertido en la herramienta mágica de Setién.
Llegó en enero para reemplazar a Alcaraz y acepta su rol polivalente. "Jugaría hasta de portero (...) Me he encontrado bastante bien. Estoy completamente integrado. Pese a no jugar en mi posición, pienso que lo he hecho correcto. El choque de mañana ante el Getafe es clave, la primera final de las que restan".
En relación a las peticiones técnicas de Setién, desvela que "el míster me pide que ayude en la marca a Roque en el medio y que trate de jugar tranquilo. Con tal de jugar lo haría de portero. Si voy a tener más minutos como volante; fenomenal", asegura.
Episodios de indisciplina
Sobre la agresión a Nauzet y el castigo a Araujo pide pasar página y realza el poder curativo de la última victoria. "Lo demostramos. El grupo lo superó y nos mentalizamos en lo que resta. Llegan partidos difíciles y hay que ganar la mayoría para seguir fuera del descenso".
No quiso pronunciarse sobre los episodios de indisciplina en el 'caso Chester'. Balones fuera. "Trato de no meterme. Quiero jugar y será el club el que resuelva lo que tenga que resolver. Debemos centrarnos en jugar".
Liquidar al Getafe sería un paso de gigantes. "Hay que ganar sí o sí". Aceptaría seguir de amarillo, ya se siente importante. "Me ha gustado cómo me han recibido, en el vestuario hay un gran grupo. Si demuestro lo que puedo dar, me gustaría quedarme", finalizó el defensa, el salvavidas para Roque de Quique Setién.
