Hace una semana en la UD Las Palmas había mucho ruido. El episodio de Nauzet Alemán y Sergio Araujo en una discoteca desvió las miradas de optimismo que había en torno al equipo. Pero entonces el conjunto de Quique Setién saltó de nuevo al campo, dio continuidad a la buena imagen ofrecida ante el Sevilla y el Barcelona y batió al Eibar en un alarde de seriedad. Ahora, con la valiosa normalidad recuperada y fuera de puestos de descenso, afronta ante el Getafe (21.00 horas) una oportunidad de oro: encadenar por primera vez en toda la temporada su segunda victoria consecutiva y dar un paso de gigante en la clasificación.
En toda Liga hay puntos de inflexión que marcan tendencias. Un momento, una racha, a veces simplemente un gol que rebosan el tanque de confianza o deprimen a un equipo y que, a la larga, explican el éxito o el fracaso. El del curso pasado llegó tras la derrota en Leganés, cuando el equipo se despidió del ascenso directo, se liberó de esa presión, se optó por dar continuidad a Paco Herrera y tanto Jonathan Viera como Sergio Araujo cogieron los galones.
En esta temporada la UD Las Palmas podría estar ante su punto de inflexión. Porque el proyecto ha esquivado varios misiles en forma de lesiones y capítulos extradeportivos, porque se ha quitado el complejo de mal visitante, porque aterriza un rival con seis derrotas seguidas en la maleta y, sobre todo, porque crece como equipo, tanto dentro del campo como fuera del terreno de juego.
Esa consolidación le ha llegado a la UD mientras improvisaba soluciones a tantas bajas. Y ahora, con tres partidos en una semana, recupera a uno de esos pilares: David Simón. El lateral, superadas ya sus molestias en la espalda, vuelve a estar disponible y desafía la titularidad de David García, que ha estado notable. La otra novedad en la convocatoria será Sergio Araujo y salvo que Setién haga rotaciones pocos debates más hay en torno a la alineación que presentará el cántabro. Los once de Eibar, que fueron los mismo once de Sevilla, se lo han ganado.
Delante tendrán a un Getafe en horas bajas y con solo dos defensas del primer equipo disponibles -a la espera de los papeles de Álvaro Pereira-. El conjunto azulón goleó a la UD en el Coliseum, pero ahora el estado de ánimo de los dos ha cambiado radicalmente. Tanto que los amarillos están ante sus seis puntos de inflexión.
