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El análisis

La rebelión de Nili

La UD, con once inédito, maniató al Villarreal con la osadía del isleño por bandera - Momo ejerció de cerebro y David Simón jugó de extremo

El lateral zurdo de la UD Garrido aborta el avance de Baptistao.

Baile de piezas para incendiar El Madrigal. De la propuesta de seda al pragmatismo más letal. El cuadro de Setién desquició la propuesta multimillonaria de Marcelino -que terminó con Soldado, Baptistao y Bakambu en el ataque- con un sello efectista. El Submarino Amarillo tuvo más el balón, completó más pases pero cayó en las redes de los isleños. Lemos se estrenó como zaguero en un dibujo que destila madurez. Es la consagración de un modelo.

Un ejército implacable. La dictadura del dragón amarillo de las mil cabezas. Los roles de la gloria. La UD firmó ayer un triunfo de empaque, ofreciendo dos registros bien diferenciados, uno en cada tiempo, y con nueve bajas [al sancionado Roque Mesa, cabe añadir los lesionados Aythami Artiles, Vicente Gómez, Hernán Santana, Dani Castellano, Wakaso, Javi Castellano, Nauzet Alemán y la de Tana, lastimado en el último entreno previo al choque en Paterna (Valencia)]. Ante esta lluvia de contratiempos, Setién se doctoró con el más difícil todavía. Tres piezas, en esta jornada 28, actuaron de inicio por vez primera en una demarcación de riesgo. Doblegar al Villarreal (0-1) fue un ejercicio de supervivencia. Y de fe.

La primera modificación obligada llegó en la pareja de centrales en esa batalla ante los pistoleros Soldado y Adrián. Lemos se estrenó en su posición natural de marcador central tras llegar en el mercado invernal. Lo hizo junto al indomable Pedro Bigas. En los costados, repitieron David García -que ayer se vistió de ángel salvador con su debut goleador en la liga de las estrellas- y Javi Garrido. En el triángulo mágico, ante la baja del arquitecto Roque Mesa, Montoro jugó de titular por segunda vez en el curso -ya jugó de inicio ante el Celta de Vigo- y estuvo escoltado por Viera y Momo.

El extremo zurdo suplió al lesionado Tana. Jugó como comodín, igual que hizo ante el Celta de Vigo en el Gran Canaria. Ya más adelantados en el esquema ofensivo, Nabil El Zhar -izquierda- y Nili -derecha- fueron dos puñales. En el caso del canterano, fue su primera titularidad en el campeonato liguero.

Convenció, cautivó y maravilló el dorsal '29' de la UD. Marín y Castillejo quedaron en evidencia ante las cabalgadas de la perla amarilla. Willian José, el única punta, afrontó un combate mortal ante los zagueros Víctor Ruiz y Bonera. Once de estreno, que fue mutando con el paso de los minutos. Un dragón despiadado.

El peso de los roles

Si ponemos la lupa sobre el once amarillo, aparecen siete fichajes, y en el banquillo, solo seis opciones de refresco -ante la lesión muscular de Tana que le dejaba fuera de combate-. Los movimientos de Setién apuntalaron la revolución. En el minuto 63, Nili se retiró con molestias y entró el lateral David Simón.

¿Jugó en su demarcación natural? Pues, no. El defensa del barrio de Jinámar se reubicó como extremo diestro. Otro jugador fuera de su posición, como Nabil, diestro, y que jugó por la banda izquierda o el citado Momo -extremo zurdo- como organizador junto a Montoro.

En el minuto 68, Sergio Araujo, que regresaba tras el 'caso Chester' [fue expedientado por la entidad al llegar indispuesto a un entrenamiento tras una noche de carnaval], relevó a Willian José, que acarició el gol en dos ocasiones. Este segundo movimiento táctico fue hombre por hombre. Y el tercero, confirmó el fondo de armario grancanario. El lateral diestro Ángel López se estrenaba en este campeonato -se lesionó el pasado mes de julio en pretemporada- y lo hacía de centrocampista ante el Villarreal. Es su partido número 298 en la máxima categoría.

Exponente de raza y compromiso, tras ocho meses de calvario, regresaba al campo de batalla con la elástica amarilla. Su último partido oficial se remontaba al mágico 21-J, el día del ascenso ante el Zaragoza. El de Pozo Izquierdo cumplió con creces, igual que Simón. Al mismo nivel que Nabil El Zhar. Tres obreros fuera de sitio, que deslumbraron por su acople y suficiencia.

Reajustes y héroes

La UD llevó la iniciativa en la primer cuarto del choque y tras el gol de David García (29') entregó la posesión al Villarreal. El Submarino Amarillo terminó con un 57,2% de posesión de balón, por el 42,8% de la UD. Pero los puntos se fueron para Gran Canaria. Es otro síntoma de madurez de la maquinaria diabólica de Setién. Gobernar el encuentro no es prioritario, se gana en las áreas.

Los isleños presumen de defensa -ya son tres encuentros sin encajar- y encadenan cuatro encuentros batiendo al rival. Todo suena de maravilla en la sinfonía amarilla. La UD entregó la posesión y tiró menos que el Villarreal (diez tiros de los visitantes por los 13 del Submarino Amarillo). Pero en lo referente a los tiros a portería, los de Setién ganaron por la mínima: 2 por 3. El acoso del conjunto de Marcelino -6 saques de esquina- no dio resultado. Javi Varas fue un coloso.

La prueba evidente de la evolución y mutación del dragón amarillo hacia la gloria llega en el número de despejes. Otro matiz a la propuesta de seda de Setién. La UD firmó 32 despejes por los 6 del conjunto castellonense. Y en último lugar, en la relación de pases, los de Marcelino completaron 636 por los 490 del cuadro isleño. Más fotogramas de un ADN indescifrable, que muta con el devenir de la contienda.

El genio de La Feria acabó con el tedio y puso en bandeja de plata la acción del 0-1. Una obra de arte, un Picasso del capitán de Maspalomas para triturar la resistencia del gigante. El Madrigal, tierra quemada.

Ante la tempestad, Setién puso la calma con una propuesta pragmática. Tras sucumbir en Vallecas, la furia de Aythami Artiles encendió la luz. Marcó el camino hacia la tierra prometida. La UD ya no reina en la tabla estéril de la posesión, una relación que no da puntos. Ahora despunta en facetas como la contundencia, dominio y pegada. Un sello letal, con doble ración de cianuro.

Setién, tras el esperpento de Vallecas, agitó la chistera. Actualizó el libro de estilo y enterró los viejos fantasmas. La UD tiene colmillos, es un depredador galáctico. Con 30 puntos, está a solo diez de la salvación. El 'caso Chester' fue la gasolina bendita . Ante el Madrid, regresan Roque y Aythami. Tana, según la recuperación, también podría estar.

Esperan en la recámara Lemos, Nili, Simón, Araujo, Valerón... Un grupo activado y peligroso. Todos se siente importantes. Es la película de un torrente atómico capaz de hundir al Submarino Amarillo en un ejercicio de suficiencia. Lección de efectividad y pragmatismo. Pegada con baile de roles. La UD se siente capaz de todo. En el reino de la galaxia, el ejército de Setién es invencible. La rebelión de Nili sigue su curso. Que tiemble Cristiano Ronaldo. Es la mutación de la bestia.

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