Lleva una semana de trabajo tras el estallido del 'caso Chester'. Han pasado 25 días del episodio nocturno, en el que sufrió una agresión y que le dejó 18 puntos de sutura en el rostro -tuvo lugar de madrugada y sin permiso del club para salir-. Fue descartado ante el Madrid, ¿cómo se encuentra y con qué expectativas afronta este tramo crucial, tras ser expedientado y estar apartado -y suspendido de empleo y sueldo-?
Muy feliz, contento porque el equipo está haciendo bien las cosas. Esperemos que lo que reste de campeonato, estas últimas nueve jornadas, sigamos igual y se logre la salvación. La única meta tras tantos meses y semanas de trabajo y sacrificio es la de seguir en la máxima categoría. Se lo debemos a la afición.
¿Cómo es el infierno?
No sé cómo es el infierno...
Todo lo que ha sufrido, padecido... ¿De qué le ha servido?
Fue una anécdota, me vi envuelto en eso, luego lo que pasó, no sé de que forma se podía controlar. Para mí fue una anécdota, lo tengo olvidado y lo único que quiero es pasar página. Me centro en seguir dando alegrías a la afición; que es lo más importante que tenemos.
¿Cómo vivió esas dos semanas en las que permaneció apartado y en soledad? ¿Alguna lágrima?
No he llorado. No hice nada fuera de lo normal, me vi envuelto en eso [fue increpado y agredido por un aficionado en el Chester]. Y me hace más fuerte, voy a seguir peleando por lo que quiero. Estoy muy contento de estar aquí, restan 9 partidos en los que se decide todo. Y quiero estar al cien por cien, por si el míster me necesite y dar lo mejor.
¿Le plantearon una rescisión de contrato?
A mí nadie me ha comunicado nada, me resta un año más de contrato y lo pienso cumplir. Es mi deseo. Nadie se ha dirigido hacia mí para decirme eso; no hay que darle importancia. Ya pasó todo.
¿Llegó a pensar que jamás volvería a pisar Barranco Seco?
Para nada, la edad que tengo (31) todavía me permite seguir disfrutando de esto, es lo que quiero. Espero que me quede mucho más. Vivo y disfruto con el balón, con estar con los compañeros, la competición y en darlo todo por la UD. Por este escudo, lo dejo todo. No hay término medio cuando compito.
Anoeta, próxima estación [este sábado y desde las 17.15 horas en la 30ª jornada ante la Real]. El campo de su vida. Allí marcó en 2006 un tanto que abrió la puerta a Segunda. Ahora, que busca su mejor versión, ¿cómo recuerda ese 10 de junio del 2006?
Me vienen a la cabeza muy buenos recuerdos. Era un partido muy importante para el club y la afición -la vuelta de las semifinales del playoff de ascenso ante la Real Sociedad B-. Marcar ese gol fue importante y que significase tanto, me llena de orgullo. Pero no vivo del pasado.
¿Se ve en la lista de citados?
Sí, ¿por qué no? Soy uno más de la plantilla, tengo esa capacidad. El míster lo ha decidido y estoy entre los 25. Disfruto de la misma oportunidad, estoy para ganármelo.
Tras el 'caso Chester', se han vertido muchas acusaciones sobre su conducta lejos de los terrenos. ¿Qué fue lo que más le dolió?
No quiero hablar de eso, para mí ya está todo olvidado. Esto me vale para aprender y de cara al futuro, para madurar y ver las cosas de la mejor manera posible. Ha sido duro, pero me quedo con lo positivo. Y miro con firmeza al futuro. Solo pienso en ganar a la Real Sociedad. Alentar y respaldar a mis compañeros en todo lo que pueda. En dejarme la piel en cada entrenamiento, lo demás, ya está más que superado.
Está señalado y marcado...
¿Por qué?
Fue expedientado, apartado...
Ya cumplí mi castigo. Aquí no hay nadie señalado. En el vestuario solo queremos hacer nuestro trabajo. Mantener a este equipo en Primera, que es nuestro sueño.
¿Considera que ahora debe dar más que el resto, al estar en el ojo del huracán? ¿O se centra únicamente en recuperar su juego, la mejor versión?
Me centro en mi profesión: simplemente debo recuperar mi juego. Todos los días se aprende algo. Ante aficionados y compañeros debo hacer méritos. Confirmar que puedo y merezco jugar. Está muy difícil, pero mi lucha ayudará al bloque. Moriré siendo competitivo.
Ha firmado tres ascensos -dos con la UD y uno con el Valladolid- pero ahora lucha por volver a lucir su estirpe letal. ¿Es el mejor desafío de su carrera? ¿Se ve capacitado y con fuerzas?
Es lo que necesito recuperar, mi nivel. Esa 'chispita' para ayudar al equipo. Insisto, es un momento muy importante y ¿por qué no? Soy capaz de hacerlo, lo lograré.
Su sector de detractores argumenta que sin usted, sin el '7' en el césped, se lograron las últimas tres victorias consecutivas. ¿Le duele ver que no es fundamental para batir a los rivales?
A esa pregunta le doy la vuelta. Lo veo de otra manera, de una fórmula saludable y positiva. Estoy entre los 25 de la plantilla; y el equipo gana conmigo también. Los compañeros están haciendo un gran trabajo y disfrutan. Los resultados están ahí, son 30 puntos, y soy el tío más orgulloso del planeta. Todos, los 25, somos partícipes de la situación. Protagonistas con mayúsculas, pero aún faltan nueve partidos.
¿Qué le dijo Setién cuando regresó al vestuario?
Queda entre nosotros, sabemos lo que hay que hacer. Él sabe cómo extraerme el máximo de mi rendimiento. Con trabajo y sacrificio, todo llega pero lo más importante es el bloque y lograr la salvación.
En esos quince días que estuvo apartado y fuera del laboratorio de Barranco Seco, ¿qué fue lo más le emocionó? ¿Qué mensaje le llegó al corazón?
Me quedo con todo. Muchas gracias de corazón. Pongo en relieve, aquellos que me conocen. Los que están cerca de mí como mi familia, mi mujer, mis hijas...Estoy muy orgulloso de que sigan creyendo en mí. He recibido muchos mensajes; eso me hace más fuerte.
En el plano futbolístico, ¿de qué le sirven tras el calvario?
Para seguir creyendo en mí y en todas las capacidades que tengo. Y demostrarlas en el césped.
El papel del vestuario fue crucial. Dieron la cara por usted...
Desde el primer momento he notado el apoyo de mis compañeros. Les agradezco su gran respuesta para que esto no se fracturase. Me he sentido muy orgulloso, ahí está la gente que ha metido goles, las dedicatorias -Viera logró el 2-0 ante el Getafe y se lo brindó a Nauzet señalando a la grada con un '7'-. Me ayuda para ser fuerte, para conseguir el objetivo que pasa únicamente por la permanencia en Primera.
¿Cómo se lo explicó a su familia y sus hijas?
Mis hijas son pequeñas, aún no son conscientes. Mi familia ya sabe como soy, los hechos ahí están, no quiero volver a hablar de eso. Siguen apoyándome y me quieren. Más incluso tras lo acontecido.
Araujo regresó ante el Madrid al Gran Canaria, tras ser también expedientado (el argentino por llegar indispuesto a la sesión de trabajo), y recibió la pitada de la marea amarilla. ¿Qué le pareció? ¿Teme que se repita con usted?
No es gusto de buen plato, pero siempre he dicho que hay que respetar las decisiones de la afición. Todo jugador del plantel precisa de aliento, necesitan ánimos para que las cosas salgan bien. Esto es una maratón y es muy exigente pero hay que respetar todas las decisiones. El reto es hacerles cambiar de opinión a los seguidores, cambiar los pitos por aplausos desde el sacrificio. Es el único camino que conozco para que modifiquen su pensamiento.
Veteranos y activos del 'núcleo duro' como David García, Momo o Aythami Artiles están un gran momento de forma. Han pasado de proscritos a héroes. ¿Le valen como referentes para escapar del abismo al estrellato?
Están en un gran momento, como el que pasa todo el equipo. ¿Veteranos? Siempre hemos tirado del carro; ya sea el Flaco -Valerón-, Aythami, Momo, David García, Ángel López, yo... Tenemos las ideas claras, regresamos a la UD con el objetivo de subir. Tras lograrlo con el 21-J, estamos en el camino de otro objetivo tan importante o más: la permanencia. La experiencia y responsabilidad también cuentan.
¿Se ve la próxima temporada en la UD -tiene vínculo contractual hasta 2017- en Primera?
Cumpliré mi contrato.
Sueña con marcar y sepultar las críticas.
Sueño con la permanencia.
Un gol para una persona especial [su padre Lorenzo falleció en noviembre] que está en el cielo.
Sí, en ocasiones estoy algo ansioso en esa faceta. Es lo mínimo que se merece, lo poco que tengo es gracias a él, y seguramente con trabajo y sacrificio también. Me sentiría orgullosísimo y en paz conmigo mismo si marco para el equipo.
¿Qué le diría al sector más crítico que valora que está acabado y no merece llevar ese escudo?
Me resta un año más de contrato, soy jugador de la UD, tanto este año como el que viene. Me tienen que tratar como a uno más del plantel. Puedo sacar más rendimiento de lo que he sacado, todo el mundo pasa por algún bache. Los jugadores no somos perfectos, sino no estaríamos aquí. Les demostraré en el campo que están equivocados.
Reclama respeto, pero no ha sido un jugador modélico? ¿Considera que ya ha pagado por sus pecados? ¿Y si recae?
Sufrí y lo pagué. Ahora demostraré que valgo. Estar 15 días fuera del vestuario, alejado del trabajo. Es la primera vez que me pasa. No le doy más importancia. Estoy feliz con ellos, ojalá sea hasta el final, seguir disfrutando con la UD de esta maravillosa Liga como es la Primera.
En el plano futbolístico, el descaro ha sido clave como fórmula mágica en el flanco ofensivo: Viera, Roque, Tana y Willian José. ¿La UD perdió los complejos?
Desde un inicio, hemos confiado en nosotros. No hemos tenido ninguna duda, se trabaja duro. Este es el camino, ya sabemos que nos jugamos mucho. Vienen curvas.
La Real, ¿cómo piensa superar al conjunto donostiarra?
Tenemos que pensar en nosotros, en mantener el nivel ofrecido en el último mes de competición. Las tres victorias consecutivas no fueron fruto de la casualidad. Es la semilla del resurgir por la salvación. Y la Real nos lo pondrá muy difícil.
