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El reportaje y el rival

La fórmula mágica del incombustible

David García, con trece campañas de amarillo y 410 partidos, explica las claves de su despertar

La fórmula mágica del incombustible

El secreto de la eterna juventud. 410 encuentros, trece campañas y una vida al servicio de la UD. El rostro del gladiador eterno. El defensa de Maspalomas David García, 34 años, explica las claves mágicas de su consagración y éxito de amarillo. Titular para Setién en el costado derecho, fue capitán ante Barça y Madrid en el Gran Canaria en este curso en el latifundio de caviar.

Debutó el 17 de septiembre del 2003 con la UD en el Martínez Valero de Elche y desde la 24ª jornada [desde el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla] es un fijo en el lateral derecho. En esta campaña, en su estreno en la mejor liga del mundo, ha alcanzado la mágica cifra de 400 encuentros de amarillo. Cuenta con dos ascensos, a la categoría de plata (2006) y el mágico 21-J ante el Real Zaragoza en el Gran Canaria.

El veterano defensa desvela la ecuación fantástica. De jugar en el barro de la Segunda B a citarse con Cristiano Ronaldo y Neymar. "Estoy pasando por un buen momento a nivel físico. El equipo está sumando victorias... En lo personal, me encuentro muy bien, a nivel de equipo estamos compitiendo. Estamos en una situación privilegiada y en línea ascendente. Ahora hay que seguir en esta línea lo que resta de temporada -8 jornadas para el final- y lograr el objetivo".

Z Fortaleza mental

¿Se ve jugando con 40 años como Juan Carlos Valerón? ¿Dónde está su límite? David García, que cuenta con dos tantos, uno determinante para tomar El Madrigal y otro en Copa del Rey ante el Eibar en este curso de oro, realza los aspectos básicos de todo guerrero. "Siempre me he cuidado, tengo 34 años y estoy pasando por un buen momento en lo físico. Solo queda seguir así, estoy aprovechando las oportunidades que me brinda el entrenador, tanto de central como lateral (...) Espero seguir ayudando al equipo para lograr la permanencia y brindárselo a la afición", detalla con firmeza.

Emblema y estandarte, saca la calculadora para abrazar la permanencia y escapar de las llamas. Restan 24 puntos en litigio, y el sureño no quiere relajaciones: "Las cuentas dependerán de los resultados de los que estén por debajo. Estamos en buena línea, dando la cara ante rivales muy difíciles. Hace algo más de un mes, era totalmente distinto. Solo queda insistir por la salvación".

Tras alcanzar el ascenso, en el pasado junio, falta rematar la faena. Estirar la presencia de la UD en la liga de las estrellas sería un "nuevo sueño cumplido" para el de Maspalomas que ya brilló en el Vecindario. "Tenía el sueño de ascender con el equipo de mi tierra a Primera; una vez conseguido, pues lograr lo máximo. La consagración que sería vernos de nuevo en la mejor liga del mundo en la 2016-17".

No ha sido fácil para David García. En las primeras 16 jornadas, solo completó 90 minutos en Liga ante la SD Eibar. Desde el kilometro 17, la película cambió de forma radical. Primero como central, ante Granada y Athletic en San Mamés, y luego como carrilero. De lateral, ha logrado batir a David Simón, que debe esperar su oportunidad.

"La continuidad es la clave; con confianza en los partidos vas a más. A estos factores personales, se añade que el equipo no encaja, está en una buena secuencia de resultados... Todo se ve de una manera positiva. Estoy orgulloso y feliz", dice. Domar al Valencia es su próximo reto: "No hay que pensar que estamos salvados. Queremos seguir en esta línea ascendente, este es el camino idóneo". La voz de un líder.

Z Resucitar en el reino del balón

Se trata de una de las grandes sorpresas del curso. La confirmación de que atesora nivel para Primera. ¿Qué le diría al sector crítico que le daba por muerto? David García respira respetuoso, sin un gramo de rencor: "Siempre he trabajado y soy un luchador nato. El que mira mis números en la UD, no debería utilizar esa palabra. No es la adecuada -estar acabado-; ni me ha llegado a mis oídos. En 12 temporadas alcanzar los 410 partidos, eso está al alcance de pocos. Significa que durante cada temporada he jugado una media de 35 partidos. Siempre he estado ahí, siempre titular, soy un jugador regular. Estoy orgulloso de como soy. Ser un luchador, y este año me ha tocado ver al principio los partidos de fuera pero seguí luchando. Intentando aportar. Seguiré luchando para mantenerme; lo más difícil no es llegar, sino seguir la línea hasta el final". Es el testimonio del incombustible, que sueña con los 500 partidos en el cielo. Del barro al universo de caviar de CR-7.

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