El centrocampista ghanés Mubarak Wakaso, que se lesionó el pasado 24 de marzo con su selección, en la disputa de un duelo clasificatorio para la Copa de África de 2017 ante Mozambique, solo sufre una sobrecarga en el isquio de la zona posterior del muslo izquierdo. De esta manera, el futbolista de la UD estará de baja hasta el próximo lunes, por precaución, y se pierde por tanto el choque de este sábado (17.15) ante el Valencia en el Gran Canaria.
La victoria (3-1) del combinado de Ghana contó con una meritoria actuación de Wakaso, que brindó una asistencia. Al final del encuentro, sintió molestias y tras mediar el seleccionador Grant, extécnico del Chelsea, se determinó que no actuase en el siguiente compromiso -que se celebró el 27 de marzo-.
Con 17 encuentros ligueros disputados, Wakaso se lesionó el pasado 1 de marzo, en el inicio del choque ante el Getafe, pero en el bíceps femoral derecho con una rotura fibrilar. Se fijó un período de baja de un mes. Y cuando afrontaba el tramo final de la recuperación, sin tener el alta médica competitiva, se desplazó a Ghana con un informe clínico. Jugó y regresa lesionado.
Al extremo zurdo se le esperaba el lunes al mediodía, pero al final acudió ayer a tratarse con los fisios. La próxima semana ya estará apto para ser citado ante el Dépor -duelo que se disputa el 11 de abril-.
Vuelta con el grupo
Hernán Santana, que se retiró en el entrenamiento del lunes, con dolor en la rodilla derecha -en la interlínea-, y que ayer no entrenó, tiene pensado volver a la dinámica de grupo en los próximos días. Tras ser examinado en el Hospital Perpetuo Socorro, la dolencia, tras el primer diagnóstico, carece de gravedad.
El de Zárate, que disputó su último encuentro ante el Sevilla en el Pizjuán (14 de febrero), había superado una recaída de su lesión en el gemelo de la pierna derecha. Cuando disfrutaba de su primera sesión, tras 43 días de ausencia, sufrió un pequeño pinchazo. Al final, ha quedado en un susto pero su presencia ante el Valencia corre peligro. Llegaría justo de preparación, y tras el calvario, no se quiere forzar.
