La fe del eterno timonero. Paso a paso, la recuperación del mediocentro de los 150 partidos de amarillo. Javi Castellano, que se lesionó de gravedad en el primer kilómetro de la competición, en el Calderón ante el Atlético de Madrid -se rompió la rodilla y se quedó sin ficha para este curso-, se etiqueta como el primer "refichaje" para el próximo 2016-17 y en la máxima categoría.

Una lesión osteocondral en el cóndilo externo del fémur izquierdo, a lo que cabe añadir que tenía afectado el menisco interno, le dejó 'ko' hasta el próximo julio. Casi un año en el dique seco. Un margen para escenificar su lucha. Tras ser revisado en Barcelona -por el doctor Cugat- ya comienza a trotar.

"Veo la luz, hace dos días empecé a trotar y hay buenas sensaciones. Parecía que nunca iba a trotar, veo la evolución". Los informes confirman que está acortando los plazos: "Más que complicaciones hasta que no pega el hueso te dedicas solo al gimnasio. Ves a los compañeros y lo que quieres es correr; se hace duro. Sé que me tengo que preparar para la pretemporada. El hueso ya está pegado, empecé a trotar y vuelvo a sonreír", determina.

Se bautiza como el primer alta para la próxima campaña. Apuesta por la salvación: "Seré el primer refichaje, como ya estaba. Regresaré con más fuerza que nunca". Primero dejó la muleta, y luego comenzó a caminar junto al readaptador Jesús Suárez. Una proeza.

"Es raro pero al final lo asimilas, no el primer mes, pero después dices que te tocó. Vas poco a poco y lo que tienes que hacer es recuperarte bien, cuando te lesionas lo primero que quieres es caminar, coger la muleta para ir a cualquier sitio es incómodo. Al final cuando caminas es una vida diferente. Sólo el caminar te cambia la vida; no me planteaba volver a jugar. Solo quería caminar, lo logré, y ahora troto".

Respira orgulloso de la marcha de la UD. Y recuerda con emoción su estreno en el Calderón. "Debuté, me quedo con eso, por lo menos tengo a mi hermano -Dani- que lo está haciendo espectacular. Me reflejo en él, al menos está y disfruta (...) El equipo domina los partidos; no encaja. Estamos más seguros".

La dinámica diabólica de la UD -cuatro victorias en las últimas cinco jornadas- es una sobredosis de autoestima. "La confianza que ha cogido el equipo te hace más fuerte; todo sale de maravilla. Willian no para de marcar, como fanático de la UD, esta situación es un lujo". Sobre el 'triángulo mágico' -Roque, Viera, Tana-, realza el "trabajo sin balón" del trivote en la medular amarilla.