La batalla de los eternos. Manuel Pablo (40 años) versus Juan Carlos Valerón (40). ¿Qué representa para usted, desde los 9 años en la UD, cruzarse el lunes con los amarillos, que cuentan con el Flaco en sus filas -estuvo con el genio de Arguineguín en el club isleño y 13 cursos en Riazor-?
Pues con mucha naturalidad. Uno entrena y trabajar para aportar a su equipo. Es un partido especial y muy emotivo. Siempre que aparece el equipo de tu tierra y un amigo de la categoría de Valerón, pues te llega al corazón. Es uno de los partidos más importantes del año.
¿Tiene la sensación de que es una despedida? ¿El cierre de dos carreras mágicas con el imponente escenario de la Primera?
No es una despedida, ni mía ni del Flaco -sonríe-. Es un encuentro vital, con mucho en juego. Estamos en una buena posición los dos equipos en la tabla [los gallegos son undécimos (37 puntos) y los grancanarios, duodécimos con 36]. Pero queremos certificar la permanencia. El Dépor debe asentarse en Primera y Las Palmas está en un gran momento. Riazor recibirá a Valerón como se merece y será una fiesta.
Firmó 70 partidos con la UD -desde 1996 a 1998-, jugó una promoción de ascenso a Primera -con García Remón- y alcanzó las semifinales de Copa -fueron eliminados por el Barça de Ronaldo y Robson-. ¿Con qué imagen se quedaría de su etapa amarilla?
-Reflexiona- Hay muchos gratos recuerdos.Imágenes,fotografías, amigos, anécdotas, compañeros, técnicos...Fue el equipo que me hizo profesional, me facilitó el salto. Me queda el pesar de no haber logrado el ascenso con la UD -en la 1997-98-. Y en mi memoria, una imagen. El calor y aliento del Estadio Insular tras caer (0-4) ante el Logroñés -era la penúltima jornada-. Esa derrota era el adiós al ascenso directo y teníamos que jugar la promoción. Lejos de gritar y silbar, el estadio entero empezó a animar sin cesar. Me impresionó, jamás lo olvidaré.
Con 22 años se va al Dépor en la operación Turu Flores. El argentino fue traspasado por 5 millones, usted fue gratis. Y lleva 18 temporadas. ¿Qué recuerda de sus inicios en el club gallego con Djalminha, Mauro Silva...?
El Turu Flores era un grandísimo jugador, yo estaba empezando. Tras una campaña irregular, la meta era volver a Europa. Se logró la sexta plaza (1998-99) -su primera en A Coruña-, luego llegó la Liga. Fueron años muy bonitos...Los títulos Copa (1), Supercopa de España (2), jugar en Europa. Pero todo cambió; llegó época de vacas flacas y sufrimiento. Los descensos y ascensos. Hemos vuelto a Primera y tuvo mérito. Lo que toca es asentarse de nuevo.
Una fotografía de sus 481partidos con el Dépor...
Hay grandes recuerdos, pero la Liga es el torneo más difícil de ganar. Te exige una regularidad tremenda. Son 38 jornadas y eso es frenético. La Copa en el Bernabéu en el Centenariazo tenía un riesgo elevadísimo, fue muy complicado. El día del Milán -el Dépor ganó 4-0 y alcanzó las semifinales de la Champions-. Son todos recuerdos imponentes pero también le das mérito a otras cosas. El último ascenso [junio del 2014] fue salvador. El club estaba en una situación 'supercomplicada' y el salto de categoría era la única vía de supervivencia de la entidad. Empezamos con pocos jugadores en pretemporada y se subió. Fue una satisfacción, después de un descenso; otra vez revertir la situación y poner al equipo en Primera. A esto le das más mérito que a lo otro -en alusión a los títulos y noches mágicas en la Copa de Europa-.
De su época en la UD sigue Cicovic -preparador de porteros- como único superviviente...
Sí, siempre que lo veo nos damos un saludo efusivo...
La UD le ofrece a Juan Carlos Valerón un año más como jugador. ¿Qué le recomienda?
No soy nadie para recomendar al Flaco, Valerón es un ejemplo de todo. No sabes dónde puede aportar más. Con el Flaco se aprende cada día; entrenamiento a entrenamiento. Viéndolo jugar, es algo increíble. Un máster. Que los jugadores le presten atención... La inteligencia que tiene dentro de un terreno de juego es alucinante. Cómo sabe leer los partidos, dónde ubicarse.Nunca lo hemos visto en otras situaciones -fuera del césped-. Siempre aprendes, si te fijas en él.
¿Colocaría a Valerón en ese grupeto de los más grandes, en ese planeta con Messi o CR7?
Sí, es un jugador que ahí está, con 40 años y sigue enseñando a jugar. Lo ves y aprendes a tomar decisiones. A saber ser inteligente, leer los partidos, como efectuar las cosas. Es algo que a esa edad solo la tienen muy pocos, todos queremos hacer lo mismo, pero no podemos. Con esa calidad, es uno de los grandes jugadores de España y el mundo.
Lleva media vida con el Flaco, desvele alguna anécdota.
Estamos unidos desde que coincidimos en la UD -filiales-. Siempre estábamos juntos jugando a la Play. Nos encantaba el humor de Faemino y Cansado, fuimos incluso a cenar con ellos. Con los jugadores grancanarios en el Dépor siempre hemos tenido un trato especial. Una suerte coincidir con Momo, Rubén... ¿Una anécdota? Con Sergio -exjugador del Dépor y extécnico del Espanyol-. Llevaba dos semanas en la ciudad de A Coruña y quería ir al Corte Inglés. Le dijimos que le llevábamos nosotros, él nos seguía en su coche. Lo llevamos por toda la ciudad, le dimos 500 vueltas y se mareó. Se enfadó y fue por su cuenta al establecimiento.
¿Por qué no triunfaron Momo o Rubén Castro en Riazor?
Gustos y confianza. Cuando vienen los fichajes, les pongo el ejemplo de Rubén. No jugó nada pero metía muchísimos goles en los entrenamientos. En el primer año, tenía más competencia, con Tristán, Luque, Pandiani...Lo veías en el entrenamiento, marcando siempre. Todo el mundo quería jugar con él. Pero no era alto o conformaba las exigencias del técnico. Le faltaron oportunidades y al final confían más en jugadores de otro tipo. Momo es un gran jugador, puede tener momentos buenos o malos pero seguirá siendo un gran jugador. Lo demuestra en cada encuentro. A mí siempre me ha gustado.
¿Viera es el relevo natural de Valerón en la UD Las Palmas?
Lo he visto jugar, y tiene mucha clase. Puede ser un líder pero llegar al nivel de Valerón...Eso ya es demasiado. Hablo mucho con el Flaco y él que lo ve en el día a día, me dice que es un grandísimo futbolista. Siempre hay que confiar en esos jugadores. Podrá tener años malos, otros más acertados pero tiene ese registro de gran jugador.
Riazor. Aparece Valerón. ¿Cómo reaccionará el estadio?
Se llevará una gran ovación, dejó una gran huella a nivel deportivo y personal con la afición del Deportivo. Era muy cercano con las peñas y eso al final, te llega en lo personal. Un lujo y un placer volver a verlo.
