De todos los colores, y no solo de amarillo y rosado, marca la UD Las Palmas. En una jugada de elaboración gracias a un gran pase vertical de Momo para Araujo, en un contragolpe de El Zhar que convirtió el argentino y, por supuesto, también a balón parado. Lo hizo ayer David García, que convirtió su segundo gol en esta Liga, el tercero en esta temporada pues marcó otro en Copa del Rey. Fue una obra maestra de siete segundos en la que participaron hasta cinco jugadores para culminar la remontada insular tras el adelanto de Lucas Pérez. Puede que circunstancial porque El Zhar se incorporó al campo antes de que se sacara el córner, o puede que la acción forme parte de la pizarra de Quique Setién y Eder Sarabia. Sea como fuere, la jugada salió redonda.
Quedaban doce minutos para el final del encuentro y el partido se había equilibrado. Los amarillos, que ayer jugaron con su segunda equipación, habían reaccionado tras el tanto en la reanudación de Lucas Pérez y, después del empate de Araujo, apretaban a Manu Fernández. Pero el Deportivo también había dado un paso al frente. De hecho, el saque de esquina se origina en una concesión de Fernando Navarro. El lateral, campeón de la Eurocopa del 2008, se puso de los nervios ante la presión de Araujo y quiso que el balón siguiera en los pies del Deportivo, que en ese momento tenía las líneas muy adelantadas. Pero el catalán se encontraba en una posición muy forzada, el pase le salió muy desviado y regaló el córner.
En ese momento El Zhar, habitual lanzador de esquina, entró por Momo, otro de los que suele sacar el balón parado. Pero hasta el banderín habían acudido Tana y Jonathan Viera, que amenazaron con una jugada de dos contra dos. El franco-marroquí estaba solo esperando unos metros por detrás y puso un centro medido al segundo palo. El extremo, siempre preciso en sus envíos, buscó a Aythami detrás de la defensa local.
El de Arguineguín estaba desmarcado y de primera con la derecha encontró a David García. El capitán, que minutos antes había desperdiciado un centro de Nili, se incorporó desde atrás como un tren de mercancías y esta vez no perdonó. Su remate dio en Sidnei y Manu Fernández no pudo hacer nada para evitarlo. "¡Para ti, mamá. Te quiero!", gritó el sureño a las cámaras en la celebración.
No es la primera vez que ocurre. De hecho, en las cuatro últimas victorias a domicilio la UD ha logrado siempre un gol a balón parado. En Ipurúa se impuso gracias a un cabezazo de Bigas a la salida de un córner, como ocurrió dos semanas más tarde en El Madrigal con un remate imperial de David García. Y en Anoeta los amarillos exprimieron el tanto de Willian José en una falta indirecta dentro del área.
Maneja muy bien la estrategia la UD, pues solo ha encajado dos goles de córner en toda la temporada, ambos frente al Real Madrid. Ayer volvió a demostrarlo.
