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El análisis

Sergio Araujo, lo que faltaba

El argentino se reconcilia con el gol y pone la guinda a la recta final de temporada de la UD

Sergio Araujo, lo que faltaba J. ROLLER / LA OPINIÓN DE LA CORUÑA

La operación salvar al soldado Sergio Araujo se completó con éxito. La UD Las Palmas lleva un par de meses instalado en la excelencia. Con una racha descomunal, la mejor en la historia del club, el equipo amarillo llegaba a Riazor a sellar la permanencia a seis jornadas para el final. Pero también a recuperar la sonrisa del que era baluarte del proyecto. La fiesta estaba incompleta. Faltaba un detalle para que todo fuera redondo y ayer era la ocasión propicia, posiblemente el último tren antes de final de temporada debido al excelente estado de forma de Willian José. El punta argentino se subió con un doblete en la segunda parte y pone la guinda al estado de ánimo del equipo.

Nada mejor que el gol para curar las penas, y ayer Sergio Araujo se tomó el antídoto perfecto. Desde las explosivas declaraciones de su padre y representante y, sobre todo, el caso 'Chester' su condición de héroe en la parroquia amarilla se había acabado. Tenía mucho demérito romper ese estatus tras liderar el ascenso a Primera División, pero había dado todos los pasos para convertirse en villano. Llegó pasado de peso a la pretemporada, su rendimiento en la primera vuelta fue decepcionante, Willian José le adelantó y en febrero lo remató con dos capítulos vergonzosos. El club le abrió expediente, Quique Setién le castigó dejándole en la grada en Ipurúa y la afición le pitó en dos partidos seguidos. Pero ayer pasó del infierno al purgatorio. Dos meses después, y gracias a la fe del entrenador, que creyó en él cuando pocos lo hacían a pesar de los terremotos que provocó, Sergio Araujo vuelve a la tierra.

Y eso que no había empezado bien su actuación individual. En la primera parte la UD tuvo poca mordiente en la línea de mediapuntas, pero le llegaron varios balones en los que no supo qué hacer. A los cinco minutos tuvo la posibilidad de rematar desde la frontal pero le robaron la tostada, después no controló un buen pase de Tana y más tarde cometió la primera de sus seis pérdidas de balón. Estaba lento y despistado y a la media hora, tras bajar la pelota con acierto, desaprovechó su mejor oportunidad de la primera parte. Juanfran estuvo mucho más rápido que él cuando se disponía a rematar con el portero como única oposición. No estaba llenando el hueco de Willian José. Mucho menos corpulento que Sidnei y Lopo, los dos centrales le estaban ganando los duelos individuales y no conseguía dar continuidad a las jugadas.

Sus estadísticas lejos del área fueron un desastre. Además de perder seis balones no completó ninguno de los cuatro regates que intentó, no recuperó ningún balón, fue el que más falta hizo del partido con cuatro y no recibió ninguna. Pero hizo lo más importante, marcar, y además en defensa trabajó para el equipo, que era lo que le pedía Setién, taponando la salida de balón de Mosquera, el pivote más creativo del Deportivo.

Así, su redención llegó a base de sudor y puntería. Y es que solo tuvo la oportunidad de rematar dos veces a portería y en ambas acertó. Momo y El Zhar se lo pusieron en bandeja, pero él, además de encontrarse en el lugar adecuado y en el momento preciso, puso de su parte. En el origen del primero su presión a un rival sirvió para que el Deportivo rifara el balón y así el cuero llegó a pies de Momo. El de Las Torres hizo magia con un pase exquisito y Araujo no perdonó. Encontró la espalda de Sidnei, tiró el desmarque y al primer toque superó a Manu por el palo corto.

La incredulidad del '10'

Tuvo que mirar al asistente hasta en dos ocasiones antes de celebrar el gol. Necesitaba volver a disfrutar de esa sensación inigualable y no quería el cruel engaño de un gol anulado. Se encontraba en línea con Sidnei, pero se aseguró varias veces antes de levantar el puño y sonreír como no hacía desde el 30 de diciembre, fecha de su último gol, anotado al Granada.

En el descuento empujó a placer el servicio de El Zhar, pero también participó en la jugada. Antes de definir a puerta vacía recibió de Valerón, entregó para la carrera del franco-marroquí y le acompañó con fe. Un doblete especial. La bandera del proyecto vuelve a ondear.

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