Cuando Quique Setién entró en la casa de la UD Las Palmas en sustitución de Paco Herrera el pasado octubre, se topó con un tejado sostenido a duras penas por unos cimientos desgastados y agrietados. Y el espíritu de la vivienda amarilla estaba minado por el color ocre que estaba tomando la presente temporada. Penúltimo del campeonato liguero, sólo capaz de ganar uno de los ocho primeros partidos -contra el Sevilla 2-0- y de empatar dos. Ahora, tras medio año de laboriosas obras, el arquitecto santanderino ha colocado al club del Pío XII en la 10ª posición, con 39 puntos, y muy alejado del descenso -a 11 puntos-, y por encima de rivales, en teoría, superiores como el Deportivo La Coruña, Betis, Valencia, Espanyol y Rayo Vallecano, entre otros.
Madera de líder al que no le tiembla el pulso. Profesional hasta la médula. Asertivo y claro en las instrucciones del proyecto que quería construir con sus nuevos obreros. Así lo ven varios exjugadores de la UD Las Palmas, que lo consideran como el artífice de esta sólida estructura, cimentada con tesón, paciencia, mimo y mano izquierda. Según Pacuco Rosales, Setién es el auténtico "líder del vestuario", que no ha dudado en tomar decisiones incómodas para algunos nombres de peso y valorar exclusivamente su trabajo a pie de obra.
Sudor colectivo
"Los jugadores lo saben. Todo el mundo debe trabajar. Hay que ganárselo durante la semana en los entrenamientos", explica el extécnico del club amarillo en los años 90. Así como en el Lugo no titubeó para dejar a mimbres importantes como Fran Sandaza en el banquillo por indisciplina, Setién también ha puesto los puntos sobre las íes en el combinado isleño con el rendimiento de Araujo, Bigas, David Simón, y les ha dejado sin minutos.
Asimismo, ha ocurrido en el sentido contrario. El preparador cántabro ha dado protagonismo a efectivos que eran secundarios con su antecesor, como Tana y Vicente Gómez, y ellos han respondido en el campo con la calidad que atesoran. "Ha sabido sacar un magnífico rendimiento a jugadores que no tenían minutos. El papel de Setién es extraordinario. Llegó a una plantilla que sufría y con su segundo entrenador, Eder Sarabia, ha sabido estructurar defensivamente y explicar a los jugadores lo que quería. El equipo ya no sólo defiende, sino que también sabe atacar y da sustos a la contra", asegura Roque Díaz, exdefensa de la UD y extécnico de Las Palmas Atlético y del CD Teror.
Tras el redondo encuentro en Riazor, lejos de acomodarse en la zona media del confort a falta de seis jornadas para cerrar la campaña, Setién habló alto y claro. No se conforma, pide a su plantel más trabajo y mantiene los pies sobre la tierra.
"Es una actitud muy profesional, no quiere que se relajen, y menos cuando sabe lo que ha costado conseguir todo esto. Exige concentración y profesionalidad a sus jugadores", subraya Julio Durán, exdefensa tinerfeño de la UD Las Palmas, que ahora dirige la escuela municipal de fútbol de Candelaria y también trabaja como ojeador del Atlético de Madrid en Tenerife.
Hay sabiduría y prudencia en el inconformismo de Setién, porque pese a gozar de una renta de 11 puntos respecto al Sporting de Gijón, tercero por la cola con 28 puntos, las matemáticas aún no cuadran. Y nadie mejor que Roque Díaz sabe lo que es tener la salvación en la mano y bajar al infierno de Segunda en la última jornada. Allá por 1983 el exdefensa isleño jugaba en la UD Las Palmas, que necesitaba sumar sólo un punto en los cinco partidos que restaban para el final de curso. No fue capaz y se despidió de la élite de la forma más cruel: sucumbió en el Estadio Insular ante el Athletic de Bilbao, que además se proclamó campeón de Liga.
"Esas fueron las consecuencias del relajamiento, y por eso entiendo que Setién pida más a sus jugadores. Hay que aprovechar ahora que están enchufados", apunta Díaz.
Germán Dévora el Maestro, también aplaude y comparte la profesionalidad del actual entrenador del conjunto amarillo. "Este equipo está jugando a un nivel altísimo, con seguridad defensiva y no sabemos dónde está su techo", afirma el excentrocampista internacional.
Para Juan Carlos Socorro, exjugador y exsegundo técnico de la UD, el cuerpo técnico ha sido clave en esta racha. "Sarabia y Setién son el detonante para que el equipo esté situado allá arriba. Ahora hay tiempo suficiente para preparar la siguiente temporada", señala.
