Dentro de unos años, cuando la UD Las Palmas encadene una serie de victorias consecutivas o sea capaz de proyectar una trayectoria excelente en la segunda vuelta de un curso cualquiera en Primera División, el entorno tirará de los recuerdos y de las hemerotecas para buscar precedentes de algo así. Y en ese momento de búsqueda, en pleno proceso de rastreo, todos repararán en la gesta que ha firmado durante los últimos meses la actual plantilla del equipo amarillo. Con Quique Setién al mando, esta Unión Deportiva ha hecho historia al certificar, de manera virtual, la permanencia en la élite con unos números que rozan la matrícula de honor.
En lo que va de segunda vuelta en la Liga BBVA, Las Palmas es el quinto mejor conjunto de la categoría. A partir de la vigésima jornada, hoja del calendario que marca el inicio del segundo tramo de la competición, el grupo que entrena Setién ha sumado 21 puntos. Sólo el Real Madrid (32), FC Barcelona (31), Atlético de Madrid (29) y Athletic Club (23) han registrado mejores guarismos que el representativo grancanario, lanzado tras cruzar el ecuador.
Desde su reencuentro contra el Atlético de Madrid en el Estadio de Gran Canaria, cita que marcaba una nueva ronda de enfrentamientos contra todos los equipos que militan en Primera División y que fue resuelta con una contundente victoria de la escuadra colchonera (0-3), hasta el triunfo durante la noche del lunes en Riazor ante el Deportivo de La Coruña (1-3), la Unión Deportiva ha ganado siete partidos, ha perdido seis y no ha empatado ninguno de los 13 encuentros disputados entre las jornadas 20 y 32.
Por el camino, después de cerrar la primera vuelta con un empate en la Isla ante el Málaga CF (1-1), Las Palmas ha sido capaz de batir al RC Celta de Vigo (2-1), SD Eibar (0-1), Getafe CF (4-0), Villarreal CF (0-1), Real Sociedad (0-1), Valencia CF (2-1) y Dépor (1-3); y ha entregado la cuchara frente al Atleti (0-3), Levante UD (3-2), Rayo Vallecano (2-0), Sevilla FC (2-0), FC Barcelona (1-2) y Real Madrid (1-2).
En esa serie de resultados, el equipo amarillo tocó fondo en Vallecas -por el resultado adverso y, sobre todo, por las sensaciones que ofreció- y dio señales de mejoría una semana después en el Sánchez Pizjuán -más por el juego desplegado que por el tropiezo registrado en Nervión-.
Entre dudas y lesiones, allá por mediados de febrero, a Setién no le quedó otra que cambiar de dibujo para sostener su método. Con Javi Castellano, Hernán, Vicente Gómez y Montoro -cuatro de los cinco mediocentros de la plantilla- lesionados, el técnico cántabro probó suerte con una fórmula que, meses después, es inamovible y aparece en el horizonte como parte del éxito amarillo.
Setién, sin más mediocentros sanos, plantó a Roque Mesa por delante de la defensa y le dio galones de mano del rey en la zona ancha del campo. Ante el reto, el futbolista teldense ha respondido a lo grande: se ha hecho con la manija del equipo y con la categoría. A falta de centrocampistas y con excedente de cupo entre los mediapuntas, el técnico optó por reunir en ataque, por el medio, a Jonathan Viera y Tana para dar forma, junto a Roque, a una especie de triángulo mágico sobre el que gravita el fútbol del cuadro amarillo.
Para la causa, Setién también recuperó a piezas como Momo y Willian José, dos piezas claves en el resurgir de la Unión Deportiva, obtuvo máxima rentabilidad de secundarios como Garrido, David García o El Zhar y apostó como nadie por el descaro de Lemos y Nili, empeñados en dar a lo grande sus primeros pasos en el fútbol profesional.
Con eso, sin dramatizar en enero con la apertura del mercado de fichajes ni llorar por las esquinas ante todas las historias para no dormir que suelen acompañar a este club -problemas extradeportivos, en concreto-, Setién ha logrado sacar a Las Palmas del pozo en el que se la encontró: era penúltima, al término de la octava jornada, tras caer goleada ante el Getafe (4-0).
La racha de la actual Unión Deportiva es tan espectacular que ha logrado superar su mejor registro de victorias durante siete jornadas en Primera División, un dato que se mantenía vigente desde 1982, cuando celebró cinco triunfos -ante RCD Espanyol (2-0), Osasuna (1-3), Athletic (2-1), Betis (3-1) y Cádiz (0-2)- con Mamé León en el banquillo.
