Tomar Heliópolis, el nuevo desafío de la galaxia amarilla de Setién. La UD, que encadena cuatro triunfos lejos del Gran Canaria -ante Eibar, Villarreal, Real Sociedad y Dépor- pisa mañana el Benito Villamarín (20.00 horas, Canal Plus Liga, Abono Fútbol) para certificar de forma matemática la permanencia. Con 40 puntos, el cuadro isleño tiene una renta de 11 con el Sporting de Gijón (18º y que marca el descenso a Segunda División). Una victoria ante el bloque verdiblanco del pistolero grancanario Rubén Castro -contabiliza 17 dianas-, sumado a las derrotas del bloque gijonés [recibe al Sevilla] y Levante [se cita con el Granada] escenificarían un panorama bendito: la permanencia ya de forma matemática. A falta de cinco jornadas, los de Setién ya están salvados de forma virtual. Y en ese camino, el cántabro anuncia rotaciones para liquidar a los béticos.
En la sesión de ayer, celebrada en Barranco Seco, Setién disparó la intensidad con los suplentes y no convocados ante el Sporting -los titulares trabajaron en el gimnasio-.
Willian José y Nauzet Alemán fueron los más destacados, dando rienda suelta a su fantasía. Para poner el punto y final -el trabajo duró cerca de dos horas a más de 30 grados-, se disputó un 'partidillo'. Setién bajó al barro y dejó muestras de su clase junto a sus pupilos. Simón, Ángel, Aythami Artiles, Garrido, Nili, Nauzet Alemán, Momo, Hernán, Montoro, Juan Carlos Valerón, Willian José y el meta del Juvenil B Álvaro Robles. El canterano dejó su firma de reflejos de acero. El ghanés Wakaso se quedó al margen de la parte más exigente. Hoy regresa con el grupo pero no viaja a Sevilla, tras sufrir una sobrecarga muscular con su selección el 28 de marzo.
Plaza maldita
La última victoria de la UD en el Villamarín se remonta al 5 de marzo de 1978. En la disputa de la 24ª jornada de la 1977-78 en la máxima categoría, los isleños, dirigidos por Miguel Muñoz se impusieron (1-2). Tras 38 años y un mes, los de Setién quieren estirar la racha como visitante y sumar la quinta seguida.
En la última visita, en la pasada temporada en Segunda, la UD arrancó un punto (0-0). El bloque bético dirigido por Merino cuenta ahora con 38 puntos y también tiene la permanencia en el bolsillo. Noventa minutos en la caldera de Rubén. El ejército de Setién sueña con mantener la 'edad dorada' -una derrota en las últimas 8 jornadas-.
