Con 38 puntos y en la 14a posición el Betis ya da su permanencia por sentenciada. El equipo verdiblanco, en el que Rubén es la referencia, piensa en el derbi sevillano del domingo, duelo en el que su afición tiene puesta la mente. El conjunto de Merino, a pesar de haber logrado el objetivo, no le ha dado demasiadas alegrías a su afición, pues fuera de casa han sido más fiables. Y es que sienten más cómodos cediendo la iniciativa para contragolpear.
El Real Betis lleva 30 goles y 17 de ellos son de Rubén Castro. Así de contundente es el dato que deja clara la dependencia del equipo verdiblanco de su delantero. Más de la mitad de los tantos son de un solo jugador. De hecho, no hay ningún otro efectivo en la plantilla que lleve más de dos dianas en toda la temporada. Ni Jorge Molina, ni Joaquín, ni Dani Ceballos, ni Musonda, ni Portillo, ni los fracasados fichajes de Van Wolfswinkel y Van der Vaart. Toda la pólvora del Betis reside en los pies de un grancanario de 34 años que es una leyenda viva de un club en el que lleva seis temporadas consecutivas.
Será el duodécimo episodio del íntimo duelo entre Rubén Castro y la UD Las Palmas. En los once anteriores capítulos el grancanario, formado en la entidad insular, ha hecho siete goles. Es un ogro para la afición amarilla, que desde su marcha en el 2004, año del fatídico descenso a Segunda B, le recibe con pitos por su enfrentamiento con la grada al final de uno de los últimos partidos. Fue el pichichi de Segunda en aquel curso y en temporadas anteriores dio capítulos de gloria a la UD, incluso en Primera, pero la afición no le perdona.
Los que sí le quieren, y muchísimo, son los seguidores del Betis, equipo en el que ha dado un rendimiento espectacular. Y además mejora con los años, pues en este curso está en cifras de mejorar su mejor registro goleador en Primera. Suma 17 y le falta uno para igualar los 18 de la temporada 2012-13.
La aparición de Musonda
En este curso se ha quedado solo de cara al gol. Es la referencia. El objetivo en cada ataque del Betis es encontrarle. Y en esa tarea hay un jugador que ha sido clave en los últimos meses: Charly Musonda, un extremo belga muy escurridizo de 19 años que llegó cedido en el mercado de enero por el Chelsea. Merino -que llegó como interino tras la destitución de Pepe Mel pero los buenos resultados le han dado continuidad- le dio galones desde el primer día y ha sido fundamental en la reacción del equipo.
Ha sido una temporada agridulce en el Betis. El cuadro verdiblanco, con 38 puntos y la permanencia virtual en el bolsillo, va a lograr el objetivo, pero su exigente afición no ha quedado del todo satisfecha. Y es que el equipo de Juan Merino ha tenido pocos tramos de la temporada en los que ha sido regular, le ha costado jugar un fútbol atractivo y ha sido fuera del Villamarín donde ha conseguido sus mejores resultados.
Ese dato se explica por el estilo. Y es que el Betis se siente mucho más cómodo cuando cede la iniciativa que cuando le toca proponer. Prefiere replegarse y contragolpear. Con espacios jugadores como Musonda, Rubén Castro, Dani Ceballos, Portillo, Kadir o Álvaro Cejudo -también ex de la UD- pueden desequilibrar. N'Diaye y Petros probablemente formarán en el doble pivote para destruir el juego de posesión de los amarillos, aunque Ceballos -que tiene molestias musculares- es otra opción para el doble pivote si Merino apuesta por disputarle el balón.
En la defensa la pareja de centrales formada por el tinerfeño Bruno y Pezzella es titular. Ambos le han ganado la partida a Westermann. La baja del peruano Vargas en el lateral zurdo y la duda de Martín Montoya da problemas a Merino para los costados. Lo más normal sería ver hoy a Varela en la izquierda y Molinero en la derecha, aunque Cejudo podría retrasar su posición. Todos por delante de Adán, un seguro bajo los palos. Este martes muchos seguidores estarán pensando en el derbi sevillano del domingo, para el que Merino tiene a cuatro apercibidos: Adán, Dani Ceballos, Jorge Molina y Portillo. Pero antes tiene el reto de la UD Las Palmas.
