Ha vivido las dos caras de la moneda en esta temporada. David Simón pasó en cuestión de unas pocas semanas de convertirse en uno de los jugadores más importantes de la UD Las Palmas a quedarse en el banquillo. El martes, ante el Betis, volvió a disputar 45 minutos tras más de dos meses.
¿Cómo se ha encontrado después de jugar 45 minutos por primera vez en más de dos meses -disputó 15 minutos en Villarreal como extremo derecho-?
La verdad que físicamente me he encontrado bien, que era lo primordial porque cuando me lesioné me estaba pasando factura el hecho de no estar al cien por cien. Si físicamente no estoy a tope lo noto en mi confianza. Entré en el partido en una situación difícil pero para coger ritmo de nuevo me he encontrado bien. Es una pena no haber sacado al menos un punto porque habíamos hecho un esfuerzo muy bueno.
No era un contexto apropiado para que pudiera lucirse al estar el equipo con 10 jugadores. ¿Cómo se sintió?
No, claro. En alguna jugada intenté incorporarme para tener profundidad y ayudar al equipo porque estábamos muy cerrados atrás. Pero es algo que ayuda para mejorar y aprender. Era un partido para defender, estar comprometido y me viene bien a nivel personal para ir cogiendo ritmo. Ahora hay que seguir trabajando duro para ver si el míster sigue contando conmigo.
¿Cómo ha vivido estos meses en los que después de una gran primera vuelta un compañero ha actuado a gran nivel y usted ha tenido que quedarse en el banquillo?
A raíz de que estaba jugando infiltrado y no me encontraba en mi mejor momento tenía que parar y al final David García cumplió bien, incluso metió dos goles. Es verdad que yo estaba bien, quiero volver a jugar pero toca esperar. Esto lo cojo para aprender, para que cuando estás pasando por una mala racha físicamente saber decir que no y parar aunque te digan que puedes infiltrarte porque en ese momento no había nadie en ese puesto. Está claro que todo se coge para aprender. Pero estoy contento porque no tengo nada que demostrar en Primera División, hice una primera vuelta que creo que fue buena y el objetivo del equipo está cumplido, que es lo más importante. Lo más importante para mí siempre es el equipo.
Los dolores de espalda llegaron hasta el punto de que apenas podía estar sentado en el avión durante algún desplazamiento del equipo. ¿Se arrepiente de no haber parado cuando el cuerpo se lo pedía?
Pues sí. Ahora que lo piensas, aprendes. La verdad que nunca me había pasado, nunca me había lesionado. Uno es ambicioso, uno siempre quiere jugar. No entrenaba en toda la semana, llegaba el último día, entrenaba, llegaba el partido y me infiltraba. Al final lo único que quieres es ayudar al equipo pero hay que saber parar y conocerse a sí mismo. Esa experiencia de este año la cojo para aprender en ese sentido.
Además esos últimos partidos antes de parar no pudo dar el rendimiento del comienzo de la temporada.
Claro. Di un nivel bastante bueno pero a raíz de ahí tienes que superar ese nivel porque uno es ambicioso y quiere siempre superarse. Pero cuando estás físicamente mal eso merma tu confianza, no estás como quieres estar, lo intentas pero tienes que parar. Era lo que me tocaba. Y al final David García cumplió. Tenemos diferentes estilos de juego pero él estaba cumpliendo, el equipo ganaba y me tocaba esperar. Me lo tomo como un aprendizaje para competir y trabajar más duro.
En ese sentido no tiene nada que reprochar al entrenador, ¿no?
Por supuesto que no. Lo comprendes, comprendes que el fútbol es así, que esto es una rueda. En la primera vuelta, por lo menos hasta noviembre, estaba a un gran nivel. Pero después tuve la lesión, otro compañero cumplió y así funcionan los equipos, con una competencia sana y eso es lo más importante.
¿En todo este tiempo la dicho algo el entrenador?
Sí. Me preguntó que cómo estaba, yo le dije que ya estaba bien físicamente, en este último mes y pico ya he estado totalmente recuperado. Me dijo que no podía alinearme, que el equipo estaba ganando y David además había marcado el gol contra el Villarreal. Así que me tocaba esperar. Felicito a David García, que ha currado mucho, como siempre.
En el filial siempre había sido titular y en el primer equipo hasta esta lesión también. ¿Lo ha pasado mal en esta situación nueva?
En el filial y el primer año y medio en el equipo estuve jugando prácticamente todos los minutos, haciendo buenas temporadas. Te llegas a desesperar porque nunca te has visto ahí pero hay que estar tranquilo y trabajar para recuperar la titularidad.
¿Espera tener más partidos hasta final de temporada para despedir el año con buen sabor de boca a nivel individual?
Ojalá. Ante el Betis me encontré bien físicamente, me sentí rápido de piernas en unas cuantas jugadas. No era una situación para destacar individualmente pero para coger ritmo de partidos me ha venido bien. Ahora a seguir trabajando duro, me estoy sintiendo bien en los entrenamientos para ver si el míster cuenta conmigo en este último mes.
