La Provincia - Diario de Las Palmas

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La contracrónica (35ª jornada)

La gran fiesta de Viera

Remata su mejor año con una exhibición para sellar la salvación - Se desquita de su castigo en Cornellà con un tanto y dos asistencias

Juan Carlos Valerón conduce el balón ante la presión de Salva Sevilla.

"¡Ahora sí, ahora sí estamos para salir de fiesta, ahora la vamos a reventar!". Así gritaba de júbilo Jonathan Viera, todavía sobre el césped del Estadio de Gran Canaria, después del ascenso a Primera División. Se refería a esa noche, a una celebración inolvidable. Lo que entonces no sabía, pero seguramente soñaba, era que duraría tanto tiempo. Porque hasta ayer, como mínimo, la fiesta de una temporada histórica continuó. Y él ha sido otra vez el líder. Con el permiso de Roque es el MVP del curso, el jugador más desequilibrante, el más regular, el que siempre estuvo. Y ante el Espanyol lo corroboró con un gol y dos asistencias. Fue la guinda a su gran obra, a su mejor año como profesional. Es la bandera de esta UD Las Palmas.

No había mejor despedida para esta temporada que semejante exhibición. Como en tantos otros partidos sacó de apuros a los amarillos con un pase celestial al borde del descanso para que El Zhar fusilara a Arlauskis. En la reanudación aprovechó un rechace del portero para volear desde la frontal y hacer el segundo. Su vendaval continuó poco después con un centro milimétrico que Bigas embocó a la red con un certero cabezazo. Todo ocurrió en cuestión de diez minutos, con el descanso de por medio, para hundir al Espanyol.

Hasta entonces el conjunto de Constantin Galca tenía el control del partido. Sufría muchos problemas la UD Las Palmas para acercarse al área contraria con el balón. Le sobraba previsibilidad y le faltaba cambio de ritmo. Para dar descanso a Tana había regresado Quique Setién al doble pivote con Vicente y Roque. Pero la vuelta a la fórmula de los primeros meses del cántabro no estaba funcionando. Era demasiado horizontal el cuadro amarillo y le faltaba chispa. En varias ocasiones Jonathan Viera recibía el balón y no encontraba, con Willian José bien tapado, a un compañero para desequilibrar. Huérfano de Tana, la UD se tuvo que encomendar al mago de La Feria. A los veinte minutos avisó a Arlauskis con un tiro cruzado que desvió el lituano, pero hasta el filo del descanso le costó al equipo amarillo encontrarle.

Lo hizo Pedro Bigas, un socio inesperado. El mallorquín fue el factor sorpresa para romper las equilibradas -hasta entonces- líneas del Espanyol. Recuperó en su campo, corrió unos cuantos metros y le habilitó en tres cuartos de campo. El de La Feria evitó la falta de un rival, miró a su derecha a El Zhar, que captó el mensaje y se desmarcó a la espalda de Víctor Álvarez. Hiló fino Viera en el pase, con el que plantó al franco-marroquí totalmente solo dentro del área. La velocidad del extremo y su fuerte disparo hizo el resto.

Bigas, el mejor socio

El gol engañaba a las sensaciones que habían dado ambos conjuntos hasta el descanso. Pero dio alas a los amarillos, mató a los pericos y cambió el guión del encuentro. En la reanudación otra vez Bigas rompió las líneas del Espanyol con una carrera imponente en la que se quitó de encima a tres rivales. Asistió a Willian José, cuyo disparo lo despejó el blanco Arlauskis. El rechace cayó a los pies de Jonathan Viera, que no se lo pensó, golpeó de volea y el balón entró tras dar en el palo.

No se detuvo ahí Jonathan Viera. Unos minutos más tarde Momo le entregó en corto una falta lateral, avanzó unos metros sin oposición y observó el desmarque de Bigas. Puso un centro teledirigido y el mallorquín acudió como una exhalación para cabecear a la red el tercer tanto.

Ya por entonces la UD había vuelto al 4-1-4-1. Y es que a la media hora de partido Quique Setién había ordenado a Roque que adelantara su posición para encontrar más espacios entre las líneas pericas. Se sintió así más cómodo Jonathan Viera, que desde entonces sembró el pánico.

La grada y la madurez

Se desquitó de esta manera del mal recuerdo que tenía del Espanyol. Y es que en la primera vuelta se quedó en la grada de Cornellà-El Prat por un castigo de Quique Setién. Sorprendió a todos la decisión antes del encuentro, pero el jugador lo aceptó y pidió disculpas a los compañeros. El cántabro demostró su mano dura con la referencia del equipo y le sancionó por golpear material deportivo tras perder en el partidillo en el entrenamiento previo.

El técnico cántabro tiene buena parte de culpa del rendimiento de Jonathan Viera. Esa decisión le sirvió de estímulo y a la semana siguiente marcó un gol y dio dos asistencias en el 4-1 contra el Granada. Además, una de las claves de la temporada fue situarle en la zona de mediapunta para que tuviera más influencia en el juego. Después de empezar el curso en banda izquierda, tanto con Paco Herrera como en las primeras semanas de Quique Setién, la lesión de Vicente Gómez obligó al cántabro a retocar el dibujo.

Y ese movimiento sirvió para mejorar el rendimiento de Viera y del equipo. Cerca del área no ha habido nadie como él esta temporada en la UD Las Palmas. Willian José y Tana han sido las dos grandes apariciones, pero el de La Feria ha sido el más regular. Los números no dejan lugar a dudas. Con ocho goles y nueve asistencias ha sido el más decisivo.

Volvió hace año y medio con la sombra del fracaso fuera de la Isla. Y ahora ha culminado su mejor etapa como futbolista, tanto a nivel colectivo como individual. El presente y el futuro en esta UD Las Palmas es Jonathan Viera. Fue uno de los héroes de los ascenso y también lo ha sido de la salvación.

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