Un 1 %. Ese es el porcentaje que, durante semanas, impidió a Quique Setién dar el sí definitivo a la Unión Deportiva Las Palmas. Con contrato en vigor hasta junio de 2017 -a partir de una cláusula que establecía su renovación automática si el representativo grancanario aseguraba la permanencia en Primera División- y reconocido como parte fundamental del éxito amarillo en el tramo final de la presente campaña, el entrenador sólo se comprometió a continuar en la Isla cuando Miguel Ángel Ramírez y la comisión deportiva del club le despejaron las dudas sobre las que se levantaba ese 1 %: la salida de Nauzet Alemán, una resolución consensuada sobre la decisión que tome Juan Carlos Valerón sobre su carrera, una plantilla corta -en torno a los 22 futbolistas profesionales- y ciertas garantías sobre el estado de las instalaciones para trabajar en el día a día o la comodidad en los desplazamientos a la Península para disputar los partidos oficiales.
Con el interés del Betis por contratar a Setién en el ambiente, la jornada, tras una esclarecedora rueda de prensa de Miguel Ángel Ramírez y muchos rumores, se resolvió con un acuerdo y una sintonía total entre la Unión Deportiva y Quique Setién. Club y técnico se citaron en la sede de la entidad en el Estadio de Gran Canaria, alrededor de las 15.00 horas, y poco después se anunció la continuidad del entrenador en un proyecto que llevará su sello.
Setién se presentó en Siete Palmas con varias incógnitas en la mochila y Las Palmas se las despejó todas. El preparador santanderino encontró una respuesta afirmativa y de su gusto, por parte del presidente y de la comisión deportiva del club amarillo, a todos los planteamientos que expuso sobre la mesa en la cumbre entre las dos partes.
Setién tendrá, como quiere, una plantilla corta. El preparador no quiere contar con más de 22 futbolistas profesionales, apuesta que provocará una profunda reestructuración en el grupo. La Unión Deportiva, en la actualidad, cuenta con 23 fichas profesionales, número al que debe sumar a Javi Castellano -sin licencia federativa desde verano tras la grave lesión que sufrió en agosto en el Vicente Calderón- y a todos los cedidos que tiene repartidos por diferentes equipos de España: Jesús, Christian Fernández, Tyronne y Héctor Figueroa (SD Huesca), Asdrúbal (CD Leganés), Leo (Cacereño), José Artiles (Racing de Santander) y Carlos Gutiérrez (Burgos).
En el capítulo de bajas, para Setién, aparece como un aspecto innegociable la marcha de Nauzet Alemán. El futbolista quedó marcado para el técnico y el club por el incidente que protagonizó en febrero, cuando fue agredido en un local nocturno durante una noche de Carnaval. Después de ese altercado -en el que fue agredido, tuvo que recibir 18 puntos de sutura en la cara y por el que fue apartado durante 15 días-, no ha vuelto a jugar. La resolución del caso pasa por la rescisión del contrato del futbolista -vinculado hasta junio de 2017 y con una de las fichas más elevadas del plantel-.
En el aire también queda el futuro de Juan Carlos Valerón, que no ha contado con muchos minutos de juego a las órdenes de Setién. El futbolista, que tiene una propuesta del presidente para seguir vinculado al club en la función que considere -como jugador o como técnico-, resolverá su futuro en los próximos días. Ahora, con la continuidad del entrenador certificada, todas las partes -presidente, técnico y comisión deportiva- confían en resolver con criterio un asunto que trasciende más allá de lo deportivo por la figura de Valerón.
Sobre la mesa figuran los nombres de más futbolistas, aunque la entidad y el entrenador han optado por aguardar hasta el final de la temporada para comunicar todas las decisiones con el objetivo de que todos los jugadores se mantengan enchufados para afrontar las dos últimas jornadas de la competición. La ampliación y mejora del contrato de Bigas aparece como prioridad, al igual que aclarar el futuro de Ángel López -con pocos minutos de juego este ejercicio por las lesiones y con un año de contrato-.
Aunque los contratos de ambos expiran el próximo 30 de junio, la situación de Momo y Garrido es dispar: al primero se le ofrecerá un año más y con el segundo, pese a valorar de manera positiva su rendimiento, aún no se ha tomado una decisión concreta sobre su continuidad en el proyecto.
En relación a la petición para mejorar los campos de entrenamiento, el club subrayó el esfuerzo realizado este año -con la disposición de un nuevo terreno de juego en Barranco Seco-, progreso que también se compromete a realizar en la organización de los viajes a la Península para la disputa de los partidos oficiales.
