En la relación entre la Unión Deportiva Las Palmas y Quique Setién ya no hay hueco para dudas levantadas sobre un 1 %. El técnico cántabro, que había sido tentado por el Real Betis para liderar su próximo proyecto, despejó ayer la 'X' que, durante las últimas semanas, le acompañaba como incógnita al aceptar -ya de manera oficial- el año de contrato que le ligaba al club grancanario por asegurar la permanencia del equipo amarillo en Primera División.
Setién, ya al 100 %, será el entrenador de la Unión Deportiva para el curso 2016-17 y la felicidad se vistió ayer de amarillo. La alegría marcó el paso de la afición, el propio técnico se mostró dichoso por su decisión y a Miguel Ángel Ramírez, el presidente de la entidad, se le vio radiante por dar continuidad a un proyecto que ha asentado a le entidad de Pío XII en la élite del fútbol español.
"Soy muy feliz de continuar en la UD Las Palmas la próxima temporada". Con esta afirmación, puesta en boca de Setién, el club amarillo anunciaba la buena nueva en su cuenta de Twitter. El reloj marcaba las 18.11 horas cuando se puso fin a un culebrón que, en algunos capítulos de su trama, amagaba con romper el idilio entre el técnico y la Unión Deportiva, flirteo que arrancó en octubre tras una triste tarde de domingo en Getafe -tras una goleada en contra que provocó la destitución de Paco Herrera-.
Noticia en Sevilla
Antes, a la hora del almuerzo, la alarma fue general. Cope Sevilla llegó a anunciar un acuerdo entre el Betis y Setién. Y en la noticia adelantado hasta se dieron datos concretos sobre la operación: dos años de vinculación entre ambas partes y una ficha para el entrenador de 800.000 euros anuales -cifra que podría sumar otros 100.000 euros más a partir de la consecución de diferentes objetivos-.
El susto no duró mucho. Justo hasta que finalizó el encuentro que Setién, junto a Eder Sarabia -su técnico ayudante-, mantuvo en la sede de Las Palmas en el Estadio de Gran Canaria junto a Miguel Ángel Ramírez, Patricio Viñayo -director general de gestión del club-, Toni Cruz -director deportivo- y Luis Helguera -secretario técnico-. La cita se prolongó durante unas dos horas y allí las dos partes admitieron que la sintonía entre ambas era total.
"No esperaba ningún desencuentro, ambas partes coincidimos en todo. Fue muy sencillo", reconoció Quique Setién. "Nunca dudé de la continuidad de nuestro entrenador ni de su palabra", admitió Miguel Ángel Ramírez. Las declaraciones de ambos resumen a la perfección la armonía final de una reunión en la que el entrenador puso sobre la mesa las condiciones que le obligaban -a partir de un 1% de probabilidades- a dejar en el aire su continuidad y la Unión Deportiva desmontó cada uno de los temores del técnico con un "sí, quiero" a todo.
Setién tendrá una plantilla corta -sin algunos elementos que le alteran el paisaje-, el club se compromete a mejorar las condiciones de trabajo del primer equipo -campos de entrenamiento y desplazamientos a la Península para los partidos- y todas las partes apuestan por resolver con criterio la decisión que tome Valerón.
"Lo importante es que damos continuidad a un proyecto en el que creemos plenamente". Palabra de Toni Cruz.
