Hace un año y medio Jonathan Viera rogaba volver a un equipo de Segunda División. Estaba deprimido en el Standard de Lieja, al que había llegado unos meses antes y apenas había jugado un par de partidos. No se adaptó a Bélgica. Ni el idioma, ni el clima, ni el entrenador ni las lesiones se lo pusieron fácil y el de La Feria estaba muy lejos de sentirse feliz. Por entonces la UD Las Palmas, líder de Segunda, olía a Primera, pero Viera podía haber elegido alguna entidad de la máxima categoría que además le mantuviera un sueldo elevado. Pero Viera quería sonreír.
La decisión era muy arriesgada. Apenas había jugado en ese curso, su carrera parecía estancada y la UD Las Palmas, aunque estaba en Segunda, volaba con un sistema fijo y unos jugadores que no se lo iban a poner nada fácil. Se mirara por donde se mirara, en ese momento parecía un paso atrás. Al fin y al cabo un jugador que había sido internacional sub 21 y por el que habían pagado más de dos millones de euros regresaba al punto de partida tan solo dos años y medio después de irse al Valencia, un club que iba a jugar la Liga de Campeones. Y tampoco había triunfado en un contexto que parecía ideal para él, en un Rayo Vallecano que se amoldaba a su manera de jugar y con un entrenador que confiaba en él. Pero con ese paso atrás Viera ha cogido carrerilla. Fue una sabia decisión.
Y es que ahora Jonathan Viera está a un nivel imparable. Es el líder ofensivo de la revelación de Primera con 10 goles y 8 asistencias. Esas cifras le convierten en el centrocampista más goleador de la categoría, por delante de Jozabed (Rayo Vallecano, nueve tantos) y de Dani Parejo (Valencia, ocho dianas). Además, solo jugadores de Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid le superan en el ránking de asistencias.
Sus cifras son dignas de la selección española. Ha estado implicado de manera directa en 18 goles en esta Liga, cifra que le sitúa por encima de las de otros mediapuntas en sus respectivas ligas como David Silva, Cesc Fábregas o Juan Mata. Ocurre que el equipo en el que juega, que no compite en Europa, y los quilates que hay en la selección española hacen difícil de imaginar la opción de que Del Bosque le convoque para la Eurocopa. Pero sus números en este curso dejan claro que, a sus 26 años, es candidato a una llamada en el futuro con la Roja.
Mediapunta por el centro
Dentro de la línea regular que ha tenido durante todo el curso sí ha habido un punto de inflexión para Jonathan Viera. Cuando Quique Setién decidió situarle en una posición más centrada su participación se multiplicó. En el costado izquierdo tuvo partidos en los que fue decisivo, pero en muchos otros a la UD le costó encontrarle. En las últimas semanas, con Tana y Roque como socios en el centro, además de Momo, Wakaso o El Zhar en los costados, el de La Feria se ha encontrado con muchos socios con los que combinar. Y además Willian José ha aportado el acierto a sus asistencias que antes le faltaba a Araujo.
Más cerca del área y entrando en contacto con el balón mucho más a menudo Jonathan Viera se ha puesto en órbita. En las dos últimas semanas ha anotado tres goles y entregado dos asistencias, todas ellas marca de la casa. Al Espanyol le marcó con una volea desde la frontal poco después de dejar totalmente solo a El Zhar frente al portero y luego con un centro medido suyo Bigas hizo el tercero. Y el sábado fue el más incisivo de los amarillos para batir a Andrés Fernández con dos golazos. En el primero superó al portero con otro misil desde la esquina del área y luego se incorporó desde segunda línea para batirle tras un gran envío de Roque.
Otros tres tantos han llegado de penalti, pero sus gotas de calidad, como el mágico taconazo para Willian ante el Barcelona, han sido una constante en esta temporada en el regreso a Primera tras 13 cursos de peregrinaje entre Segunda y Segunda B. Jonathan Viera es un auténtico lujo para la UD. "Quiero crecer, podemos aspirar a más". Ambición y clase al servicio de la nave isleña.
