El 1 de mayo de 1983, después de 19 temporadas consecutivas en Primera División, la Unión Deportiva Las Palmas descendió a Segunda. Sucedió en el Insular y tras una carambola que, además de certificar la caída del equipo amarillo a los infiernos, hizo campeón de Liga al Athletic de Bilbao, su rival aquella tarde y adversario hoy, 33 años después.
Bajó la Unión Deportiva porque aquel día se dieron diferentes circunstancias -su derrota contra el Athletic, el triunfo del Valencia ante un Real Madrid que se dejó el título de campeón en Mestalla y la victoria de Osasuna sobre el Barça en Sadar-, pero el funesto desenlace del conjunto amarillo se veía venir de lejos.
Durante la segunda vuelta de aquel curso, Las Palmas solo fue capaz de ganar tres partidos: ante la Real Sociedad (2-0), frente a un Racing de Santander en el que empezaba a asomar la cabeza Quique Setién (2-1) y contra el Betis (1-0). Esa dinámica condenó a aquel cuadro entrenado por José Manuel León -relevó en el cargo a Walter Skocik en la jornada 28- y que en la última fecha del campeonato, ante el Athletic de Javier Clemente, cerró la etapa más brillante del club con una deshonrosa goleada en el Insular (1-5).
Dos semanas antes del día de autos, el 17 de abril, Maradona ya lanzó un serio aviso a la Unión Deportiva. El equipo amarillo perdió 7-2 contra el Barça en el Camp Nou -con tres goles del astro argentino- y quedó con sus vergüenzas al descubierto, pero pese al varapalo se plantó en la última jornada con una ligera ventaja en la carrera por eludir el descenso con respecto a sus rivales directos: dependía de sí misma al tener a cuatro equipos -Osasuna, Celta, Racing de Santander y Valencia- por debajo en la clasificación -bajaban tres a Segunda-.
1-0 en el minuto 3
Ante un Athletic que apuraba sus opciones de revalidar el título de campeón de Liga -necesitaba ganar en el Insular y esperar el tropiezo del Real Madrid en Mestalla-, Las Palmas arrancó el duelo a lo grande: en el minuto tres se adelantó con un gol, en propia puerta, de Miguel de Andrés.
Ese tanto, en ese momento, despejaba el camino al equipo amarillo -al que el empate le hubiera dado la permanencia- y daba de manera provisional el título de campeón al Real Madrid. Ese escenario, idílico para el representativo grancanario, duró un santiamén. El Athletic, antes del descanso, le dio la vuelta al marcador con las dianas de Manu Sarabia -padre de Eder, segundo entrenador de Las Palmas en la actualidad- y Dani.
En paralelo, el Valencia, que empezó aquel día como colista de Primera División, superaba al Real Madrid -con un tanto de Tendillo- y dejaba la corona de campeón en bandeja a un Athletic de Bilbao que, en la segunda mitad, pasó por encima de una Unión Deportiva rendida y desarmada.
Sarabia (min. 57), Argote (min. 69) y Urtubi (min. 89) finiquitaron el partido, el Athletic se proclamó campeón de Liga -de momento, por última ocasión en su historia- y Las Palmas cayó en el desánimo. Desde ese funesto día, durante los últimos 33 años, el equipo amarillo sólo ha militado en Primera División seis temporadas.
